Fundación Tierra de Hombres: Más de 600 niños extranjeros operados en España

  • Desde hace 20 años, Tierra de Hombres ha permitido operar quirúrgicamente en España a 600 niños
  • Una nariz para Abass y una pierna para Mamadou, historias de superación

Abass y Mamadou no lo han tenido fácil. Las graves lesiones que sufrían en la nariz y en una pierna, respectivamente, no podían ser tratadas en Mauritania y Guinea-Conakry, sus países de origen. Sin embargo, sí que pudieron ser sometidos a intervenciones quirúrgicas en España, y dentro de poco podrán volver con sus familias.

La falta de recursos y lo "limitada" que es la atención sanitaria en países como Senegal, Marruecos, Mauritania o Guinea Conakry propiciaron que la Fundación Tierra de Hombres impulsara esta iniciativa hace veinte años, y desde entonces más de 600 niños extranjeros, como Abass y Mamadou, han sido sometidos a operaciones, 50 de ellos en Madrid.

Abass tiene ahora cinco años, pero con un año de vida, la cicatrización de una herida en la nariz hizo que se le cerraran las fosas nasales, así que no podía respirar.

A Mamadou, de dieciséis años, le cayó una puerta encima de la pierna izquierda, lo que, por ahora, le impide caminar.

Cuando los pequeños tienen patologías graves, Tierra de Hombres intenta primero tratarlos en su país, pero, si es difícil, son trasladados a algún país de Europa donde la fundación tenga delegaciones, como España.

FAMILIAS DE ACOGIDA

Mientras los niños estén aquí, los cuidarán familias de acogida, a las que suelen coger mucho cariño, según Elsa Moya, de Tierra de Hombres. Mar se ha convertido en la madre adoptiva de Abass, mientras que Ricardo y Mari Carmen son ahora la segunda familia de Mamadou.

Cuando Abass llegó a España, tenía los orificios nasales prácticamente cerrados, recuerda su "mamá española". En Madrid, los médicos utilizaron cartílago de una de sus orejas para reconstruir la nariz. La doctora Teresa Martínez, que dirigió la intervención en el Hospital San Rafael de Madrid, explica que Abass sufrió una estenosis severa de las fosas nasales debido a la cicatrización de una herida.

"Cuando llegó a Madrid, tenía los orificios puntiformes", afirma Martínez , quien sigue sorprendiéndose al comparar imágenes del niño antes y después de la operación, pues antes siempre salía con la boca abierta, al no poder respirar por la nariz. Ahora, tras dos meses, tiene los orificios nasales "bien grandes", comenta Mar, y puede respirar por la nariz.

A pesar del cariño que ha cogido a su familia adoptiva, el pequeño Abass no puede evitar mirar con nostalgia fotografías de sus padres y hermanos biológicos, cada vez que acude al hospital. "Es mucho más listo de lo que podría parecer y aprende rápido", admite Mar, antes de confesar que, si su economía se lo permitiera, volvería a adoptar a un niño, porque es una experiencia "muy bonita".

En el caso de Mamadou, después de que le cayera una puerta encima del fémur izquierdo, nueve operaciones han sido necesarias para que empiecen a verse progresos. Cuando el adolescente llegó a España, su pierna se movía "de cualquier manera", lo que se conoce como pierna "polichinela", recuerda su padre adoptivo.

Tras las operaciones, en el Hospital San Francisco de Asís, los 23 centímetros de longitud que diferenciaban cada pierna han podido reducirse algo más de la mitad. Por ahora, no puede caminar. "Va de la cama a la silla de ruedas, al sofá y a la cama otra vez", comenta Ricardo, aunque se muestra optimista, pues, poco a poco, Mamadou utilizará muletas para desplazarse.

Él es muy serio, fuerte, responsable y con un afán de superación enorme, en palabras de su "segundo padre". Hace unos años, su futuro era muy oscuro, pero gracias a la iniciativa de Tierra de Hombres, a la asistencia sanitaria que les han ofrecido en España y al cariño que les profesan sus familias adoptivas, Abass y Mamoudou volverán a sus países de origen con un planteamiento muy diferente, dispuestos a luchar por todo.