El papa Francisco canonizará el domingo al escolapio español Faustino Míguez

  • Galllego de nacimiento y getafense de adopción fundó el Insituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora
  • La Iglesia le reconoce haber sanado a una parturienta a la que los médicos habían desahuciado

El escolapio español Faustino Míguez, que fundó en 1885 el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, dedicado a la evangelización a través de la educación y la promoción de la mujer, será canonizado el próximo domingo 15 de octubre en Roma por el papa Francisco.

La superiora general del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, Sacramento Calderón, destaca del futuro santo su "fe inquebrantable" y su dedicación a los niños y jóvenes, así como a las mujeres "a quienes miró con la dignidad que tienen y que a veces la sociedad les arrebataba". Su subida a los altares coincide con la celebración este año del 400 aniversario de la fundación de la Orden de las Escuelas Pías.

San Faustino será inscrito en el Libro de los Santos de la Iglesia como el número 884 de los proclamados durante el Pontificado del Papa. El milagro aprobado por el Vaticano que permitirá la subida a los altares del padre Faustino es la curación de la chilena Verónica Stoberg, que despertó de un coma de tres meses.

Stoberg ha explicado que durante el coma escuchaba a su marido y a los médicos y que sintió "dolor físico y miedo" y ha afirmado que su cura "no tiene explicación". Así lo ha indicado en rueda de prensa este miércoles 11 de octubre en la Casa General de las Religiosas Calasancias, en Madrid.

El 10 de septiembre de 2003, Stoberg, que se encontraba embarazada de su cuarto hijo, comenzó a encontrarse mal e ingresó en el hospital con tensión alta lo que provocó que le explotara el hígado. A través de una cesárea, los médicos salvaron al niño pero la madre quedó en estado de coma.

Al enterarse de la noticia, las religiosas del Colegio Divina Pastora en la Florida (Chile), donde estudiaban sus hijas y donde ella impartía catequesis, comenzaron una cadena de oración impulsada por la madre Patricia Olivera.

"Lo que yo viví fueron como luchas de dolor físico, miedo, inquietud, y recuerdo que en algún momento de desesperanza quería descansar y partir al otro lado, pero siempre sentía la presencia de mi esposo, que me daba la mano", ha relatado.

LA RELIQUIA DEL FUTURO SANTO

También sentía, según ha recordado, la presencia de la madre Patricia Olivera. "La sentía rezar y que me ponía algo en el pecho que me quemaba, que me daba una energía fuerte", ha explicado. Cuando despertó del coma, le contaron que lo que sentía en el pecho era una reliquia del padre Faustino que la religiosa le colocaba cuando la visitaba.

Igualmente, recuerda el momento en el que llegó al hospital, después de haber perdido la conciencia, cuando le practicaron una cesárea de urgencia para salvar al bebé; y cuenta que en ningún momento tuvo miedo a morir: "Me atraía el otro lado, era algo de una quietud enorme".

Un día los médicos comunicaron a la familia de Stoberg que iban a desconectarla. Su marido y sus hijos se dirigieron entonces a la capilla del Colegio para rezar al padre Faustino. Cuando regresaron al hospital, el nivel de coagulación de la paciente había aumentado lo necesario para poder intervenirla. "Los médicos no hicieron nada para que subiera ese nivel, no hay explicación", ha asegurado Stoberg, que ahora se siente "un instrumento del Señor".

En la canonización estarán presentes Verónica Stoberg y su familia junto a la superiora general del Instituto, que podrán acercarse a saludar al papa Francisco.

Además, según ha precisado Calderón, está previsto que acuda una delegación de la diócesis de Orense, ya que el santo es orensano; autoridades civiles encabezadas por el presidente de la Diputación de Orense, Manuel Baltar; y la Real Banda de Gaitas de la Diputación, que tocará durante la ceremonia.