El papa Francisco llega a Sri Lanka en la primera visita de un pontífice en 20 años

  • Francisco se salta su cita con los obispos pasa saludar a decenas de miles de personas
  • "impresionado" por la acogida y sólo "un poco cansado"

El papa Francisco llegó a Sri Lanka para hacer una visita de poco más de 48 horas, la primera en 20 años que hace un sumo pontífice a la antigua Ceilán, en la que oficiará un santa misa para cientos de miles de personas en Colombo.

El Papa arribó a las 9.06, hora local (3.36 GMT), al aeropuerto internacional Bandaranaike de Colombo, donde fue recibido con honores por el nuevo presidente del país, Maithripala Sirisena, acompañado por su esposa Jayanthi Pushpakumari, y varios miembros del Gobierno que apenas ayer designó.

El Papa llega a un país de alrededor de 20 millones de personas, donde los católicos son una minoría que representa a alrededor el 6,2% de la población y el 70% de la población profesa el budismo.

La visita del santo padre a Sri Lanka tendrá dos momentos destacados: una misa en el parque Galle Face Green de Colombo a la que se espera que acudan alrededor de 400.000 personas llegadas de todo el país, y la visita al santuario de Nuestra Señora de Madhu.

Durante la misa en Colombo se producirá la canonización del beato José Vaz, un sacerdote de origen portugués nacido en la ciudad india de Goa en el siglo XVII, un "evento enorme" para la comunidad católica de este país, en palabras de la Iglesia local.

El Papa viajará posteriormente al Santuario de Madhu, para encabezar una ceremonia religiosa en la que orará y bendecirá a los fieles ante la imagen de la virgen, en un enclave muy simbólico que se convirtió en tierra de unidad para todos los sinaleses durante las casi tres décadas de guerra civil que vivió el país hasta 2009.

La visita del Papa es además la primera de un alto dignatario a Sri Lanka, después de la asunción de Sirisena el pasado viernes como presidente del país, tras ganar las elecciones que tuvieron lugar hace apenas seis días.

SE SALTA SU CITA CON LOS OBISPOS PASA SALUDAR A DECENAS DE MILES DE PERSONAS

El Papa ha saltado la primera cita de su segundo viaje apostólico a Asia al haberse alargado los saludos a las decenas de miles de personas que se concentraron en las inmediaciones de los 28 kilómetros que debía recorrer el papamóvil.

La agenda del Pontífice se ha visto así modificada y no ha tenido lugar el encuentro con los obispos de Sri Lanka en el Arzobispado de Colombo. A pesar de que en Sri Lanka, sólo el 7 por ciento de la población es católica, decenas de miles de personas no dudaron en esperar al Papa a su paso por Sri Lanka.

La segunda cita de su gira asiática será una reunión con el recién elegido presidente del país tras las elecciones del pasado 8 de diciembre, Maithripala Sirisena. Nada más aterrizar en el aeropuerto de Colombo, el Papa Francisco ha pronunciado sus primeras palabras y ha pedido que las autoridades desvelen la verdad de lo ocurrido durante la guerra civil en el país para consolidar la paz y cerrar las heridas entre las diferentes comunidades religiosas.

"El proceso de curación necesita incluir la búsqueda de la verdad, no para reabrir heridas antiguas, sino como un medio necesario para promover la verdad y la unidad", ha apuntado desde el aeropuerto internacional de Bandaraniake. Durante su visita a Sri Lanka, Francisco pronunciará siete discursos y oficiará cuatro misas, antes de volar a Filipinas. Durante la gira, visitará las ciudades de Colombo, Manila y Tacloban.

"IMPRESIONADO POR EL RECIBIMIENTO"

El papa Francisco quedó "impresionado" por la espectacular acogida que prepararon en el aeropuerto de Sri Lanka a su llegada y la masiva presencia de personas durante su trayecto en papamóvil. Así lo explicó el portavoz de la oficina de prensa del Vaticano, el jesuita Federico Lombardi, quien también matizó que el papa no tiene ningún problema de salud y sólo estaba "un poco cansado".

El portavoz vaticano explicó que tanto el papa como el resto de la delegación quedaron "impresionados" por la recepción en el aeropuerto, con cientos de bailarines, coros, y hasta 40 elefantes. "Una recepción como esta no es algo común. En el último viaje en Corea del pasado agosto vivimos algo parecido, pero la de hoy fue impresionante", destacó.

Pero además, el pontífice argentino quedó asombrado de la cantidad de personas que se agolparon a los márgenes de la carretera para ver pasar el papamóvil, sobre todo teniendo en cuenta que el país cuenta sólo con un 7% de católicos.