Extraen una muestra de saliva a la supuesta hija de Dalí

  • Servirá para para comprobar si es su hija, dentro del proceso judicial abierto en torno a la paternidad del artista

La figuerense Pilar Abel, que afirma ser la hija del pintor catalán Salvador Dalí, ha sido sometida este martes a una extracción de saliva para comprobar si es su hija, dentro del proceso judicial abierto en torno a la paternidad del artista.

Tras asistir al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid, donde había sido citada este martes a las 11.30 horas, Abel ha explicado que le han practicado "las pruebas de ADN". Estas pruebas se enmarcan en el proceso judicial iniciado por Abel, y por el que la juez ha ordenado también la exhumación y extracción de muestras del cadáver de Salvador Dalí.

La figuerense Pilar Abel defiende que su padre es el pintor Salvador Dalí remitiéndose a los resultados de las pruebas que reclama: "A mí que me ataquen, pero la verdad la dirá la exhumación y el ADN", aseguró después de que una juez haya ordenado exhumarlo por su demanda de paternidad.

Desde que la juez ordenó la exhumación, Abel asegura estar muy cansada, por el estrés, la emoción y "un conjunto de cosas". "Veo que se solucionará el 18 de septiembre y que la exhumación sigue adelante", dijo entonces sobre la fecha del juicio previsto sobre la paternidad del artista.

RÉPLICA A LAS CRÍTICAS

Abel replicó a las críticas afirmando que, a estas alturas del proceso, está muy contenta porque "estas tonterías se están poniendo en contradicción". "Bendigo la hora en la que se conocieron, y, si se quisieron, adelante", ha añadido Abel sobre su madre y Dalí, y ha pedido que la Justicia haga justicia, ya que ella tiene derecho a saber quién es.

Abel ha defendido que ha heredado de Salvador Dalí su genio, y también cómo se enfadaba cuando le entrevistaban: "El mal genio me sale". Ha subrayado que su madre no tiene Alzheimer y que dispone de un documento oficial sobre los achaques de su madre, que está impedida "de cintura para abajo", y, aunque tiene algunas lagunas, es ella quien la está animando a llevar adelante el caso.

SU PADASTRO NO LA ACEPTÓ

No obstante, ha recordado que fue su abuela la que de pequeña le dijo que su padre era un famoso pintor que se llamaba Dalí: "Aquel hombre me daba un poco de respeto". "A partir de entonces me callé", ha explicado la figuerense, que asegura que su padrastro no la aceptó nunca porque sabía que ella no era su hija.

Ha añadido: "Yo siempre fui la niña arrinconada y apartada que estaba en casa de mi abuela o en Roses o en Castelló; en todos lados, menos en mi casa". Tras casarse para huir de su casa y fracasar en su matrimonio, empezó a trabajar en Girona y un día en 2007, yendo en coche con su hija y un conocido escuchándoles hablar de pintura, ella les espetó: "`Si supieráis quién es mi padre!".

A partir de entonces, algunos conocidos le animaron a desentrañar su "secreto", ayudándola a llegar hasta uno de los grandes expertos actuales sobre Dalí, Nicolas Descharnes. "Cuando le dije el nombre de mi madre, Antonia Martínez de Haro, cogió mucho interés", ha explicado Abel, a la que después una conocida que trabajaba en un restaurante contactó con ella para decirle que un señor quería hablar con ella y la citaba en un punto concreto.

Según relata, allí se presentó un hombre mostrándole una fotografía de una máscara mortuoria del artista que se le iba entregar en Girona a través de esta conocida: "La acompañé, me senté y vi cómo un hombre le daba una caja de zapatos". "Mi madre no para de decírmelo. Tengo su testimonio, el de mi abuela, el de una cuidadora de mi madre y los ADN", según Abel, que asegura que todas sus pesquisas se están grabando en vídeo. "Mi madre lo único que quiere es que se haga justicia, igual que yo", ha dicho Abel, que lamenta no haber tenido nunca acceso a los resultados de ADN de la máscara.