Un juzgado de Sevilla ha ordenado exhumar el cadáver de un hombre que murió en 1990 para determinar la paternidad de un supuesto hijo, que en caso de dar un resultado positivo supondría que la entidad religiosa que recibió más de dos millones de euros de herencia tendría que devolverlos.
Según ha informado en un comunicado el bufete de abogados Osuna, el fallecido era soltero y dejó la mayor parte de sus bienes a una institución religiosa, mientras que se ha comprobado que al menos tiene un patrimonio que puede valer más de dos millones de euros. El supuesto hijo, cuya madre falleció, tiene ahora 60 años y "muy pocos bienes", según el bufete.
Al parecer, el nacimiento del reclamante se produjo fruto de las relaciones íntimas extramatrimoniales mantenidas por el hombre con su madre, que trabajaba en el servicio doméstico de sus padres en una casa señorial de la capital andaluza.
Según el bufete, la diferencia de clases entre los novios hizo que la relación se rompiera inmediatamente tras conocerse el embarazo de la mujer, lo que supuso que el entonces menor tuviera una infancia "llena de carencias económicas y afectivas por parte de su padre".
Sin embargo, a partir de los 15 años su padre biológico le ayudó económicamente, pero no le dejó nada en sus testamentos, ya que "en aquél entonces estaba muy mal visto que hubiera hijos de personas no casadas". El juez ha pedido la exhumación del cadáver, para la que se desconoce la fecha, y que después se tomen muestras de él y se envíen al Instituto Anatómico-forense para determinar la paternidad que se debate en el litigio.
