Luis Ortiz de 26 años, nunca hubiera imaginado que sus fuerte dolores de cabeza, estaban siendo provocados por un gusano alojado en su cerebro, pero así fue.
Este joven californiano acudió al médico que rápidamente mandó hacerle un escáner cerebral. El neurocirujano al ver la prueba le dijo que le quedaban 30 minutos de vida. Tenía alojada una larva de lombriz en su cerebro y que había crecido dentro de un quiste que cortaba la circulación y el flujo del agua. El Gusano era como un corcho para su cerebro.
Los médicos creen que la larva llegó a su cerebro a través de algún alimento que comió este verano.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. los quistes de larva en el cerebro -conocido como neurocisticercosis- se producen después de que la persona ingiere huevos microscópicos que pasan en las heces de una persona que ha tenido lombriz solitaria.
Aproximadamente 1.000 personas al año son hospitalizadas por neurocisticercosis en Estados Unidos
"Estoy muy agradecido de estar con vida porque, de haber esperado un poco más, probablemente no estaría ahora aquí", contó a la cadena de televisión CBS de San Francisco.
