Dislexia, una historia de superación

La dislexia es un trastorno neuro-biológico que no tiene solución pero, si se se capta a tiempo, sí hay posibilidades de obtener, aún sufriéndola, buenos resultados académicos.

Existe un horizonte y la prueba de ello son historias como las de Pablo García Horcajo.

En España, entre un 5 y un 10% de la población (más de 3 millones de personas) sufre este problema de aprendizaje de origen neurológico que se caracteriza por dificultades de precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras y por problemas de descodificación y de escritura. El presidente de la Federación Española de Dislexia, Jesús Gonzalo Ocampos, calcula que de ellos, unos 800.000 son niños en edad escolar.

Al matricularse en el colegio, a estos menores se les exige el mismo nivel de habilidades de lectura y escritura que a sus compañeros sin dislexia y se encuentran con la "barrera" de las faltas de ortografía que en algunas comunidades autónomas cuentan en la nota del examen, provocando que niños con un notable o un bien desciendan hasta el aprobado o el insuficiente.

Según explica el presidente de la FEDIS, la mitad del fracaso escolar en España se produce por una "inadecuada" atención a estos menores con dislexia u otros trastornos del aprendizaje que viene propiciada por el hecho de que entre el 80 y el 90% de los profesores no tiene conocimientos adecuados sobre estas dificultades.

Algunas de las alternativas que plantean desde FEDIS es que los profesores realicen pruebas orales a estos estudiantes con dislexia, que les concedan más tiempo para finalizar el examen o respondan a sus dudas durante la evaluación, tal y como se hace ya en las pruebas de Selectividad de algunas comunidades autónomas.