Detenidos 24 miembros de una banda que robaba viviendas por toda España

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La Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido a 24 miembros de una organización perfectamente estructurada dedicada al robo con fuerza y violencia en viviendas de diferentes puntos de España. Según informó la Policía, a los detenidos se les imputa los delitos de robo con fuerza y violencia, receptación, blanqueo de capitales y falsificación documental. Se calcula que esta organización puede ser la autora de al menos 200 robos cometidos en viviendas en Cantabria, Madrid, Barcelona, Tarragona, Castellón, Valencia, Alicante, Murcia, Córdoba y Orense.

Se han realizado 14 registros en domicilios y locales, donde ocultaban los efectos sustraídos y las herramientas que utilizaban, en los que se han intervenido nueve lingotes de oro artesanales con un peso de 4,5 kilogramos. También se han encontrado 200 relojes de reconocidas marcas; gran cantidad de joyas; ocho vehículos de alta gama utilizados para cometer los robos y material electrónico. El material intervenido tiene un valor aproximado de un millón de euros. La investigación comenzó el pasado mes de octubre a raíz de varias denuncias por robos en distintas viviendas ubicadas en la comunidad cántabra. Tras haber localizado a los autores de un robo con violencia en un domicilio de la localidad Reinosa (Cantabria), se localizó e identificó al receptador de los efectos sustraídos, un varón de origen macedonio que residía en esta comunidad con su familia, y que en la actualidad había trasladado su residencia a Pobla de Valbona (Valencia).

CINCO ROBOS AL DÍA

Las gestiones practicadas por ambos cuerpos policiales pusieron de manifiesto un entramado delictivo, que giraba en torno a este receptador, dedicado al robo de viviendas y que se distribuía en células independientes para cometer más de cinco robos al día.

Tras las primeras investigaciones, los agentes pudieron comprobar que esta persona disponía de un negocio de restauración, así como un lavadero de coches en dicho municipio. Este último era además utilizado como punto de reunión de los diversos grupos que coordinaba para poder dar salida al material sustraído en los robos.

El objetivo principal de estos robos era dinero y joyas, o cualquier otro efecto que tuviera una salida rápida en el mercado, a través de negocios de compra-venta de oro y joyerías para la fundición (en el caso de las joyas). En otros casos eran remitidas a Rumanía u otros países de Europa a través de empresas de paquetería e incluso en el equipaje de algunos miembros de la trama.

La célula utilizaba sus propios métodos, lo más común era entrar en las viviendas mediante el forzamiento de la puerta de acceso, o bien a través de las ventanas de las mismas por el método del "escalo" no dudando en acceder a los domicilios con los moradores dentro y actuar con violencia si era necesario.

UN BELGA

De los seguimientos y vigilancias realizados a los integrantes de la organización se pudo determinar que guardaban unas extremas medidas de seguridad para evitar ser detectados por las Fuerzas de Seguridad.

En el transcurso de la investigación se tuvo sospecha de la partida de un cargamento de efectos robados que iba a salir desde Cambrils (Tarragona), lo que precipitó el inicio de la explotación de la operación, procediendo a mediados de enero a interceptar un vehículo en el que se intervino gran cantidad de joyas, lingotes de oro y relojes de primeras marcas ocultos en su interior por lo que se procedió a la detención de un hombre de nacionalidad belga.

A finales de enero se localizó en un hotel de Cantabria una de las células compuesta por cuatro ciudadanos rumanos por lo que se procedió a su detención. En el momento de la detención dos de ellos saltaron por la ventana, siendo interceptados y detenidos e interviniéndose joyas en el interior de un calcetín y ocultas en el exterior del hotel. Estas joyas procedían de un robo perpetrado en esos días en Cantabria.

Pocos días después, coincidiendo con el inicio del operativo se detectó en Castro Urdiales (Cantabria) otra célula desplazada, recientemente asentada en esta localidad, practicándose la detención de dos personas a los que se les intervinieron joyas procedentes de robos en domicilio.

BOTÍN ENTERRADO

Tras las anteriores detenciones y para evitar la fuga del núcleo organizativo asentado en Valencia, por parte de los investigadores se organizó una intervención simultánea en la que participaron unos 250 agentes en viviendas y establecimientos de la Pobla de Vallbona, Silla, Algemesi y Alzira (Comunidad Valenciana) en la que se detuvo al resto de la organización de diferentes Países del Este de Europa, interviniéndose gran cantidad de joyas, dinero, material informático, de imagen y sonido, balanzas de precisión y turismos de alta gama.

Hay que reseñar que en uno de los registros, para evitar su detención una de estas personas saltó por una ventana que da a un patio interior de una vivienda, quedándose encaramado en la ventana del piso inferior, teniendo que ser auxiliado por los agentes para retornarle nuevamente a la vivienda.

Ya en el mes de febrero se actuó sobre otra parte de la organización que estaba asentada en Cambrils (Tarragona), procediéndose a la detención de dos personas, una natural de Francia y la otra de Italia, realizándose un registro en un chalet donde se encontró enterrado bajo tierra, en el jardín, 160.000 euros y numerosas joyas.

La última detención realizada fue en la localidad de Los Corrales de Buelna (Cantabria), donde se detuvo a un hombre de nacionalidad española, encargado presuntamente de marcar objetivos de robos a las células que se trasladaban a Cantabria.