Detectadas 35 personas en España de una red que clonaba tarjetas en 10 países

Clonacion tarjetas bancarias
Clonacion tarjetas bancarias |Telemadrid

La Policía Nacional ha detectado a 35 personas en España de una red internacional especializada en la clonación de tarjetas bancarias que operaba en al menos diez países y que ha sido desmantelada con 65 detenidos en Rumanía, país donde enviaban el dinero para blanquearlo.

La Policía explica hoy en un comunicado que este grupo que operaba a nivel mundial instalaba dispositivos para clonar tarjetas ("skimming") en cajeros automáticos y datáfonos, copiaban sus datos y posteriormente los enviaban a otros integrantes de la banda para su falsificación y uso.

Los equipos para copiar las bandas magnéticas eran fabricados en Rumanía, país donde acababa el dinero obtenido de las tarjetas, que era invertido por los delincuentes en actividades legales para blanquearlo.

65 DETENIDOS EN RUMANÍA

La investigación ha sido coordinada por las autoridades rumanas y en ella han participado la Policía Nacional y la policía europea (EUROPOL) junto con agentes de nueve países más: Portugal, Francia, Alemania, Reino Unido, Suiza, Australia, Finlandia, Países Bajos y EEUU.

La operación ha culminado con la detención en Rumanía de 65 nacionales de ese país, algunos de ellos los cabecillas de la trama, que poseía siete diferentes grupos organizados que, a pesar de operar de modo independiente, se encontraban relacionados entre sí a través de sus principales responsables.

El inicio de las primeras investigaciones en España comenzó en octubre del pasado año tras recibir varias informaciones en las que se alertaba de actividades de algunos miembros de este entramado delictivo.

Según explica la Policía, se consiguió identificar a un grupo de "expertos clonadores" de tarjetas bancarias formado por 35 personas, así como establecer sus conexiones con otros grupos dedicados a la misma actividad que operaban en el extranjero.

UN RED MUY ÁMPLIA

En el transcurso de la investigación se ha podido constatar que en Europa había una red criminal "muy amplia y perfectamente estructurada" y que sus miembros tenían una gran movilidad para evitar ser detectados.

En algunos casos, indica la Policía, sus integrantes se desplazaban a países de Sudamérica, donde también contaban con contactos.

Los miembros de la red tenían un elevado grado de conocimientos técnicos, destaca la nota, tanto para la fabricación de dispositivos de clonación de tarjetas como para su instalación en cajeros automáticos o datáfonos.

La trama obedecía a los líderes de los distintos grupos organizados, que tenían una pautas de actuación comunes a la hora de delinquir coordinando la fabricación de los dispositivos de "skimming" y su instalación en los cajeros de distintos países de Europa y América.

Una vez copiadas, las numeraciones de las tarjetas bancarias copiadas se distribuían entre personas de confianza que vivían en los distintos países que actuaban.

En un segundo escalón del entramado estaban los encargados de falsificar las tarjetas y los llamados "pasadores", que las usaban luego en comercios.

Finalmente, el dinero en efectivo fruto de sus actividades era reenviado a Rumania, algo que hacían ocultándolo por diversos medios para que no fuese detectado.

De los 65 detenidos en Rumanía ingresaron en prisión 23 y en ese país se realizaron 85 registros, además de dos en Alemania y otros cinco en el Reino Unido.

En los registros se intervinieron 40 discos duros, 52 ordenadores portátiles, 11 móviles, 87 tarjetas bancarias, gran cantidad de joyas y 7 vehículos de gama alta, entre otros efectos.

La investigación, que continúa abierta en España, ha sido realizada por agentes de la Sección de Medios de Pago de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Comisaría General de Policía Judicial.