Demanda la paternidad de un extorero en base al ADN en servilletas de papel

Una mujer sevillana de 60 años ha demandado a un extorero y reclama que se practiquen pruebas definitivas de paternidad tras hallar una compatibilidad del 99 por ciento en el ADN obtenido a partir de servilletas de papel usadas por el matador.

En la demanda, que se ha presentado en Sevilla, la mujer, viuda y con escasos recursos económicos, pide que se lleve a cabo la prueba del ADN entre la demandante y el demandado, y subsidiariamente, ante la negativa del padre, se practique dicha prueba entre quien demanda y una presunta hermana biológica, con todas las garantías y en la presencia judicial, según ha informado el Bufete Osuna en una nota.

Según la fuente, la madre de la demandante murió con 80 años y a finales de 1950 conoció al entonces torero, ya que éste era amigo de su hermano, ambos dedicados al mundo taurino.

Se inició una relación sentimental entre ellos y fruto de dicho vínculo la mujer quedó embarazada del torero, relación que se mantuvo muchos años.

Tras el alumbramiento, el padre biológico, a pesar de ser conocedor de la existencia de su hija, se apartó por completo de su vida y no mantuvo ningún contacto con ella y de igual modo jamás afrontó los gastos de manutención y alimentación, "omitiendo en todo momento las obligaciones propias de todo padre de familia", según el comunicado.

Años más tarde, el que era torero y la mujer continuaron teniendo encuentros íntimos, siendo la demandante conocedora de los mismos, con 9 años de edad, y al cumplir los 18, el padre biológico acordó un encuentro en un bar de Sevilla y le confesó que era su padre.

La mujer ha mantenido a lo largo de su vida, con excepción de sus primeros 9 años de vida, multitud de encuentros tanto con su padre biológico como con la familia de éste y en su demanda se aportan muchas fotografías en las que figuran los tres, los progenitores y la hija biológica y "es evidente el gran parecido físico existente entre el demandado y su hija biológica", según la fuente.

El extorero, que tiene un considerable patrimonio, según la fuente, se casó con otra mujer y fue padre de otra hija, ésta nacida en el matrimonio y unos detectives se hicieron con diversas servilletas de papel usadas por él en un bar de Sevilla.

Tras la comparación de los perfiles obtenidos mediante la extracción de ADN encontrado en dichos objetos y el ADN de la hija biológica, un laboratorio ha concluido que el análisis basado en datos genéticos obtenidos ha concedido un índice de paternidad de 99,999268 %.