La Asociación de Familias Acogedoras de España ha recibido con gran alegría, la decisión del gobierno rumano de desbloquear la situación irregular que convertía a estos pequeños, en ciudadanos de segunda categoría.
"Han sido varios años de lucha entre las familias acogedoras y la Administración española frente a la rumana. Años de aunar esfuerzos y voluntades", informa en un comunicado.
"Limbo administrativo"
En concreto, desde ASEAF, "se ha trabajado intensamente y durante mucho tiempo, en una comisión creada especialmente para lograr acabar con el limbo administrativo en torno a estos niños. También se ha recopilado información sobre los casos existentes, contactando con las autoridades directamente implicadas y denunciando, la situación de flagrante injusticia que se cometía con los menores”.
Añade que "hasta hace unos meses, el gobierno de Bucarest, se negaba a reconocer la nacionalidad de estos niños porque les suponía hacerse cargo de ellos. Son pequeños que han estado, sin papeles, protegidos por España y viviendo con familias o en centros residenciales".
Dice ASEAF que "la situación era muy injusta y discriminatoria porque no podían viajar con sus acogedores ni hacer excursiones con sus compañeros de colegio. Tampoco podían federarse para practicar deporte y aún peor, no podían acceder a las ayudas sociales sobre todo, en caso de discapacidad. Dependían en todo momento, de la capacidad económica de sus padres de acogida".
ASEAF expresa "su reconocimiento y gratitud a quienes han contribuido a que los niños rumanos dejen de ser indocumentados, en especial a Ángel Parreño, Director General de Servicios para las Familias y la Infancia del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, quien desde su toma de posesión se ha mostrado sensible a este gravísimo problema. Confiamos en que se continúe por esta vía para solucionar otros problemas existentes, en el entorno del acogimiento familiar, un recurso social tan importante y tan necesitado siempre de ayuda”.
