Cae una banda que introducía hachís robado a otros 'narcos' desde Marruecos

Diecisiete detenidos con dos toneladas de hachís
Cae una banda que introducía hachís |Archivo

La Policía Nacional y la Guardia Civil han desarticulado, con la detención de 35 personas, una organización criminal acusada de introducir en España hachís procedente de Marruecos que robaba a otros narcotraficantes, quienes tras uno de los robos secuestraron a varias personas, entre ellas dos niños.

En la operación se han intervenido 1.230 kilos de hachís que el grupo tenía ocultos en una "guardería" -lugar destinado a esconder la mercancía-, donde también se ha encontrado un fardo con una baliza de posicionamiento por satélite.

Según han informado ambos cuerpos en un comunicado, la organización supuestamente infiltraba a algunos de sus miembros en otros grupos de narcotraficantes para sustraer la droga y colocar localizadores en el estupefaciente.

Llegaban a disfrazarse de miembros de las fuerzas y cuerpos de Seguridad para incautar el hachís.

Uno de estos "vuelcos", en el que la organización presuntamente robó a otra 1.230 kilos de hachís en la desembocadura del río Guadalquivir, provocó que los dueños de los estupefacientes contrataran a un grupo de "matones a sueldo", según el comunicado.

Este grupo secuestró en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) a un hombre, a su hija de ocho años y a su sobrina de nueve con el fin de ajustar cuentas entre las organizaciones.

Para su liberación, los captores pusieron como condición la presencia de un hombre y una mujer familiares de los secuestrados, a quienes responsabilizaban del robo.

Pasadas unas horas las dos menores fueron liberadas, pero unos días más tarde los captores secuestraron a tres vecinos de la misma localidad gaditana a quienes consideraban autores del robo de 270 kilogramos de hachís.

CERCO POLICIAL EN MADRID, MÁLAGA Y ALGECIRAS

Sin embargo varios vecinos avisaron a la Policía al ver a varias personas armadas y los secuestradores huyeron, abandonando en su huida una pistola y varios pasamontañas, medias, guantes y cuerdas.

Los agentes liberaron a una de las víctimas, un hombre al que encontraron atado de pies y manos, amordazado, con una capucha en la cabeza y con múltiples heridas de golpes.

La vigilancia policial se centró en las provincias de Madrid, Málaga y en la localidad gaditana de Algeciras, donde los agentes se desplazaron y controlaron durante varios días doce domicilios y dos establecimientos comerciales, logrando finalmente la identificación y posterior detención de los secuestradores.

Esta investigación resultó muy complicada por el constante cambio de vehículos de alquiler de los sospechosos, las zonas en las que residían y la gran movilidad geográfica que les caracterizaba. En uno de los vehículos que alquilaron sumaron 25.000 kilómetros en tan sólo dos meses.

Los detenidos tienen edades comprendidas entre 62 y 16 años y la mayoría son de nacionalidad española, aunque algún miembro es marroquí. Entre los arrestados hay un menor de edad.

El cabecilla es un ciudadano español de 43 años, Francisco V.G., apodado "El Diarrea", quien estaba huido de la justicia desde hacía tiempo porque debía cumplir una condena de seis años de prisión por un delito de tráfico de drogas, según han informado fuentes de la investigación a Efe.

Una vez conocida la identidad de los miembros de la banda, los agentes llevaron a cabo varios registros domiciliarios, interviniendo 14 vehículos, más de 55.000 euros en efectivo, doce armas de fuego, una furgoneta de vigilancia con equipo informático, además de numerosos efectos relacionados con las fuerzas de seguridad, como placas identificativas o chalecos, que exhibían para cometer los robos.