La Guardia Civil ha desmantelado una organización de narcotraficantes que introducía cocaína en las Islas Baleares arrojando al mar los fardos de droga que posteriormente recuperaban gracias a que instalaban en los paquetes de estupefaciente un dispositivo electrónico de localización.
En la operación, denominada Posidonia, los agentes han detenido a doce personas en Valencia y Menorca, y han intervenido 160 kilos de clorhidrato de cocaína, además de gran cantidad de productos químicos, material de laboratorio, seis coches y 10.000 euros en efectivo en un piso situado en la capital valenciana que la red tenía para adulterar la droga procedente de Sudamérica.
La operación, indica la Dirección General de la Guardia Civil, se inició tras localizar en la isla de Formentera unos sacos con cocaína provistos de localizadores de GPS. Posteriormente, los agentes hallaron otras partidas de droga con los mismos dispositivos en Menorca y Mallorca.
Aunque en los tres casos la cocaína no fue recuperada por la organización, las pesquisas condujeron a la Guardia Civil a determinar que la droga era arrojada desde embarcaciones en alta mar y posteriormente recogida por otros miembros de la organización con barcos de recreo gracias a las señales que emitían los GPS.
Finalmente, los agentes del Grupo de Drogas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil determinó que la cocaína era lanzada por embarcaciones comerciales que realizaban la ruta Colombia-España-Italia y que desde un piso de Valencia, convertido en laboratorio, los narcotraficantes distribuían la droga a través de mulas. Los detenidos son ocho ciudadanos colombianos, dos españoles, un ecuatoriano y un paraguayo.
