Los especialistas en ciberseguridad han lanzado un mensaje: alertan de que los ataques de los piratas digitales han aumentado en cantidad y, sobre todo, gravedad.
Dicen que estamos inmersos en una guerra cibernética cuyos efectos se extienden a todos.
Su consejo: que vigilemos nuestra presencia en internet porque seguir los pasos de nuestra huella digital es mucho más fácil de lo que parece.
Hay algo más y no es ficción. En un mundo global, la guerra virtual también lo es. Entre estados, entre empresas y entre particulares. La guerra digital se libra sin piedad.
Se estima que el robo de datos digitales supera ya en volumen de dinero al negocio de las drogas. Y no deja de crecer:
Somos poco conscientes del riesgo. Cada dispositivo sin protección es un escaparate de nuesta vida. Y el teléfono móvil nos hace especialmente vulnerables.
Por eso una de las primeras reglas báscias es proteger nuestros teléfono. La segunda es noabrir archivos de desconocidos. La tercera: no cenctarse a redes wifis públicas.
Y ojo en verano. Nos relajamos, publicamos fotos de nuestras vacacines y damos demasiadas pistas.
En definitiva, somos vulnerables. Estamos expuestos. Y ellos lo saben.
