El Alcalde defiende la "dignidad" de la familia fallecida en Alcalá

  • Toxicología analizará qué causó la parada cardiaca en la familia intoxicada

El alcalde de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Antonio Gutiérrez Limones (PSOE), ha defendido este martes que la familia alcalareña que ha sufrido la muerte de tres de sus cuatro miembros era una familia "humilde pero dignísima", lo que le ha llevado a señalar la "indignación" de los familiares y allegados de los difuntos en cuanto a las "especulaciones" sobre este trágico suceso.

Gutiérrez Limones, así, aboga por esperar al "avance" de la investigación judicial en curso.

En una entrevista con Onda Cero recogida por Europa Press, el alcalde alcalareño ha lamentado profundamente la muerte de una niña de 14 años, y sus padres de 50 y 61 años, la madrugada del pasado sábado. El avance de la autopsia tan sólo señala la muerte de estas personas, vecinas del barrio alcalareño de Rabesa, como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria derivada de un extremo aún por averiguar.

El Instituto de Medicina Legal (IML), en ese sentido, tiene pendiente una serie de pruebas y análisis de laboratorio complementarios para dilucidar el origen de estas muertes, inicialmente atribuido a una intoxicación alimenticia.

La única superviviente de la familia es la hija menor, de 13 años y aún ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Infantil del Virgen del Rocío, donde evoluciona de manera favorable. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Alcalá de Guadaíra, de cualquier modo, investiga el asunto y ha decretado el secreto sobre las actuaciones.

Gutiérrez Limones, de este modo, ha defendido que la familia en cuestión era "humilde, pero dignísima", una familia que "se esforzaba por vivir, lograba hacerlo pese a todas las dificultades y tenía una red familiar intacta, basada en el cariño y el respeto", lo que le ha llevado a señalar "la indignación" de los familiares y allegados de los difuntos a cuenta de las informaciones publicadas en cuanto a la supuesta indigencia de las víctimas de este suceso.

"Era comida comprada", ha defendido en cuanto a los alimentos ingeridos por los miembros de esta familia pocas horas antes de que aconteciesen las muertes.

Por eso, el alcalde de Alcalá de Guadaíra ha llamado a no promover "especulaciones", tener "cautela" y esperar "al avance de la investigación", que como hemos señalado está bajo secreto de sumario por decisión del juez instructor.

TOXICOLOGIA

El informe preliminar de la autopsia de los tres miembros de una familia fallecidos en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) certifica su muerte por parada cardio-respiratoria, aunque la causa última será determinada por los laboratorios de Toxicología a los que se han enviado las vísceras y otras muestras.

Fuentes de la investigación han informado a Efe de que las muestras han sido enviadas a laboratorios de biología de Madrid y Sevilla para que determinen la posible presencia de toxinas en las vísceras de Enrique Caño, de 61 años, su esposa Concepción Bautista, de 50, y su hija de 14 años.

Las primeras investigaciones, según las fuentes, apuntan a una toxiinfección alimentaria, ya que otra hija del matrimonio de 13 años, que permanece ingresada en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, no presentó ningún síntoma y fue el único miembro que el viernes no cenó lo mismo que el resto de su familia.

Esta chica cenó un bocadillo de jamón, sus padres y hermana comieron pescado -que de momento es el nexo de unión entre los tres fallecimientos- y otros alimentos, han señalado las citadas fuentes.