Adoptando hábitos preventivos se pueden evitar un 80% de los cánceres de piel

El uso de crema solar, ropa de manga larga, sombrero y gafas en niños y adolescentes son algunos de las sencillas recomendaciones que según los pediatras, si se siguieran desde pequeños, podrían permitir que se evitara hasta un 80 por ciento el cáncer de piel.

La pediatra de la Asociación Española de Pediatría y editora jefe de EnFamilia, Paz González, ha insistido en que los menores de tres años "no deben exponerse al sol sobre todo entre las doce de la mañana y las cuatro de la tarde" y en que "si es inevitable estar al aire libre" usen protección solar.

Asimismo, González ha reiterado que los padres han de tener en cuenta que las nubes aunque "nos quitan el calor y nos hacen sentir que no pasa nada" permiten el paso de "los rayos ultravioletas que son los que lesionan la piel y los que queman". Por ello, recuerda que "hay que usar siempre medidas de protección solar, especialmente si estamos en un lugar alto, hay nieve o arena", ya que son factores que "reflejan aún más el sol".

Por otro lado, hay que tener en cuenta que además de las lesiones inmediatas, "el sol va pasando la piel, va lesionándola de forma progresiva, de manera que en los primeros 20 años de vida se estima que el 80 por ciento del daño que se puede producir en una piel ya se ha producido y luego eso tiene reflejo en la vida adulta". Por eso, González ha indicado que "la prevención empieza desde que se nace prácticamente para que la lesión de las células no se vayan incrementando y generen un cáncer cuando el niño se haga adulto".

En cuanto a las cremas protectoras, González recomienda "aplicar una capa generosa de al menos un factor 30 cada hora, hora y media" y que al bañarse "se pierde la protección" por lo que hay que volver a aplicar crema tanto a los niños como adolescentes.

Asimismo, ha insistido que aunque ponga que la crema es resistente al agua, cuando uno "va a bañarse y luego se seca, hay que volver a aplicarla". Sobre todo, la pediatra ha insistido en que el riesgo que se corre en la "infancia es mayor porque tienen menos protección y menos células que le protejan".