Una truculenta historia tras el asesinato de Isabel Carrasco

  • Un crimen pasional
Monserrat Triana y el lugar del crimen
Monserrat Triana y el lugar del crimen |Telemadrid

Tras el asesinato de Isabel Carrasco se esconde una truculenta historia. Las investigaciones policiales apuntan a un posible crimen pasional. Al parecer el inspector jefe mantenía una más que estrecha relación con la presidenta de la Diputación de León.

Montserrat Triana, militante del PP, odiaba a Carrasco tras una relación sentimental de ésta con su padre, comisario de Astorga. En León eso era sabido. Montserrat había sido trabajadora de la institución provincial en los tiempos a raiz de la relación amorosa de Carrasco con su progenitor, según leonoticias.com. Miembros del Partido Popular han asegurado que había una "buena relación personal" retorcida más tarde por enfrentamientos que dan de lleno en lo personal.

DEL AMOR AL ODIO

Del cariño al odio hay un paso y ese tuvo lugar tres años atrás. Entonces Carrasco decidió prescindir de Montserrat como colaboradora de la institución porque la relación personal con su padre se había roto a raíz de la esposa del policía descubrió la infidelidad. Además, la joven demás se había significado a favor del último presidente de la Diputación, Javier García Prieto.

En el propio PP dice que fue un despido "personal y no profesional". Y la familia nunca se lo perdonó. Pero los males crecieron aún más. Cuando Montserrat Triana fue despedida se llevó una indemnización "muy importante".

Pero hasta por esa circunstancia hubo lío, mucho en realidad. Carrasco no estuvo conforme con la liquidación y la Diputación pleiteó por la misma. "En cualquier otro caso no se habría hecho algo así", recuerdan. Montserrat tuvo que devolver más de 12.000 euros (inicialmente se hablaba de 60.000 euros) y perdió su piso, al menos, así lo aseguran desde las filas populares.

Esa situación tan dura se complicó con otra historia personal que afectaba directamente a la madre de la despedida, funcionaria de la Diputación.

El marido de la hoy acusada por el crimen (inspector jefe de la Policía Nacional en Astorga) tenía una estrecha relación personal con Isabel Carrasco. Demasiado estrecha, dicen en el PP. En medio de la confusión, desde el mismo partido, hablan de que eran conocidos, nada más, "el resto es ir demasiado lejos, especulaciones dentro de lo que es esta locura. Especulaciones gratuitas y sin fundamento".