Un testigo de los asesinatos de ETA: "Vi dos cuerpos en el suelo y los estaban rematando"

  • Presenció los asesinatos de dos agentes de Policía y de la mujer embarazada de uno de ellos, el 4 de mayo de 1983

Un testigo protegido que presenció los asesinatos de dos agentes del Cuerpo Nacional y de la mujer de uno de ellos, que se encontraba embarazada, cometidos el 4 de mayo de 1983, ha explicado en la Audiencia Nacional que a través del espejo retrovisor de su vehículo pudo observar el tiroteo atribuido a varios miembros del 'comando Vizcaya' de ETA: "Vi que había dos cuerpos en el suelo y los estaban rematando".

Durante el juicio que se sigue contra dos etarras acusados de participar en los asesinatos Juan Manuel Inciarte Gallardo, alias 'Jeremías', y Félix Ignacio Esparza Luri, 'Iñaki', el testigo ha relatado que aquel día se adentró en un garaje de la calle El Carmelo de Bilbao donde aparcaba su coche: "Noté una cierta oscuridad que no era la de todos los días".

Posteriormente, según ha recordado, escuchó "como un sollozo, un lamento" y al girarse contempló de pie al cabo de la Policía Nacional Pedro Barquero González y a su esposa, María Dolores Ledo García, que se encontraba embarazada de 31 semanas.

En el momento en el que dio marcha atrás, reconoció los "destellos" de varios tiros y pudo observar en el espejo retrovisor a uno de los pistoleros empuñando un arma y disparando a "una distancia corta" a los cuerpos del cabo y de su mujer. "Estaba un poquito agachado", ha precisado. "Me puse a cien, salí temblando de allí", ha indicado el testigo, para añadir que, cuando salió del turismo, uno de los terroristas le enseñó una placa de Policía. En el instante en el que el "falso policía" se distrajo, él aprovechó para salir corriendo "con el miedo en el cuerpo" del aparcamiento.

En el banquillo de los acusados se han sentado Juan Manuel Inciarte Gallardo, alias 'Jeremías', y Félix Ignacio Esparza Luri, 'Iñaki', para quienes el fiscal Daniel Campos solicita penas de 101 años de cárcel por dos delitos de asesinato y un tercero en concurso con un delito de aborto, así como la detención ilegal de otro hombre al que robaron su vehículo para perpetrar esta acción.

Según el fiscal, los dos acusados participaron, junto a los ya condenados Enrique Letona Viteri, 'Masillas', José Félix Zabarte Jainaga, 'Juan Luis', y otros dos que tenían los alias de 'Endika' y 'Sebas', en los asesinatos del matrimonio y del teniene coronel Julio Segarra.

"DILEMA MORAL" DEL ETARRA ENRIQUE LETONA

Ante la Sección Segunda de la Sala de lo Penal, han comparecido, en calidad de testigos, varios agentes que tomaron declaración a los integrantes de la banda terrorista. En concreto, un guardia civil ha explicado que Letona "se abrió sorprendentemente" y explicó profusamente el "dilema moral" que se le planteó tras la acción terrorista.

Finalizados los asesinatos, se desató "una fuerte discusión" entre Letona y Esparza Luri. "Dice que él cumple, le pega un tiro en la nuca al teniente pero que no encontraba sentido a matar a una mujer en muy avanzado estado de gestación, que además no suponía ningún peligro para él", ha rememorado el agente del Instituto Armado, que ha añadido que Letona admitió haber abandonado las filas terroristas porque le pareció "una salvajada" que el acusado Esparza Luri llevara a cabo la "ejecución" de María Dolores Ledo.

El representante del Ministerio Público ha pedido a la Sala valorar este testimonio que da cuenta de cómo Esparza Luri "remata de forma absolutamente innecesaria y gratuita" a la mujer embarazada. Campos solicita que cada uno de los acusados indemnice con 180.000 euros a los herederos de las víctimas.

ACUSADOS DICEN QUE ESTABAN EN NICARAGUA Y FRANCIA

Ante el tribunal, presidido por el magistrado Fernando García Nicolás, el acusado Juan Manuel Inciarte ha negado su participación en los hechos y ha argüido que en 1983 se encontraba trabajando en un mercado de Managua, capital de Nicaragua. Según ha dicho, sólo regresó a España a mediados de los 80 cuando su madre enfermó.

Por su parte, Esparza Luri ha declarado, en euskera, que él se encontraba en Biarritz en el momento en el que sucedieron los hechos y que puede acreditar documentalmente la petición de "asilo político" que registró en aquella fecha en el País Vasco francés ante "la fuerte represión policial y las torturas cometidas" en España.

Enrique Letona también ha comparecido, en calidad de testigo, ante el juez, a quien ha pedido que la intérprete de la Audiencia Nacional le traduzca al euskera las preguntas del fiscal. Tanto él como el terrorista Sebastian Echániz Alcorta --absuelto en esta causa y que en una declaración policial incriminó a los acusados-- han afirmado desconocer la participación de los acusados en el ataque terrorista.

Asimismo, el propietario del vehículo que fue robado para perpetrar la acción ha recordado durante la vista que un individuo le apuntó con un arma advirtiéndole que "era de ETA". Mientras parte del comando llevaba a cabo la acción, dos terroristas -Echániz e Inciarte- le trasladaron a Portugalete y le custodiaron hasta que volvió el resto de miembros del comando informando de que no había sido posible cometer la acción prevista, en referencia al intento de secuestro del teniente de la Policía Nacional que quedó frustrado por la aparición del cabo y de su esposa.

Al término del juicio, que ha quedado visto para sentencia, la defensa ha solicitado la libre absolución de sus representados al estimar que no hay pruebas suficientes para "enervar su presunción de inocencia".