El senador socialista niega la agresión a la Policía y dice que el único maltratado fue él

  • El PP exige por dignidad la dimisión del senador Casimiro Curbelo

El presidente del Cabildo de La Gomera y senador del PSOE por la isla, Casimiro Curbelo, detenido en la madrugada de ayer en Madrid, negó hoy que insultara ni agrediera a ningún Policía y subrayó que él ha sido el "único agredido, maltratado y humillado".

Curbelo, en rueda de prensa, lamentó la tergiversación que se ha producido del incidente, explicó que la "tesis del erotismo y las saunas" que se han utilizado son mentiras y señaló que el origen de los hechos se encuentra en una denuncia que su hijo, de 26 años, quiso interponer ante la Policía Nacional por el trato que habían recibido en un establecimiento de ocio de la calle Orense.

Según su relato, tras cenar con su hijo y un amigo de éste, acudieron a esta calle a tomar unas copas para celebrar que los dos jóvenes habían finalizados sus carreras de Arquitectura e Ingeniería de Telecomunicaciones.

En uno de sus estos establecimientos, su hijo Adays tuvo una discusión con un camarero y fue conminado a abandonar el establecimiento y, a instancias del joven, decidieron acudir a la Policía para denunciar el incidente, hecho que tuvo lugar sobre las 3:00 de la madrugada.

Fue en una comisaría de Policía situada en la zona, donde se producen, según Curbelo, "los lamentables acontecimientos" que comienzan cuando Adays le dice al agente que estaba en la puerta que quiere denunciar unos hechos y, de acuerdo con el relato del presidente del Cabildo gomero, el policía ignora al joven y le dice que se vaya.

Adays, agregó Curbelo, reiteró al agente su deseo de denunciar lo que le había ocurrido en el establecimiento de copas y de nuevo el policía le dice que se marche y, ante la insistencia del joven, el policía le empuja.

Curbelo añadió que fue, ante un segundo empujón del policía, cuando el hijo puso su brazo para protegerse, lo que fue entendido como un intento de agresión y el joven fue detenido y esposado.

El senador señaló que fue entonces cuando recriminó al policía su actuación y le dijo que se trataba de una detención ilegal y desproporcionada y que estaban tratando a su hijo "como si fuera un terrorista".

Según Curbelo, fue empujado por la Policía y, ante la insistencia de sus críticas, cuatro policías se abalanzaron contra él, lo tumbaron boca abajo y le rompieron las gafas y el teléfono móvil y le esposaron.

Dijo que advirtió a los policías que se trataba de una detención ilegal ya que para detener a un senador tiene que ser sorprendido en flagrante delito, "cosa que no era el caso".

Casimiro Curbelo reconoció que había tensión, pero aseguró que en ningún momento por su parte se produjeron insultos ni ninguna agresión hacia ningún policía y señaló que en ese momento "alguien" hizo una llamada y se consumaron las pretensiones de los policías de detenerle.

Tras su detención, llamó a su abogado y al Senado para informar de los hechos.

Prosiguió que posteriormente fueron trasladados a la comisaría de Tetuán, donde permanecieron unas cuatro horas y sobre las 14:00 horas fue puesto en libertad.

Insistió Curbelo en que la actuación policial fue desproporcionada y reprochó que hayan utilizado el argumento de los insultos y la agresión para justificar una intervención "poco ajustada a derecho".

Anunció que su abogado está preparando las actuaciones judiciales que procedan y lamentó que se hayan tergiversado los hechos para hacer "daño a un político y al PSOE".

En su opinión, el PP y sus medios afines han hecho de este "incidente lamentable que le puede ocurrir a cualquiera" un problema nacional y subrayó que ese partido ha actuado de forma vil y descarada.

Curbelo criticó que los medios de comunicación dieran la información sin contrastar los hechos con él

mismo y afirmó que se ha dado una información sesgada e injusta "y se ha pretendido hacer daño".

Ante la solicitud de dimisión solicitada por el PP, Curbelo dijo que "ese placer y satisfacción solo se lo darán las urnas" y afirmó que su partido en Canarias le ha arropado.

El PP exige por dignidad la dimisión del senador Casimiro Curbelo

Por su parte, el grupo del PP en el Senado exige, por "dignidad", la renuncia al escaño del senador socialista Casimiro Curbelo por los incidentes que supuestamente protagonizó con la Policía en Madrid hace unos días.

En un comunicado de prensa, la dirección de los populares en la Cámara Alta insta a la portavoz del grupo del PSOE, Carmela Silva, a que actúe con la "misma contundencia" que "habitualmente"

demanda al PP cuando le afectan presuntos casos de corrupción.

El grupo que encabeza Pío García-Escudero manifiesta en su nota de prensa que "dirigirse en términos autoritarios" a los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado es "algo contrario a los fundamentos de la representación democrática".

Por tal razón, añade, el PP exige la dimisión de Curbelo, pues "agredió física y verbalmente a dos policías, lo que motivó su detención durante varias horas en una comisaría de Policía".

Los populares señalan que "los representantes políticos están obligados a respetar a los funcionarios públicos y a preservar la imagen de la institución a la que, en todo momento, representan".

Sobre los incidentes que habría protagonizado el senador canario del PSOE, el PP destaca que "se concitan suficientes elementos como para que el senador dimita", dado el "comportamiento impropio" en el que habría incurrido el parlamentario socialista.

Un comportamiento, apostillan, "totalmente incompatible con la dignidad que merece una institución como el Senado".

La dimisión de Curbelo, por tanto, es para los populares una cuestión de "dignidad".

"Hoy Carmela Silva tiene una buena ocasión de demostrar si es una persona con coherencia política, si es capaz de utilizar la contundencia que emplea habitualmente contra el PP con un senador de su grupo", sentencian los populares en el comunicado.