Los pasajeros del 'Fascinosa' bajan en Palma aliviados por dejar Túnez atrás

  • Un turista español en Túnez, afirma que lo ocurrido "fue surrealista"
  • Un pasajero vio a un agresor cerca del autocar que pudo ser el que mató al matrimonio catalán

Tomás, un pasajero alicantino que viajaba a bordo del Costa Fascinosa, el segundo de los cruceros con viajeros españoles a bordo que recalaba en Túnez en el momento del atentado, ha indicado al desembarcar en el Puerto de Mallorca que "fue surrealista" ya que estuvo en el Museo momentos antes de que se produjeran los atentados.

En declaraciones a la prensa a su llegada al puerto de Palma, la escala siguiente a la parada en Túnez, Tomás ha destacado que "fue un shock" estar en el Museo del Bardo solamente unos minutos antes de que se produjeran los ataques.

Asimismo, Tomás, que viajaba en grupo, ha afirmado que se enteraron del atentado porque la madre de uno de los componentes del grupo llamó por teléfono para interesarse por el estado de su hijo.

"MUCHO NERVIO"

Por su parte, un matrimonio palmesano, Catalina y Plácido, han lamentado la muerte de la pareja de jubilados en los atentados. "Ha sido muy duro que dos jubilados hayan fallecido, me da mucha pena", ha declarado Catalina.

Además ha indicado que el ambiente en el barco ha sido "tenso", porque ha habido "mucho nervio". Así, han explicado que en el momento del atentado se encontraban en Cartago y no recibieron ningún tipo de comunicación sobre el suceso hasta llegar al barco, si bien vieron cómo el guía "estaba continuamente con el teléfono muy nervioso" pero no les avisó "para no crear pánico".

Catalina ha considerado que el comportamiento de la compañía ha sido "excelente" aunque ha remarcado que el ambiente en el crucero era de "mucho nervio". También ha señalado que tenían que zarpar a las 19.30 horas pero que lo hicieron pasadas las 00.00 horas por lo sucedido.

Desde el barco, donde se cancelaron las actividades previstas, también se les facilitó llamadas para que pudieran informar sin problema de su estado. "Estoy cansada y nerviosa", ha concluido Catalina.

"NO TERMINADO DE ASIMILARLO"

Por otro lado, Raúl, otro joven pasajero español, ha explicado que visitó el museo antes del atentado y que no sintió "una sensación de inseguridad", ha declarado antes de admitir que no ha "terminado de asimilar" los hechos.

Por su parte, Núria, otra joven pasajera mallorquina, ha señalado que se enteró del ataque a las 16.00 horas gracias a la megafonía del barco, mientras que dos parejas más de Toledo han señalado que también estuvieron en el museo "tres cuartos de hora antes" del atentado y que se enteraron de los hechos porque uno de sus hijos les envió un SMS.

UNA TRAVESIA "MUY TRISTE"

También han reconocido que la travesía desde que partieron de Túnez "ha sido triste" porque algunos pasajeros estaban "muy afectados". No obstante, ellos se han mostrado dispuestos a volver a viajar "por dónde haga falta".

Según han destacado algunos de los pasajeros a los medios congregados en el puerto de Palma, a bordo del barco viajaban unos 50 españoles, de los que una treintena son de procedencia mallorquina.

VIO A UN AGRESOR CERCA DEL AUTOCAR

Uno de los pasajeros del MSC Splendida que vivió el atentado yihadista en el Museo del Bardo de Túnez, Miquel Espelt, ha relatado a la salida del buque en Barcelona que vio "cómo caían al suelo los turistas rematados por los tiros". En declaraciones a los medios en el Puerto de Barcelona, Espelt, que viajaba junto a su mujer y familiares, ha asegurado: "Vi a un agresor cerca del autocar que debió de ser el que mató al matrimonio catalán".

Ha explicado que con el matrimonio de barceloneses, que estaban celebrando su 50 aniversario de boda, habían "coincidido en varias excursiones y habían hablado", aunque no se conocían de antes. Ha relatado lo que vio en el momento del ataque: "Estaba fumando un cigarro en la puerta del museo, escuché petardos que en realidad eran tiros".

En ese momento vio que una ráfaga de disparos se dirigía hacia él y pensó "pies para que os quiero", cogió a su mujer y a otros familiares y lograron esconderse en una habitación del museo gracias a la ayuda de una mujer.

"Si llegan a entrar allí nos rematan a todos porque no había salida", ha explicado el testigo, que ha relatado como después les llevaron al Parlamento, en el mismo recinto, donde les atendieron muy bien, y después la policía les escoltó hacia el barco.