Vecinos de Salt (Girona) piden que "paren" los actos vandálicos en el municipio

Vecinos del municipio de Salt (Girona) han pedido este lunes que "paren" los incidentes en la ciudad, después de los actos vandálicos protagonizados por jóvenes inmigrantes después que un menor marroquí saltará de un edifico, al ser perseguido por la policía tras robar una motocicleta. La pasada noche ha sido la primera sin incidentes ni actos vandálicos en las calles de Salt desde la concentración del pasado día 14 ante la comisaría de la Policía Local para protestar por el accidente sufrido por un joven que huía de los agentes.

Samuel, inquilino de uno de los pisos afectados por el incendio de la pasada noche, ha reconocido que "todos los incidentes son por culpa del chico marroquí que saltó del edifico". Este hombre, también inmigrante, ha explicado que "el menor podía haber muerto". Muy enfadado por la situación, este vecino ha pedido que "paren los incidentes".

El aumento de efectivos policiales en este municipio, que ya fue escenario de incidentes hace menos de un año entre colectivos de inmigrantes y vecinos de la localidad, ha contribuido ha reconducir la situación. Aquel conflicto derivó también en una mayor presencia de Mossos d'Esquadra para frenar una espiral que se ha desencadenado nuevamente, en esta ocasión como consecuencia del accidente sufrido por el joven, de origen magrebí, que huía de la policía y se precipitó desde un quinto piso.

La concentración del viernes derivó en actos vandálicos que se repitieron la noche siguiente con quema de vehículos que a la alcaldesa de Salt, Iolanda Pineda, le han llevado a recordar la situación vivida en París en 2005, cuando colectivos de inmigrantes residentes en los barrios marginales denominados 'banlieus' protestaron de forma similar por el fallecimiento de dos jóvenes cuando trataban de escapar de la policía.

Asimismo, Ana Caña, vecina de Salt, ha reconocido que "las cosas van mal, desde hace años, con los inmigrantes" y ha pedido que "los que se quieran quedar, que tengan vergüenza". Esta mujer, que vive en una de las calles afectadas, ha reivindicado que "los que vengan a trabajar que se instalen en la ciudad, pero los que vengan a delinquir que salgan fuera".

ESTAMOS TRISTES

Por su parte, uno de los amigos del menor de 16 años ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Trueta, después de caer por un patio de luces al huir de la policía que le dio el alto, cuando conducía una motocicleta robada, ha reconocido que todo lo sucedido ha pasado, porque su amigo "esta muy mal, muy grave".

Visiblemente consternado por lo sucedido, el amigo del detenido, ha reconocido que "todos están muy tristes por lo que ha pasado estos dos días". Según este joven, su amigo ha robado "una moto, pero ahora esta a punto de morir en el hospital", por esta razón " todos han quemado contenedores y han ido contra la policía".

En el municipio han aparecido quemados 12 vehículos, cinco turismos --dos totalmente calcinados y tres parcialmente-- y siete motocicletas --cinco totalmente y dos parcialmente--. Los disturbios se han producido en cuatro calles diferentes, algunas de ellas en el centro del municipio.

El ayuntamiento de la localidad gerundense ha informado que ha pedido más presencia policial en el municipio tras los disturbios vividos estos días.

INVESTIGACIONES

la alcaldesa de Salt, Iolanda Pineda ha denunciado que la concentración del viernes y los sucesos posteriores respondían a un patrón organizado y que algunos de los protagonistas de los altercados provenían de otros municipios. La alcaldesa intuye que hay intereses para que haya incidentes en Salt y ha confirmado que se investiga la identidad y la procedencia de esas personas, que supuestamente organizaron a los menores en la quema de contenedores de basura y vehículos.

Este municipio había sido también noticia la pasada semana, después de que el Ayuntamiento se plantease que se retirase la Renta Mínima de Inserción a las personas denunciadas por incivismo.

Anteriormente, el consistorio de Salt ya había aprobado solicitar que la concesión de permisos de residencia y de reagrupación familiar precisara de un informe positivo de la administración local que pudiese vetarlos en caso de que el demandante hubiese protagonizado también actitudes incívicas.

Iolanda Pineda considera ahora estos nuevos incidentes como un nuevo argumento que respalda la validez de esa solicitud de intervención del ayuntamiento en la aprobación de esos permisos de arraigo o reagrupación familiar.