El PSOE reclamará al Gobierno cambios en la reforma financiera si quiere su apoyo

  • El PP responsabiliza a Ordóñez de las dudas sobre el sistema financiero español

El PSOE tiene muchas reservas sobre la nueva reforma financiera y no dará un cheque en blanco al Gobierno, con cuya actuación general es muy crítico, al calificarla de "caótica, improvisada y omnipotente", por lo que ha diseñado una hoja de ruta alternativa para España con cinco ejes de acción.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha reunido hoy con los "barones" del partido en el Consejo Territorial para analizar las últimas medidas económicas del Ejecutivo y los recortes en educación y sanidad.

Aunque no ha querido precisar en rueda de prensa cuál será la posición final de los socialistas cuando se vote la convalidación de la reforma financiera, diversos asistentes a la reunión han explicado que en el PSOE existe un gran malestar por las formas y por el contenido del decreto.

En ningún caso están dispuestos a dar "un cheque en blanco" al Gobierno para sacarla adelante y quieren cambiar algunos de sus aspectos para que, entre otras cosas, fluya el crédito a las familias y a las pymes y se garantice la devolución del dinero público que se inyecte al sector.

Uno de los más críticos ha sido el líder madrileño, Tomás Gómez, quien ha reclamado abiertamente al PSOE que no apoye el decreto y ha abogado por una banca pública fuerte aprovechando la nacionalización parcial de Bankia.

La declaración final aprobada en esta reunión apuesta por que el PSOE dialogue con el Gobierno sobre la reforma financiera, pero también sobre las medidas que afectan a la sanidad y a la educación.

Rubalcaba ha insistido en que el decreto es muy complejo y que tienen que estudiarlo a fondo, ya que contiene aspectos distintos a los que les expuso el Gobierno.

No obstante, es partidario de que el Estado no se salga de Bankia, porque el dinero público "no puede estar sólo para cuando el banco tiene problemas, sino que tiene que estar al servicio de los españoles".

El caso de la reforma financiera ilustra muy bien, a su juicio, la improvisación, ocurrencia y caos con las que actúa un Ejecutivo "con rostro de omnipotencia".

Desde que llegó al poder, el Gobierno de Mariano Rajoy ha hecho que "lo que estaba mal", como la economía y el empleo, empeorara, mientras que "ha puesto patas arriba" lo que funcionaba bien, como la sanidad o la educación, que a su juicio "están destrozando".

Según él, esto obedece a "la omnipotencia" y "al ejercicio caótico del poder" del Ejecutivo, así como a una política económica equivocada de fondo que insiste en los ajustes cuando ya en Europa "todo el mundo" habla de combinar crecimiento con ahorro.

A Rubalcaba le llama la atención que, siendo España el país que probablemente más se beneficiaría de esa combinación, "sea el Gobierno español el último en proponerla".

Incluso aunque su política fuera acertada, necesitaría "del acuerdo de todos para poderla sacar adelante", ha subrayado Rubalcaba, para sentenciar después que el Ejecutivo ha optado por esa "soledad" en la que se ha metido "voluntariamente, porque no quieren hablar con nadie".

Como resultado de todo ello, España "está más débil", toda vez que, según su criterio, la fortaleza de un país se mide por su cohesión interna, su colaboración institucional y por la relación entre las fuerzas políticas.

Frente a esta situación, los socialistas han diseñado una hoja de ruta con cinco ejes de actuación, basada en tres acuerdos fundamentales: político, institucional y social, porque, de acuerdo con las palabras de Rubalcaba, el PSOE quiere hacer algo más que criticar y está dispuesto a presentar alternativas, tanto donde gobierna como donde está en la oposición.

Combinar ajustes con políticas de estímulo económico; mantener las políticas de cohesión social; una reforma financiera que tenga en cuenta los intereses del conjunto de los ciudadanos, sobre todo de las pymes; mejorar la eficacia de las administraciones públicas consolidando el Estado autonómico, y el respeto de las instituciones del Estado renunciando claramente a su utilización partidista son los cinco ejes de su hoja de ruta.

Mientras tanto, varios dirigentes autonómicos del PSOE han responsabilizado hoy directamente al PP de la crisis de Bankia que ha llevado a la nacionalización parcial de la entidad y, en concreto, han acusado a los gobiernos de Madrid y la Comunidad Valenciana.

EL PP RESPONSABILIZA A ORDÓÑEZ DE LAS DUDAS SOBRE EL SISTEMA FINANCIERO

El portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, ha responsabilizado al gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, de las dudas sobre el sistema financiero español, al considerar que era un "amigo" del PSOE y "no una persona independiente".

Durante su intervención en el Congreso del PP vasco que se celebra en el Palacio Euskaduna de Bilbao, Alonso recordó que Ordóñez ejerció como secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos del exministro de Economía Pedro Solbes, al tiempo que avisó de que ha desarrollado una política "incapaz" de afrontar reformas.

"Hay mucho que lamentan hoy su nombramiento", sentenció el portavoz 'popular', quien justificó el "segundo paso" en la reforma financiera por ser "esencial" para recuperar la confianza en España.

"En 2008 muchos países estuvieron en dificultades. Zapatero fue a Nueva York para decir que el sistema financiero español era el más sólido del mundo y ahora nosotros hacemos el trabajo que ellos no hicieron", aseguró, para después garantizar que de haberse adelantado el saneamiento a la banca, España sería hoy "una de las economías más dinámicas" de la zona euro.

Aseguró que si en 2008 el PSOE y José Luis Rodríguez Zapatero "hubieran hecho lo que otros estaban haciendo, hoy España sería una de las economías más dinámicas de la zona euro".