Resignación entre las víctimas de Santi Potros tras su salida de prisión

La salida de prisión del histórico etarra Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros, autor de los atentados más sangrientos de ETA y con cuarenta asesinatos a su espalda, es recibida con resignación entre sus víctimas, que confían en que no sea homenajeado al llegar a su tierra.

El histórico etarra Santiago Arrospide Sarasola "Santi Potros" ha salido de la prisión de Topas, en Salamanca, a las 8.15 horas de este domingo acompañado por tres familiares, dos hombres y una mujer, y no ha querido hacer declaraciones.

Tras la derogación de la doctrina Parot, que obligó a computar los beneficios penitenciarios sobre el límite máximo de cumplimiento de la pena y no sobre el total de las condenas, la AVT puso en marcha un protocolo para llamar a las víctimas afectadas e informarles de posibles excarcelaciones.

Y en el caso de Santi Potros la tarea ha sido ingente, ya que 130 miembros de la asociación son víctimas de su sanguinaria lista de atentados, en la que se incluyen el de Hipercor de Barcelona, con 21 muertos, y el de la plaza de República Dominicana de Madrid, con 12.

Muchos no se lo esperaban, reconoce a Efe la abogada de la AVT Carmen Ladrón de Guevara, y el departamento psicosocial hará seguimiento a partir de hoy a alguna de ellas.

El temor de alguna de las víctimas de Santi Potros es a que, como ha ocurrido con otros etarras, sea recibido a su salida como un héroe. Son imágenes que causan un "dolor tremendo", asegura la abogada, que explica que la AVT denunciará cualquier gesto como un delito de humillación a las víctimas. "Se lo hemos prometido".

El Gobierno ha asegurado que estará atento: "Si hay un delito que puede ser subsumido en el enaltecimiento del terrorismo o menosprecio de las víctimas, evidentemente para eso están las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado", ha garantizado el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una entrevista con Efe.

No hay indicios de que se preparen grandes actos públicos para recibir a Santi Potros, que tras la ruptura del alto el fuego del 30 de diciembre de 2006, con el atentado en la T-4 del aeropuerto madrileño de Barajas, se sumó al sector crítico con la banda terrorista.