Rajoy promete que los esfuerzos económicos serán "justos" y "equitativos"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha prometido hoy que los "esfuerzos" que tendrán que hacer los españoles para salir de la crisis económica serán "compartidos, justos y equitativos" y ha advertido de que conseguirlo no será "nada fácil" y "llevará tiempo".

En su discurso en el homenaje a Manuel Fraga organizado por el PP, Rajoy ha defendido la "honradez" de la mayoría de la clase política española y ha puesto al expresidente de la Xunta y fundador del PP como "el mejor ejemplo" de ella.

El jefe del Ejecutivo ha subrayado que Fraga "no esperó nunca a que el Estado o los demás le resolvieran sus problemas" lo que supone "una lección muy importante" y ha augurado que la crisis y su fin se verán en un futuro como "otra historia de éxito compartido por todos" como muchas de las que vivió el expresidente gallego.

"Pasaremos dificultades, muchas, pero no vamos a desfallecer porque sabemos de lo que son capaces los españoles", ha añadido.

Ante un auditorio de 2.000 personas, Rajoy ha dicho que le debe a Fraga algo "tan menor como ser presidente del Gobierno de España", por lo que "él también ha sido presidente del Gobierno de España".

"A Fraga le debo algo tan menor como ser presidente del Gobierno de España", ha ironizado Mariano Rajoy, junto a lo que ha apostillado: "Con lo cual él también ha sido presidente del Gobierno de España", ha reconocido.

En una intervención llena de agradecimientos y alabanzas a quien estuvo 16 años al frente de la Xunta, Rajoy ha subrayado que este "es un acto de justicia" hacia la figura de Manuel Fraga, de quien ha valorado su "talla humana y dimensión política" como "uno de los mejores protagonistas" de España.

En ese "ejemplo imperecedero" que considera Mariano Rajoy a Manuel Fraga, ha lamentado que con su pérdida se va "un hombre de Estado" que "hizo un servicio desinteresado a su país". De hecho, lo aprecia como "una persona de bien", así como "un líder ejemplar, un maestro y un amigo".

DEFENSA DE LA CLASE POLITICA

En esta línea, Rajoy ha apuntado que "ahora que está de moda hablar mal de la clase política" ha defendido que "hay mucho políticos" que "son gente honrada" y "decente", para proclamar que "el mejor ejemplo fue Manuel Fraga".

"Pero como él --Fraga-- hay muchísima gente en Galicia y España, la mayoría", ha defendido Rajoy ante críticas de que los políticos son "gente poco merecedora de respeto".

De hecho, ha puesto como ejemplo que Manuel Fraga vivió "los

últimos años de su vida" en un piso de "90 metros cuadrados". "Para que luego algunos den lecciones", ha apostillado.

Y es que en ese piso de 90 metros cuadrados en Madrid fue donde se veló el cuerpo de Manuel Fraga tras su fallecimiento, en lo que Mariano Rajoy considera "la mejor capilla ardiente" en la que ha estado en su vida.

"GRAN ARTIFICE DE LA CONCORDIA Y LA RECONCILIACION"

Y es que Rajoy ha explicado que la vida de Fraga da para "muchas biografías", con numerosas facetas en las que "desde sus orígenes humildes, logró ser un hombre hecho a sí mismo a través del esfuerzo y del trabajo", el cual "no esperó a que los demás o el Estado le resolviesen los problemas".

Para Rajoy, "ninguna" de las tareas emprendidas por Fraga "era fácil", --entre las que ha destacado su "aportación al proyecto de la España democrática en la Transición", su "generosa entrega" al PP y su "infatigable batallar por Galicia"--, pero "todas fueron historias de éxitos compartidos".

Por ello, considera "un referente para siempre" a Fraga por "su amor a su país", así como su "apertura a la modernidad" de España, y todo con "el espíritu de conciliación que sirvió en su momento para cerrar viejas heridas".

"Fue de los importantes de verdad", incide Mariano Rajoy para situar la figura del hombre que tuvo cuatro mayoría absolutas en Galicia como "gran artífice de la concordia y la reconciliación de los españoles".

Más allá de que Manuel Fraga fue ministro durante la dictadura, el presidente del Gobierno ha alabado su papel como "uno de los padres de la Constitución", para que "los españoles pudiesen llevar un proyecto de vida en común".

En ese legado, también ha tenido tiempo Mariano Rajoy para reconocer que "fue el político que más se preocupó por los gallegos", a quien reconoce que "dejó una gigantesca obra" en Galicia.

ANECDOTAS Y LEGADO

En un discurso plagado de anécdotas, Rajoy ha hecho un repaso por toda la carrera política de Manuel Fraga a quien ve un referente por su "dimensión moral", y ha agradecido su labor para convertir al Partido Popular en el partido con más presencia en España.

Fue el año 1977 la primera vez que Rajoy le dio la mano a Manuel Fraga, en un año, en el que ha dicho, estaba "encerrado en 'Sanjenjo' --el topónimo oficial es Sanxenxo-- preparando las oposiciones", y se acercó a Vilagarcía de Arousa para saludar al mandatario gallego, aunque este no lo conociese a él.

Además, Mariano Rajoy ha explicado de forma distendida que la primera vez que trató "de usted" a "Don Manuel", Fraga le amenazó con echarlo del despacho y "no volver a hablarle nunca".

Así, ha explicado que los populares le "deben mucho" como "artífice" de "un partido integrador y moderno", a pesar de las dificultades de los inicios, pues "hizo un partido desde abajo", según ha confesado, cuando: "perdíamos siempre".

"SE FUE FELIZ Y EN PAZ"

Finalmente, tras arrancar aplausos en numerosas ocasiones entre los más de 2.000 simpatizantes populares que se han acercado hasta Santiago, Mariano Rajoy ha concluido su discurso admirando que Manuel Fraga "estuvo en todo".

Así, Rajoy cree que el último pensamiento de Fraga fue: "No puedo dar más de lo que ya he dado", por lo que piensa que "se fue feliz y en paz" en "una muestra de modestia".

Todo ello en un acto que ha concluido con la canción de Juan Pardo 'Xuntos', y al que han acudido, entre otros, la plana mayor de los populares gallegos; la ministra de Fomento, Ana Pastor; la presidenta del Parlamento de Galicia, Pilar Rojo; el expresidente del Gobierno gallego, Gerardo Fernández Albor, diversos conselleiros de la Xunta, la presidenta del Gobierno aragonés, Luisa Fernanda Rudi, así como familiares de Manuel Fraga y simpatizantes del PP.