Palma recupera la tranquilidad custodiado por la Policía tras las peleas entre gitanos y nigerianos

Cerca de 130 policías entre nacionales y locales aseguran hoy la tranquilidad en el barrio palmesano de Son Gotleu, que desde primeras horas de la mañana presenta una cara más amable con la reapertura de comercios y gente transitando con normalidad por sus calles tras los disturbios de ayer que dejaron cinco detenidos. Esta mañana, la plaza Fra Joan Alcina, epicentro de los altercados por la muerte del nigeriano Efosa Okosun de 28 años, ha recobrado la calma y por ella circulan los vecinos del barrio, cuyos negocios ayer se vieron obligados a cerrar.

Operarios de Emaya limpiaban hoy desde primera hora los restos de lo que se vivió ayer, que dejó contenedores y coches quemados, así como material urbano destrozado y, sobre todo, mucho miedo entre los vecinos de este popular barrio, que ha visto cómo la convivencia entre las comunidades nigeriana, gitana, marroquí y la autóctona resulta cada vez más difícil.

Las reuniones de ayer entre las comunidades gitana y nigeriana con presencia policial dieron resultados y hoy el barrio va retomando su ritmo, aunque en las callejuelas se sigue hablando de la muerte de Okosun.

El portavoz de la comunidad nigeriana de Son Gotleu, Robert Uwagboe, ha cuestionado la versión policial sobre la muerte de su compatriota que afirma que existe "un 99,9 % de probabilidades" de que el caída haya sido accidental y no provocada, como apuntan algunas versiones de vecinos y testigos.

"No puede ser que en una hora la Policía tenga una versión de lo que ha pasado sin preguntar a la gente que estaba allí", ha afirmado Uwagboe.

La versión de los nigerianos señala que Okosun huía de personas de etnia gitana cuando llegó hasta la azotea del número 6 de una de las calles perpendiculares a Tomas Rullan y desde allí cayó al suelo. Ellos creen que lo lanzaron.

Un testigo de lo ocurrido, que ha preferido mantener su anonimato ante la prensa para no tener "futuras represalias", ha afirmado que él vio cómo un matrimonio joven gitano seguía a Okosun hasta que se metió en este inmueble y le dijo: "Te voy a matar, hijo de puta".

Este testigo ha añadido que tras la persecución se oyó el estruendo de la caída, que produjo la muerte de Efosa. Y que incluso el matrimonio bajó a ver su cuerpo.

"Llevo dos noches sin dormir porque veo al hombre (Okosun) aquí y su cabeza destrozada", ha contado el testigo anónimo.

El portavoz del colectivo gitano de Son Gotleu, que representa a cerca de 25 familias, Joaquín Fernández, ha preferido no opinar porque "hay que dejar que la justicia haga su trabajo y que decida si ha sido un accidente o ha sido provocado por una persona".

Fernández ha señalado que espera que la tranquilidad que se observa hoy en la barriada sea duradera, porque incluso él ha pasado miedo con lo que ocurrió ayer.

"Miembros de la comunidad gitana, por miedo a la represalia, se han marchado a casa de familiares o a otro sitio", ha precisado.

Para seguir manteniendo esta paz, un miembro de la Coordinadora de ONG de Baleares (CONGDIB), Maribel Alcázar, ha dicho que es necesario que la Policía continúe en el lugar y que las asociaciones sigan con su labor pacificadora,porque son la "clave de un trabajo preventivo par evitar futuros disturbios".

Alcázar ha manifestado que la situación actual en Son Gotleu es de expectación, pero que la comunidad nigeriana ha encontrado "unos cauces para expresar sus necesidades" a través de las asociaciones, importantes para mantener la paz.