Los Príncipes presiden en Santiago el funeral por las víctimas del tren

  • El Arzobispo de Santiago a las familias: "Galicia y España os llevan en el corazón"
  • Los Príncipes y la Infanta Elena dan el pésame a cada uno de los familiares, concluido el funeral

Los Príncipes de Asturias y la infanta Elena presidieron en la Catedral de Santiago de Compostela un emotivo funeral por las 79 víctimas mortales del descarrilamiento del tren acompañados por los presidentes de los gobiernos central y gallego, representantes de todas las administraciones, familiares y vecinos del barrio de Angrois.

A la izquierda del altar se han sentado las autoridades y a la derecha, otros familiares y público en general.

Además de Mariano Rajoy y Alberto Nuñez Feijóo, a la ceremonia oficiada por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, han asistido también, los ministros Ana Pastor, Jorge Fernández Díaz y Alberto Ruiz Gallardón, los presidentes del Congreso, Jesús Posada y del Senado, Pío García Escudero.

Numerosos presidentes autonómicos, entre ellos el de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, estuvieron presentes en el funeral, al igual que representantes de todas las fuerzas políticas, entre ellos el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba y el alcalde de Santiago, Angel Currás y la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

Centenares de fieles siguieron el oficio religioso desde el interior del templo y también a través de una pantalla gigante instalada en la Plaza de la Quintana sobre el escenario que inicialmente se habilitó para celebrar las fiestas de Santiago Apóstol, suspendidas por el accidente ocurrido el miércoles día 24.

Las campanas de la catedral empezaron tocar a muertos desde la seis de la tarde, una hora antes del comienzo del funeral oficial, y han acompañado la entrada de cientos de personas a la catedral en una cola que se formó sobre las cinco y media de la tarde y que discurría desde la plaza del Obradoiro a la de Platerías.

"GALICIA Y ESPAÑA OS LLEVAN EN EL CORAZÓN"

El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, ha asegurado esta tarde en su homilía a las familias de las víctimas del accidente ferroviario del pasado 24 de julio que Galicia y España les "llevan en el corazón" desde entonces. "Desde el primer momento os hemos tenido en nuestro corazón como también a ellos. Os ha llevado en su corazón Galicia y España y tantas personas. Cardenales, obispos, religiosos y laicos más allá de nuestras fronteras me han pedido que os transmita sus condolencias con su oración y solidaridad", ha afirmado el prelado.

"Al Santo Apóstol Santiago y a nuestra madre la Virgen María les pedimos que hayan peregrinado con las víctimas hasta el Pórtico de la Gloria celestial", ha añadido.

Barrio ha abierto su homilía con un recuerdo "orante" para los heridos que siguen en los hospitales y les ha deseado una pronta recuperación. También ha tenido palabras de recuerdo para las 39 víctimas del accidente de autobús registrado en la región italiana de Campania.

Barrio ha destacado que, muy especialmente, desde el primer momento el papa Francisco "acompañó a Galicia en su dolor con su cercanía espiritual, con su fraterno afecto y su emocionada solidaridad". "Se lo agradecemos vivamente. En el atardecer de un día que se presentaba festivo, la noticia del accidente ferroviario sobrecogió nuestra alma que buscó en la oración el sosiego para encomendar al Señor a los fallecidos, pedir la recuperación de los heridos e implorar el consuelo y la serenidad para las familias de las víctimas", ha agregado.

El arzobispo ha ensalzado la labor de todos aquellos que se desvivieron para atender a las víctimas, y el "esforzado" trabajo de cuantos colaboraron para paliar el inmenso dolor que siguió al siniestro.

Barrio ha precisado que hubiera preferido acompañar a las familias "sencilla y afectuosamente" en el silencio de la oración, pero ha afirmado que al presidir esta Eucaristía les ofrece el "consuelo" de parte de Dios Padre.

"Con este convencimiento quisiera, queridas familias, enjugar vuestras lágrimas y aliviar vuestro dolor". "Sólo la esperanza" en Jesucristo "puede consolar la pérdida de seres queridos y dar sentido a las vidas".

PÉSAME A LOS FAMILIARES

Tras la ceremonia, que ha durado una hora, los Príncipes de Asturias, la duquesa de Lugo, Rajoy y su mujer, Núñez Feijóo, el arzobispo y el alcalde de Santiago, Angel Currás, han recorrido durante más de veinte minutos los bancos donde estaban las familias de las víctimas para darles, uno a uno, el pésame.

Algunos de los familiares no han podido contener las lágrimas durante estos momentos, en los que los Príncipes y Doña Elena se han detenido en numerosas ocasiones para tratar de consolarles.

Después, Don Felipe, Doña Letizia y la Infanta han abandonado la catedral por la puerta del Obradoiro, la misma en la que les han recibido al llegar el arzobispo y los presidentes del Gobierno y de la Xunta, entre otras autoridades y que, a la salida, les han despedido.

VELAS EN RECUERDO DE LAS VÍCTIMAS

Familias, instituciones y establecimientos de hostelería han encendido a las 19.00 horas de esta tarde, justo cuando comenzaba el funeral en la catedral de Santiago, velas en memoria de las 79 víctimas mortales del accidente ferroviario del pasado miércoles.

"Estas velas quieren simbolizar la solidaridad de un pueblo que desea ayudar y apoyar a las familias de las víctimas mortales y de los heridos en este trágico accidente de tren", ha señalado la Asociación de Hostelería de Compostela, promotora de la iniciativa.

Las velas permanecerán encendidas hasta el próximo miércoles, cuando concluya el luto oficial

LA MEDALLA DE ORO DE SANTIAGO DE COMPOSTELA PARA LOS VECINOS DE ANGROIS

El Ayuntamiento de Santiago de Compostela ha acordado conceder la Medalla de Oro de la ciudad a los vecinos del barrio de Angrois "por su actitud ejemplar" al ayudar a las víctimas del accidente del tren ocurrido el pasado miércoles en la capital gallega.

Los vecinos de este pequeño barrio de Santiago prestaron generosamente su ayuda tras el siniestro junto a sus viviendas el pasado miércoles, cuando salieron corriendo de sus casas al ver que un tren había descarrilado y no dudaron en rescatar y atender heridos utilizando mantas, toallas, maderas y martillos, y sobre todo su cariño con los afectados.