Los dos vicepresidentes, Blanco y Camacho prometen sus cargos ante el Rey

  • Blanco asume el cargo de portavoz del Gobierno consciente de que es "muy difícil sustituir al mejor"

Antonio Camacho ha prometido este martes su cargo como ministro del Interior ante los Reyes y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un acto en el que también lo han hecho Elena Salgado y Manuel Chaves como vicepresidentes y José Blanco como portavoz. En el salón de audiencias del Palacio de la Zarzuela han leído la fórmula protocolaria de promesa de sus nuevas responsabilidades ante un ejemplar de la Constitución, otro de la Biblia y un crucifijo.

Al acto, que comenzó con quince minutos de retraso y que duró unos diez minutos, asistieron también el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, que actuó como notario mayor del Reino, y el jefe del Cuarto Militar, Antonio de la Corte, así como el ayudante del Rey. Don Juan Carlos, que presidió el acto apoyado en sus muletas ha departido al final del mismo, junto con la Reina y Zapatero, con los miembros del Gobierno, y ha saludado de forma más cariñosa a Antonio Camacho.

La primera en prometer su cargo ha sido Elena Salgado tras darse lectura al real decreto publicado en el BOE con su nombramiento. A continuación han repetido el mismo protocolo Manuel Chaves, que asume el cargo de vicepresidente de Política Territorial, Antonio Camacho, ministro del Interior, y José Blanco, como nuevo ministro portavoz del Gobierno.

Todos ellos han prometido ante un ejemplar de la Constitución, editado por encargo de las Cortes en 1980 y que se encontraba abierto por el título IV, artículo 100, referido al Gobierno y la Administración.

La Biblia utilizada para el acto fue editada en Valencia en 1791 y dedicada a Carlos IV, y estaba abierta por el texto Números

Tras el protocolo, que ha durado apenas diez minutos, los Reyes han saludado y felicitado a los nuevos ministros y han conversado con el jefe del Gobierno y el ministro de Justicia.

En esa conversación, Chaves comentó que algunos de los presentes "ya somos veteranos", mientras que el nuevo portavoz del Gobierno ha confesado a los periodistas que se encontraba algo nervioso porque "estas cosas imponen".Posteriormente han posado para la fotografía oficial. Una vez finalizado el acto, los nuevos ministros se han desplazado a sus respectivos ministerios para tomar posesión de sus cargos.

BLANCO DICE QUE ES DIFÍCIL SUSTIRUIR "AL MEJOR" Y PROMETE RESPETAR LA VERDAD

El nuevo portavoz del Gobierno, José Blanco, ha asumido hoy su cargo admitiendo que será muy difícil sustituir "al mejor", en referencia a Alfredo Pérez Rubalcaba, y se ha comprometido a respetar la verdad, la inteligencia de la gente, la independencia de los periodistas y la pluralidad de los medios.

En su primera intervención como portavoz del Ejecutivo en el Palacio de la Moncloa y arropado por Rubalcaba, por el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y por numerosos dirigentes socialistas, Blanco ha confiado en establecer una "línea directa, caliente" de comunicación con los periodistas. Hoy ha trazado sus prioridades, explicar qué hace el Gobierno y por qué, pero ha dejado las preguntas de los periodistas para su rueda de prensa tras el Consejo de ministros del viernes.

El titular de Fomento ha garantizado que su discurso será claro e institucional: "los españoles tienen razón, el enfrentamiento no nos hace avanzar, el ruido de la crispación interfiere en el buen funcionamiento de las cosas y quienes tiene la responsabilidad de representar a los demás deben estar a la altura de lo que significa nuestro país".Tras asegurar que tratará a todos por igual, ha recalcado que se le va a entender bien aunque quizás haya quien se limite a fijarse en su acento gallego.

Previamente, Rubalcaba le ha entregado el testigo elogiando la elección de Zapatero porque Blanco es, a su juicio, una persona "muy cercana", que "está todo el día para lo que tiene que estar" y fiable. El ya exvicepresidente ha bromeado con la dificultad del cargo de portavoz por la pelea constante que supone entre el titular que se quiere dar y el que el periodista quiere colocar.