La Casa del Rey ve razonable que don Juan Carlos sea aforado y no tenga estatuto

  • Don Felipe será Rey en cuanto su padre sancione la ley de abdicación
  • Zarzuela asegura que ni el resultado electoral ni la salud influyeron en la decisión del Rey
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La Casa del Rey considera "razonable" que don Juan Carlos disfrute de aforamiento cuando abandone el trono y no es partidaria de que sus futuras funciones sean reguladas por un estatuto específico.

En un encuentro informativo celebrado en el Palacio de la Zarzuela, un portavoz de la Casa ha explicado que corresponderá al nuevo Rey Felipe VI asignar las tareas que desempeñará su padre en esta nueva etapa, si bien ha apuntado que "a lo mejor interesa" aprovechar la dilatada experiencia de don Juan Carlos como interlocutor con líderes internacionales.

En todo caso, la Casa del Rey no ve conveniente "encapsular" sus futuras funciones con una ley o un decreto que estableciera un estatuto específico sobre sus actividades. En cuanto a su posible aforamiento, ha indicado que sería oportuno para "evitar disparates" y ha insistido en dejar claro que esta figura no supone inmunidad ni inviolabilidad, algo que perderá para sus futuras acciones a partir del momento en que deje de ser jefe del Estado.

El mismo portavoz ha insistido asimismo en aclarar que, tras ceder el testigo a su hijo como Rey, don Juan Carlos no desea utilizar ningún título nobiliario, por lo que no pasará a ser Conde de Barcelona.

El tratamiento de don Juan Carlos y doña Sofía y los honores que deberán recibir habrán de ser definidos en un Decreto, según ha puntualizado el portavoz de la Casa del Rey, que se ha remitido a lo que decida don Felipe como nuevo Rey también al ser preguntado por las tareas que desempeñará en el futuro la actual Reina.

TORRES-DULCE, SOBRE EL POSIBLE AFORAMIENTO DEL REY: "DEBE TENER UNA CONSIDERACIÓN ESPECIAL"

El Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha defendido que alguien como el Rey que ha representado la máxima instancia del Estado "debe tener una consideración especial" una vez que deje el cargo, aunque ha subrayado que es decisión del Gobierno y del Parlamento aforar o no a Don Juan Carlos cuando se haga efectiva su abdicación.

Torres-Dulce ha hecho esta declaración ante los periodistas antes de presentar el libro de Lorenzo Silva "Los cuerpos extraños" y a propósito de si se debe o no dar una protección jurídica especial al Rey cuando deje de serlo.

"Es una decisión que compete al Gobierno y al Parlamento y el ministerio fiscal respetará cualquier decisión que se adopte", ha sido su primera respuesta. "En principio, me parece que alguien que ha representado la máxima instancia del Estado debe tener una consideración especial. No es una persona que no tenga detrás de sí una carga simbólica y real", ha agregado.

DON FELIPE SERÁ REY EN CUANTO SU PADRE SANCIONE LA LEY DE ABDICACIÓN

El Príncipe de Asturias pasará a ser el Rey Felipe VI en cuanto su padre sancione la ley orgánica que recoge su abdicación, una vez aprobada por el Congreso y el Senado, en una ceremonia que se celebrará en el Palacio Real. La fecha de este acto aún no está decidida, como aún no lo está el día de la proclamación en solemne sesión de las Cortes Generales.

Según fuentes de Zarzuela, una vez que el Congreso ha decidido que discutirá la ley orgánica de abdicación el próximo 11 de junio, sólo queda esperar a que el Senado fije fecha para el pleno en el que votará esta misma norma, requisito imprescindible para consumar la abdicación de Juan Carlos I.

Una vez aprobada por la Cámara Alta, "lo lógico", según las mismas fuentes, es que seguidamente se celebre el acto de sanción, que tendrá lugar en el Palacio Real, y, al día siguiente, la proclamación en el Congreso de los Diputados, en sesión solemne de ambas cámaras.

Además de pasar a ser automáticamente nuevo Rey, el acto de sanción por parte de don Juan Carlos comportará que don Felipe reemplazará a su padre como capitán general de los ejércitos, en su calidad de jefe supremo de las Fuerzas Armadas.

Zarzuela quiere que la sanción de la ley de abdicación tenga un carácter emblemático, y por ello va a celebrarse en el Palacio Real, donde han tenido lugar otros acontecimientos históricos, como la firma del Tratado de Adhesión de España a las Comunidades Europeas, en el año 1985.