La prima de riesgo sube a 366 puntos básicos con el bono a 10 años en máximos

  • El Ibex 35 cede un 1,44% con el interés del bono a 10 años alcanzael 6,37%
  • La Eurozona prepara su cumbre entre la presión creciente de los mercados

Caídas en la bolsa, y repunte de la prima de riesgo de la deuda española que ha cerrado cerca de máximos históricos. El Ibex cierra con una caída del 1,44% hasta los 9.347,8 puntos; y la prima de riesgo de España, que se mide con el sobrecoste que los inversores exigen para comprar bonos españoles en vez de alemanes, cierra en 366 puntos básicos, con lo que vuelve a superar el máximo registrado al cierre de la sesión desde la entrada en el euro.

Así, la prima de riesgo española subió hoy hasta los 366 puntos básicos, con lo que vuelve a superar el máximo registrado al cierre de la sesión desde la entrada en el euro, mientras que la rentabilidad del bono a diez años también se incrementó hasta el 6,31 %, su mayor nivel desde agosto de 1997.

Según los datos de mercado recogidos por Efe, la prima de riesgo española, que comenzó la sesión de hoy en los 342 puntos básicos, desde los 337 del viernes, llegó a alcanzar un máximo diario de 372 puntos básicos, aunque posteriormente se relajó hasta los 366.

Por su parte, la rentabilidad del bono español que finalizó el viernes en el 6,071 %, subió hoy casi 25 centésimas.

El nuevo alza del diferencial español se produce después de que el pasado viernes, tras el cierre del mercado, se publicaran los resultados de las pruebas de resistencia de la banca europea y en medio de la incapacidad de la Unión Europea para avanzar en el segundo plan de rescate para Grecia.

CAIDAS EN LOS MERCADOS

El Ibex 35 ha cedido un 1,44% y ha perdido la cota de los 9.400 puntos con la prima de riesgo por encima de los 370 puntos básicos y el interés del bono español a 10 años escalando hasta el 6,31%, su máximo histórico.

La primera jornada bursátil tras conocerse los resultados de las pruebas de resistencia a las que la autoridad bancaria europea ha sometido a las entidades financieras ha continuado la racha que comenzó semanas atrás, cuando repuntó la crisis de deuda soberana y las dudas de los inversores empezaron a lastrar las bolsas de Italia y España.

Tal y como ha señalado a Europa Press la analista de Renta 4 Nuria Álvarez "en los mercados de valores están cotizando las dudas respecto a los países periféricos en estos momentos", por lo que ha descartado que los resultados de los test de estrés hayan tenido alguna influencia sobre lo ocurrido hoy en el parqué madrileño.

"A primera hora de la mañana puede que las pruebas de resistencia sí hayan tenido algo que ver en los repuntes que han protagonizado los bancos", ha reconocido Álvarez, aunque ha matizado que esta posibilidad se ha difuminado a lo largo de la jornada.

Los valores que más pérdidas han registrado al final de la sesión han sido CaixaBank, Sacyr y Mapfre, los tres con retrocesos superiores al 4%, frente a Grifols (+1,12%) e Inditex (+0,37%), las dos únicas compañías que han conseguido ganar posiciones.

Por su parte, los 'pesos pesados' del selectivo han seguido la línea de la jornada y han cerrado con descensos, destacados en los casos de BBVA (-2,33%), Banco Santander (-1,83%) y Telefónica (-1,38%).

PROBLEMA DE SOLVENCIA

Según la analista de Renta 4, si la situación que se está viviendo en los índices bursátiles, "en los que se ha generado un pánico continuado, prosigue, "el propio mercado va a acabar creando un problema de solvencia" al que augura una difícil solución.

Sin embargo, parece que esto no ha amilanado al Tesoro español, que entre el martes y el jueves espera colocar 7.250 millones de euros de deuda soberana.

En el resto de las principales plazas europeas, Milán ha vuelto a vivir una sesión nefasta y se ha desplomado un 3,1%, acosada por las dudas del mercado acerca de su deuda soberana. Mientras, París (-1,8%), Francfort (-1,4%) y Londres (-1,2%) también han finalizado la jornada en 'números rojos'.

En el mercado de divisas, el euro ha perdido posiciones respecto al dólar ,y al cierre de la jornada en el 'Viejo Continente' el cambio entre las dos monedas ha quedado establecido en 1,4044 unidades.

La Eurozona prepara su cumbre entre la presión creciente de los mercados

Por otra parte, la zona euro trabaja contrarreloj en el diseño del segundo rescate griego para contar con una señal clara que enviar a los mercados, que no cesan en su presión, durante la cumbre de líderes que se celebrará el próximo jueves en Bruselas.

El Gobierno alemán afirma que está trabajando "con todas sus fuerzas" en el desarrollo del segundo plan de ayuda a Atenas y asegura que se situará "claramente del lado de Europa" cuando llegue el momento de adoptar decisiones, según explicó hoy el ministro germano de Exteriores, Guido Westerwelle, en la capital europea.

Sin embargo, el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, rebajó cualquier gran expectativa creadas en torno a la cita al considerar que la cumbre no aportará una solución para todos los problemas de la zona euro.

Esta mezcla de paños fríos y calientes es la que ha caracterizado las declaraciones provenientes de Berlín en los últimos días, lo qeu ha fomentado la incertidumbre sobre el resultado de una cumbre proyectada para acabar con la crisis de la deuda soberana, pero que Alemania ha sido reticente a convocar ante la duda sobre su éxito.

Todavía ayer, la canciller Angela Merkel indicó que sólo participará si percibe que será posible tomar decisiones concretas, aunque acto seguido dijo que era "optimista" a ese respecto.

En el corazón de problema se encuentran las diferencias entre Alemania y el Banco Central Europeo sobre la aportación del sector privado al segundo rescate de Grecia, cuantificado en unos 110.000 millones de euros.

Un grupo liderado por Alemania, Holanda y Finlandia desea obtener una "sustancial" contribución de los bancos, a la que se oponen el BCE y otros países como España, ante el temor de que se perciba como un impago parcial de la deuda helena y aliente una mayor desconfianza de los mercados hacia la deuda soberana de la eurozona.

En este contexto, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, volvió a advertir a los líderes de la Eurozona que no aceptará deuda griega como aval en las operaciones de refinanciación de la banca helena en caso de que se produzca una declaración de impago total o parcial.

Esta advertencia reiterada en una entrevista publicada hoy es muy importante, pues obligaría a diseñar herramientas para mantener el sistema bancario heleno a flote sin el apoyo del BCE, lo que podría arruinar el efecto perseguido con la integración del sector privado en el rescate, que es reducir la contribución de los Estados.

Pese a estas advertencias, el enfoque alemán pareció ganar fuerza durante la última reunión de ministros de Finanzas del euro, el lunes de la semana pasada, aunque no hay ninguna opción cerrada, tal y como confirman fuentes europeas.

Concretamente, la zona euro trabaja ahora sobre dos aspectos: un abaratamiento de los tipos de interés en los préstamos a los países rescatados para afianzar la viabilidad de su deuda y un programa de recompra de bonos para Grecia, visto con buenos ojos por el BCE.

Este segundo punto tendría como objetivo aligerar en unos 20.000 millones el volumen de la deuda helena en circulación y bajar su interés.

Podría hacerse mediante préstamos del fondo de rescate a Atenas, de forma que sea el propio Tesoro griego el que intervenga en el mercado, o permitiendo que sea el fondo el que compre las obligaciones (aunque esta segunda opción requeriría un cambio legislativo).

Por otro lado, y también dentro de las reuniones preparatorias de la cumbre, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvo hoy un encuentro con la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Elena Salgado.

Zapatero opina que el debate sobre el papel de los bancos está en el origen de la reactivación de la crisis de la deuda, que es necesario desactivar.

Según explicó el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, España está a favor de flexibilizar el fondo de rescate y también baraja la emisión de eurobonos defendida por otros líderes socialistas, aunque es muy poco probable que ésta última prospere ante la oposición de Alemania, Francia y el BCE.