Intelectuales lanzan un manifiesto para combatir la corrupción

  • Abogan por elecciones primarias, congresos cada uno o dos años y mandato limitado de tesoreros
  • Piden una nueva Ley de Partidos
Manifiesto ley de partidos
Manifiesto ley de partidos |Telemadrid

Un grupo de académicos, economistas, escritores, científicos o representantes del mundo de la cultura han elaborado un manifiesto en el que reclaman la puesta en marcha de una nueva Ley de Partidos Políticos que favorezca la "regeneración de la vida democrática", aporte una "mayor transparencia" en su funcionamiento y así se pueda "combatir la corrupción en España".

Entre los promotores de esta iniciativa, que se presentará el próximo martes en Madrid y que se puede seguir en la página web www.porunanuevaleydepartidos.es, se encuentran el profesor de la London School Luis Garicano; el economista y empresario César Molinas; la presidenta de la Fundación Hay Derecho Elisa de la Nuez, y el diplomático y escritor Carles Casajuana.

Según consta en el manifiesto, firmado por un centenar de personalidades y al que ha tenido acceso Europa Press, después de 30 años de democracia, en España los partidos políticos "funcionan mal" porque "las leyes y pactos para controlar la corrupción han fracasado".

"En todos los países hay corrupción política, pero la democracia interna de los partidos, la competencia entre los que son dirigentes y los que aspiran a serlo y las obligaciones de transparencia impuestas por la ley propician que los políticos corruptos sean apartados con celeridad. En España esto no ocurre y la corrupción crece", explica.

QUE ESPAÑA SE PAREZCA A EUROPA

Así, los promotores sugieren una nueva Ley de Partidos en la que se regule su actividad y se asegure su democracia interna y la transparencia y el control de su financiación. Según ha explicado César Molinas en declaraciones a Europa Press, se trata de que España "se parezca a Europa" para que los partidos políticos pasen de estar "autorregulados" a ser "regulados por ley".

Todo ello, ha añadido Molinas, es visto por los promotores del manifiesto como un paso "necesario" para llevar a cabo después un "proceso de reforma institucional mucho más amplio" que, a su juicio, debería acometerse en España y en el que se podría incluir la reforma de la Justicia, la regulación de los 'lobbies' y la separación de los cargos políticos y los puestos administrativos.

Se trata, ha explicado, de que nuestro país pueda contar con unas instituciones "a la altura de los retos a los que se enfrenta" ahora con la crisis económica, política e institucional por la que está pasando, algo que considera que no se podría conseguir con la regulación actual de los partidos.

EL PRECIO POR LA ESTABILIDAD

Para Molinas, España ha gozado de una etapa de "mucha estabilidad política" desde la Transición con la legislación por la que se rigen actualmente los partidos, si bien ha remarcado que todo esto tiene "un precio" como es "la falta de liderazgo claro o la corrupción".

Entre otras cosas, los promotores de la iniciativa proponen que la nueva Ley de Partidos debería exigir celebración de congresos cada año o dos años, reunión de los órganos de control a fecha fija, composición de los congresos y órganos de control proporcionales al número de afiliados o votos, elecciones mediante voto secreto de afiliados o delegados, elección de candidatos a cargos representativos por primarias, mandato limitado de tesoreros y constitución de comisiones independientes para verificar gastos en las campañas e inspecciones para comprobar el cumplimiento de los límites de gasto electoral.

Esta iniciativa, a la que los promotores han denominado 'Manifiesto de los cien por una nueva Ley de Partidos Políticos', ha sido impulsada por la sociedad civil y detrás de ella "no hay ningún grupo, ni organización, ni intereses políticos, económicos o de cualquier otro tipo". Son, según Molinas, personas pertenecientes al "establishment" que pretenden concienciar y movilizar para que "las cosas empiecen a cambiar". "Es muy difícil que todo cambie desde dentro; hace falta la presión de la sociedad civil", ha afirmado.