El Rey destaca la ejemplaridad y generosidad de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil

  • El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha asegurado que la principal tarea es mantener operativas las capacidades militares

El Rey ha presidido hoy la celebración solemne de la Pascua Militar y ha animado en su discurso a las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil a perseverar en su "ejemplaridad", a "seguir transmitiendo confianza y serenidad", a "continuar trabajando unidos por la seguridad y el bienestar del conjunto de los españoles" y a ser "los primeros en ofrecer y los últimos en recibir".

Don Juan Carlos se ha declarado "plenamente consciente" del "enorme esfuerzo" que realizan los militares, tras un "duro año", por "mantener las capacidades" necesarias para garantizar la defensa de España y ha advertido de que es "imprescindible" continuar avanzando por la senda que permita obtener "el máximo rendimiento de los recursos".

Tras agradecer el "patriotismo", la "solidaridad" y la "generosidad" demostrada por los miembros de las Fuerzas Armadas y del Instituto Armado, el jefe del Estado ha proclamado: "Nuestra sociedad responderá siempre a vuestra generosidad con su reconocimiento y admiración, como reflejan las encuestas; y yo, como siempre, sentiré el orgullo de ser vuestro Jefe".

MANTENER LAS CAPACIDADES OPERATIVAS

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha asegurado en el acto de la Pascua Militar que, a lo largo de 2013, "la mayor de las tareas" ha sido mantener operativas, "haciéndolas más eficientes aún", las capacidades militares con las que España cuenta.

En su discurso ante Don Juan Carlos, Morenés ha señalado que esas "tareas" ha habido que hacerlas "en paralelo, solidariamente", con "las restricciones presupuestarias que todos los españoles afrontan para salir de la crisis".

Tras trasmitirle su felicitación y la de los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, ha indicado que 2013 "estuvo cargado de situaciones difíciles" que hubo que superar, así como de nuevas tareas que han sabido encarar con buen ánimo y la convicción de que España se abrirá camino, "lo está haciendo ya, hacia un futuro mejor cada día".

Ha añadido que la voluntad del Gobierno es aportar su contribución a la seguridad y a la defensa de los valores universales sobre los que se apoya la convivencia y la estabilidad mundial, en defensa también de "nuestra seguridad y nuestros intereses".

Ha aludido a la "fortaleza de una jerarquía" que garantiza, con "su comportamiento ejemplar por responsable y con el resto de los poderes públicos, el bien común de toda la nación española, que se sustenta en los principios de la soberanía nacional, y la unidad y la solidaridad entre todos los españoles".

PRIMER ACTO FUERA DE ZARZUELA

El Rey don Juan Carlos llegaba en torno a las 12:30 horas al Palacio Real de Madrid, acompañado por la Reina y los Príncipes de Asturias, y se ha acercado a pie, con la ayuda de dos muletas, al Patio o Plaza de la Armería para presidir el inicio de la celebración solemne de la Pascua Militar.

Don Juan Carlos, que ayer cumplió 76 años y reaparece hoy en su primera actividad oficial fuera de la Zarzuela tras la intervención quirúrgica en la cadera del pasado 21 de noviembre, ha sido recibido cerca de la puerta del palacio que se abre a la Plaza de la Armería por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los ministros de Defensa, Pedro Morenés, y de Interior, Jorge Fernández Díaz.

El jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Fernando García Sánchez, también ha dado la bienvenida en ese lugar, el Zaguán de Embajadores, al Rey, a doña Sofía y a los Príncipes, que han llegado en automóvil directamente hasta el interior del palacio y han accedido a pie desde allí a la plaza.

El Monarca ha caminado hasta una alfombra roja instalada en la plaza a pocos metros de la denominada Puerta del Príncipe y, apoyado en una sola muleta, ha presidido desde ese lugar la parada militar, en la que una formación de la Guardia Real le ha rendido honores y don Juan Carlos ha escuchado el himno nacional y las veintiuna salvas de honor.

Tras la ceremonia militar, nuevamente con la ayuda de dos muletas, ha accedido a continuación con doña Sofía y los Príncipes al interior del palacio, donde los cuatro han utilizado el ascensor llamado "de Carlos III" para saludar en la saleta Gasparini al resto de la cúpula militar y otras autoridades y representantes militares.

De acuerdo con el nuevo protocolo para esta ceremonia inaugurado hace un año, no formaba parte de la línea de saludos el conjunto de representantes de las Reales y Militares Órdenes de San Fernando y San Hermenegildo, de la Guardia Civil y de la Hermandad de Veteranos, de modo que los Reyes y los Príncipes se han encontrado con el resto de invitados en el Salón del Trono.

Allí, don Juan Carlos tomará asiento para seguir la tradicional alocución del ministro de Defensa y, a continuación, pronunciará su discurso de pie ante un atril, antes de trasladarse todos al Salón de Columnas para asistir a una breve recepción ofrecida por el Monarca.

Además de suprimir la revista a la tropa en la Plaza de la Armería y acortar la línea de saludos en el interior del palacio, el formato reducido de la ceremonia que se estrenó en 2013 ha eliminado también la tradición por la que el Rey, en su calidad de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, imponía en el Salón del Trono las condecoraciones concedidas a miembros de las comisiones militares.

La celebración militar con la que se inaugura la agenda política nacional en este nuevo año tiene su origen en el siglo XVIII, cuando Carlos III felicitó a las tropas españolas que recuperaron la localidad menorquina de Mahón, que estaba en poder de los ingleses, el 6 de enero de 1782.

Como prueba de aprecio a sus Ejércitos, Carlos III ordenó a virreyes, capitanes generales y demás jefes que en el día de la Epifanía reuniesen a las guarniciones para felicitarles en su nombre.