El Príncipe recuerda el Compromiso de Caspe como ejemplo de consenso

  • Convirtió en Rey de Aragón a un castellano en 1412
  • Los Príncipes de Asturias visitan Alcañiz y Caspe

El Príncipe de Asturias ha puesto como ejemplo de "consenso" para los españoles el conocido como 'Compromiso de Caspe', el pacto al que llegaron aragoneses, valencianos, mallorquines y catalanes para nombrar rey de la Corona de Aragón en 1412 a un castellano, Fernando de Antequera, de la dinastía de los Trastámara, tras la muerte dos años antes de Martín I 'el Humano' sin dejar descendencia. En su visita a este municipio aragonés, ha subrayado que "más allá de los jueces y parlamentarios que firmaron" el acuerdo y más allá del elegido para ocupar el trono, "lo que de verdad convierte a aquellas gentes en modelo para la Historia es que quisieron y supieron resolver la crisis" a través del "consenso", la "concordia" y el "compromiso", conceptos "fundamentales" que deben servir de "divisa" para "políticos de todos los tiempos".

La visita hoy de los Príncipes de Asturias primero a Alcañiz y luego a Caspe coincide con el Sexto Centenario de la 'Concordia de Alcañiz' y el 'Compromiso de Caspe', "unos de los hechos más extraordinarios de la historia política e institucional de España durante la Edad Media", en palabras del Heredero de la Corona horas antes desde Alcañiz.

Ambos acuerdos permitieron solucionar la crisis ocasionada por la muerte del rey Martín I de Aragón, 'el Humano', sin dejar descendencia en mayo de 1410. En aquella fecha, "aragoneses, catalanes, mallorquines y valencianos, que llevaban casi trescientos años compartiendo un proyecto político común, se vieron de pronto ante una insólita situación de vacío de poder legítimo y legal", ha recordado el Heredero de la Corona.

"El sistema creado y el orden establecido, donde las identidades de cada uno de los territorios habían crecido en el respeto a los intereses del conjunto, se vieron hondamente alterados y la unión largamente conservada en riesgo de una ruptura que nadie había previsto", ha continuado.

La Corona de Aragón que surgió de la unión del reino de Aragón y el condado de Barcelona en el siglo XII, y a la que en el siglo XIII se sumarían los reinos de Mallorca y Valencia, creció no por azar, ha remarcado el Príncipe, "sino por la voluntad secular de las sucesivas generaciones" que lograron "una de las grandes potencias de la Cristiandad y del mundo de entonces".

"PARTES DE UN TODO COMPARTIDO"

Los territorios que constituían entonces la Corona eran "iguales y diferentes entre sí". Tenían "identidades propias", ha reconocido, pero mantenían el "sentimiento de ser partes de un todo compartido" y las desavenencias se resolvían "a través de los mecanismos y las instituciones pactadas y acordadas".

La situación que generó la muerte de Martín I sin dejar descendencia "no era fácil" de afrontar para esos territorios, pero ahí se puso de manifiesto, según ha subrayado el Príncipe, "la madurez de pueblos sabios dotados de una incipiente capacidad de representación, convencidos de la necesidad de proteger, sobre todo, la gobernación, la justicia y los derechos de todos por encima de los intereses particulares".

En febrero de 1412, representantes de Aragón y Cataluña acordaron la 'hoja de ruta' a seguir para designar al sucesor de Martín I --'la Concordia de Alcañiz-- y que cristalizaría meses después en el 'Compromiso de Caspe'.

Ambos episodios son, en opinión del Heredero de la Corona, una lección de "grandeza de espíritu" y de "amplitud de miras" que, 600 años después, "debe ser reconocida y ensalzada con orgullo y emoción por todos los españoles".

Sus Altezas Reales han llegado a Caspe, capital del Bajo Aragón zaragozano, pasadas las 17.00 horas, han saludado a las autoridades y han visitado la Casa Consistorial, desde cuyos balcones han saludado a centenares de caspolinos que se han acercado al Ayuntamiento para saludarles. Las rondallas Caspolina y del Compromiso han interpretado varias jotas.

Posteriormente han visitado la Colegiata local, donde Don Felipe ha sido recibido por el arzobispo de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña. S.A.R. ha pronunciado su discurso, y finalmente han subido al castillo, donde se les ha mostrado un cuadro referente al Compromiso de Marín Bagüés, pintado en 1911 y restaurado recientemente por la Diputación de Zaragoza.