Un capitán de la Guardia Civil vincula a dos acusados de Alsasua con el "entorno de la disidencia de ETA"

  • El Perito de la Guardia Civil asegura que la agresión de Alsasua fue planificada
  • La doctora que atendió al teniente con el tobillo roto asegura que este tipo de lesiones son las que se ven en atropellos

Un capitán de la Guardia Civil ha afirmado este lunes que dos de los acusados por la agresión de Alsasua, Jokin Unamuno y Adur Ramírez, estuvieron dos meses antes de los hechos en una manifestación organizada en el municipio de Etxarri Aranatz por "el entorno de la disidencia de ETA", esto es, "la gente más radical dentro del entorno abertzale". Para la convocatoria, a través de las redes sociales, se utilizó el "anagrama de Askatasuna". Esta protesta es uno de los hechos con los que el capitán de la Benemérita, perteneciente a la Brigada de Información de Navarra, ha intentado acreditar que la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en la localidad navarra el 15 de octubre de 2016 fue "premeditada" y "no fue casualidad".

A preguntas del fiscal José Perals durante el juicio que se está celebrando en la Audiencia Nacional, el oficial ha enumerado varios de estos hechos. En primer lugar, ha mencionado que en junio de 2016 hubo una jornada de puertas abiertas de la Guardia Civil en Alsasua y que miembros del movimiento Ospa Eguna --que pretende la expulsión de las fuerzas de seguridad del Estado del País Vasco y Navarra-- distribuyeron "panfletos" para intentar que no se celebrara.

Otro hecho, ha explicado el guardia civil, fue el día de Ospa Eguna, en agosto de ese año, para el que Jokin Unamuno pidió autorización en el Ayuntamiento. "Aquí volvió ha haber un contacto entre Jokin y el teniente agredido" en octubre, ha resaltado.

El tercer hecho apuntado por el capitán fue la misa del 12 de octubre, día de la patrona de la Guardia Civil, sólo unos días antes de la agresión. Ese día, ya relatado en alguna ocasión anterior durante el juicio, ocho individuos se personaron cerca de la puerta de la iglesia del Convento de los Capuchinos de Alsasua para protestar y entre los asistentes estaban Unamuno y Ramírez, para los que el fiscal pide 50 años de prisión por lesiones terroristas.

SIMILAR A LA DE PAMPLONA DEL 11 DE MARZO DE 2017

El cuarto hecho, ha añadido, se produjo a principios de septiembre de 2016 con la manifestación en Etxarri Aranatz, situado a unos diez kilómetros de Alsasua, una protesta "no comunicada" y cuyo lema era "Por los presos enfermos, amnistía total. Los presos en lucha, nosotros también", según la versión del capitán.

Este guardia civil ha explicado que aquella no fue "la típica manifestación" a favor de los presos etarras, sino que la ha enmarcado en el "entorno de la disidencia de ETA, de la gente más radical dentro del entorno abertzale". La manifestación, ha remarcado, fue "publicitada en redes usando el anagrama de Askatasuna" y el capitán la ha comparado con los asistentes a la marcha que se celebró en Pamplona el 11 de marzo de 2017 que terminó con disturbios y por la que 12 jóvenes están imputados por delitos de terrorismo también en la Audiencia Nacional.

A Adur Ramírez también se le identificó en una concentración ante el Ayuntamiento de Pamplona a favor de los presos de ETA convocada por Ernai, que, según ha explicado el oficial, son las "juventudes de Sortu", las conocidas tradicionalmente como Jarrai. Eso sí, ha remarcado que Ernai es "una organización legal". Además de Jokin Unamuno y Adur Ramírez, el capitán del Instituto Armado ha identificado a otros dos acusados, Julen Goicoechea y Aratz Urrizola, en distintos actos organizados por el movimiento Ospa Eguna.

Sobre Adur Ramírez, ha contado que "no se dejó detener". "Fuimos a su casa y su padre nos dijo que no iba a ser detenido por la Guardia Civil", ha señalado, aunque después ha confirmado que más tarde se personó voluntariamente en la Audiencia Nacional. Su abogada ha concretado que fue esa misma tarde.

LA AGRESIÓN FUE PLANIFICADA

Un perito de la Guardia Civil, miembro del Grupo de Información de este cuerpo en Navarra, ha asegurado hoy que la agresión en Alsasua a dos agentes del instituto armado y a sus parejas fue planificada y no se trató de un "hecho casual".

Este agente ha comparecido en el juicio que se desarrolla en la Audiencia Nacional por esos hechos, ocurridos en la madrugada del 15 de octubre de 2016, y ha declarado en su doble condición de testigo, al haber instruido la detención de los ocho acusados, y de perito al ser miembro del Grupo de Información.

Durante su relato, ha argumentado su afirmación en cuatro hechos anteriores a la agresión, en los que uno de los acusados, que está en prisión provisional, Jokin Unamuno, ya había tenido algún "contacto" con el teniente agredido por acciones vinculadas al movimiento radical Ospa Eguna y por otras del colectivo disidente de ETA.

Acciones algunas de ellas en las que también participó Adur Ramírez -en prisión provisional-, según el testigo y perito, quien ha aseverado: "Desde nuestro punto de vista, y viendo datos objetivos, no se trató de un hecho casual".

Las cuatro acciones que apuntalan su afirmación son, según ha relatado, las jornadas de puertas abiertas de la Guardia Civil en Alsasua el 15 de junio de 2016, cuando se produjo una concentración espontánea del movimiento Ospa Eguna (cuyo objetivo es expulsar a las fuerzas de seguridad del Estado de Navarra y País Vasco) y donde alguno de los acusados ya tuvieron "contacto" con el teniente.

Un segundo acto fue el Ospa Eguna de 2016, convocado por Jokin Unamuno y, aunque "no fue especialmente conflictivo" -solo hubo pintadas y lanzamiento de bengalas-, también se produjo un contacto con el teniente.

El tercer incidente que ha relatado el perito tuvo lugar en la misa celebrada en los Capuchinos de la localidad con motivo de la patrona de la Guardia Civil, el 12 de octubre. Alrededor de ocho personas, entre ellas Unamuno y Jokin, se pusieron en la puerta de la iglesia y se les pidió que se fueran. El teniente también estaba en esa ocasión.

Por último, el perito de la Guardia Civil ha mencionado un cuarto incidente, en esta ocasión ocurrido en la localidad de Echarri-Aranaz, muy próxima a Alsasua, que acogió a principios de septiembre de 2016 una manifestación "no comunicada" cuyo lema era "Por lo presos enfermos, amnistía total. Los presos en lucha, nosotros también".

Según este agente, se trata de una manifestación "atípica", que "no es la tradicional" en favor de los presos y que la Guardia Civil encuadra en la "disidencia de ETA", de un movimiento más radical que no acepta el fin de la violencia de la banda terrorista.

Unamuno y Ramírez participaron en esa manifestación, según el testigo, que ha precisado que el teniente agredido acudió en su labor de seguridad y control.

Solo ese día y otra protesta similar que tuvo lugar el 11 de marzo de 2017 en Pamplona, son las únicas protagonizadas por ese movimiento disidente y en ellas participaron las mismas personas.

LA DOCTORA QUE LES ATENDIÓ

Durante la sesión del juicio de este lunes, la sexta, también ha comparecido una doctora del hospital de Pamplona donde fueron atendidos los guardias civiles agredidos y sus parejas. Según su versión, el estado del tobillo del teniente era una lesión similar a las que ella ve "en atropellos" y que era "compatible" con la versión aportada por el herido. La doctora ha explicado que si el teniente se hubiera tropezado con el escalón de la entrada del bar Koxka, donde ocurrieron los hechos, habría presentado "como mucho" un esguinde. Sin embargo, en este caso "tuvo que ser algo que impactara con alta energía con el tobillo directamente", tras lo cual ha recordado que la lesión precisó intervención quirúrgica la misma noche de la agresión.

En cuanto al sargento, la doctora ha indicado que recibió golpes por todo el cuerpo y que presentaba un gran hematoma que "ocupaba toda la pierna izquierda". Además, ha subrayado que "si normalmente un hematoma dura siete días en desaparecer", el del herido continuaba "un mes y pico después", lo que sugiere que fue debido a un "impacto importante".