El Parlamento catalán prohíbe las corridas de toros en Cataluña

El Parlamento de Cataluña ha decidido prohibir la celebración de corridas de toros en este territorio a partir de 2012, en una ajustada votación en la que los diputados de CiU y PSC han decantado la balanza a favor de las tesis animalistas, respaldadas por ERC e ICV y rechazadas por PP y C's. Han votado a favor de la prohibición 68 diputados, 55 en contra y 9 abstenciones.

La mayoría de diputados de CiU se ha inclinado por la prohibición --32--, frente a los siete que han votado en contra, seis que se han abstenido y tres no han participado en la votación.

En cuanto al PSC, de sus 37 diputados, tres secundaron la prohibición, tres más se abstuvieron y 31 votaron por la continuidad de los festejos taurinos en Cataluña, entre ellos el propio presidente de la Generalitat, José Montilla.

Votaron en contra de la prohibición 55 diputados: los 14 del PP, los 3 de C's, siete diputados de CiU y 31 del PSC. Se abstuvieron nueve diputados: seis de CiU y tres del PSC.

Tras meses de polémicas entre detractores y aficionados a la fiesta, el Parlament se ha pronunciado este miércoles sobre la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) respaldada por 180.000 ciudadanos. Se trata de la segunda autonomía --después de Canarias-- que acuerda la prohibición de los toros en su territorio, alegando motivos de defensa de los animales y haciendo uso de sus competencias en materia de festejos.

En la práctica, la decisión política comportará la desaparición en un año y medio del único coso de la comunidad: La Monumental de Barcelona, por donde han desfilado últimamente figuras como José Tomás. No obstante, se mantienen los 'correbous' y 'corrella', la suelta de toros y vaquillas en fiestas de poblaciones del sur de Tarragona, que no implican la muerte del animal.

DEBATE

Durante el debate, el PSC-CpC ha optado por un tono moderado y ha reivindicado mantener la libertad de los catalanes para asistir a las corridas, mientras que PPC y C's han arremetido contra los abolicionistas y han denunciado el afán de CiU, ERC e ICV-EUiA de acabar con "este signo de identidad español".

El diputado de CiU Josep Rull ha recordado que Antonio Machado, Lope de Vega, Santiago Ramón y Cajal o Jacinto Benavente, entre otros, mostraron su "animadversión" hacia las corridas de toros simplemente para lograr "un país mejor".

"¿Es que les movía la pretensión de ir en contra de elementos clave de la identidad española? No", ha espetado Rull, que ha recordado que el Rey Carlos III prohibió las corridas en todo el Estado y no era "sospechoso de ser catalanista furibundo".

Por su parte, el diputado del PSC-CpC David Pérez ha recordado que, aunque su grupo ha dado libertad de voto, de forma mayoritaria votaría "contra la prohibición", y ha reivindicado que los sentimientos "no se pueden limitar o menospreciar por minoritarios".

A pesar de respetar la postura de cada uno de los diputados de su grupo, Pérez, reconocido protaurino, ha reivindicado el llamado "manifiesto de la Mercè" en defensa de las corridas y ha leído un párrafo para apelar a sus compañeros a respetar esta tradición.

"Prohibir, un verbo que tan a menudo nos ha venido de fuera, no lo reconocemos en nuestra tradición ni en nuestra cultura hecha de tolerancia, respeto, pacto, inteligencia, entendimiento y cordura", ha asegurado, citando parte de ese escrito.

En nombre de ERC ha tomado la palabra su presidente, Joan Puigcercós, que cree que la especie de los toros no se extinguirá en Cataluña por la decisión de hoy, puesto que "aquí no hay dehesas".

"Hay que enviar un mensaje al mundo de que la sociedad catalana evoluciona", ha subrayado el líder de ERC, que también ha negado que la votación de hoy sea una reacción contra España: "Se ha querido buscar una confrontación (con España) que no es tal. En el resto del Estado también hay abolicionistas".

En nombre del PPC, Rafael Luna ha dicho tener "serias dudas" de si el Parlament tiene competencias para abolir la denominada "Fiesta Nacional" y ha concluido que, pese a que los toros son una tradición catalana, los grupos nacionalistas quieren vetar estos festejos porque "molesta todo lo que tenga un cierto sabor a España".

"El animal no tiene derechos individuales a proteger, somos los humanos quienes tenemos la obligación de protegerlos", ha opinado, entre apelaciones a la libertad y tras alertar de que la prohibición comportará un coste medio de 250 euros a cada familia catalana.

Por ICV-EUiA, el diputado Francesc Pané ha reivindicado "exonerar a los catalanes de una fiesta que espanta la sensibilidad", y ha tildado de "inmoralidad" asociar un debate animalista con la relación entre Cataluña y España.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha denunciado el afán de CiU y ERC por "borrar del mapa un icono" español, y ha avisado que está en juego "perder un trocito de libertad".

En tono provocador, ha espetado a los diputados antitaurinos: "A algunos, por el aspecto que tienen, les gusta bastante el foie. No me gustaría que después de prohibir las corridas algunos siguieran comiendo foie y permitiendo que se torture a las ocas".

PROU DICE QUE LA PROHIBICION CREA UN PRECEDENTE QUE DEBE SER IMITADO

Elena Escoda, miembro de la plataforma Prou! (¡Basta!), promotora de la iniciativa legislativa popular para prohibir las corridas en Cataluña, ha asegurado que esta abolición genera un precedente que deberá ser imitado y que "aún queda mucho por hacer, porque así lo pide la sociedad".

Hoy se acaba con cinco siglos de crueldad y partir de hoy las cuestiones éticas han de ser razones para replantearnos nuestras tradiciones", ha dicho Escoda. La activista que ha leído un manifiesto en catalán, que posteriormente se ha repetido en castellano, inglés y francés -ante el elevado número de medios extranjeros- ha agradecido el apoyo de la sociedad catalana y de la comunidad nacional e internacional, tanto científica como de los defensores de los derechos de los animales, y ha reclamado que se deje de subvencionar la tauromaquia con fondos públicos "para no perpetuar artificialmente este espectáculo".

Mientras ofrecía la rueda de prensa, los defensores de la prohibición que se encontraban dentro del Parlament mostraban su euforia con gritos de alegría por haber logrado su objetivo que convierte a Cataluña en la segunda comunidad española que prohíbe los toros, tras Canarias.