El juez Moreno envía a prisión a la pareja de miembros de ETA detenidos en México

Etarras extraditados de México
Etarras extraditados de México |Telemadrid

El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha enviado a prisión a la pareja de miembros de ETA detenida en México, Juan Jesús Narváez Goñi, alias Pajas, e Itziar Alberdi, tras informarles de las causas en su contra que permanecen abiertas en distintos Juzgados.

Los dos miembros de ETA, que han permanecido huídos 22 años, fueron detenidos en la localidad mexicana de Puerto Vallarta (Estado de Jalisco). Tras el arresto, las autoridades locales decidieron su expulsión y ambos terroristas llegaron a España en avión ayer lunes y quedaron bajo custodia policial.

El Ministerio del Interior informó de que escaparon tras la desarticulación de un comando de ETA, autor de 18 atentados en un solo año. Se encontraban viviendo en clandestinidad bajo identidades falsas.

Según informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista, él trabajaba como masajista y ella en un centro de yoga y prácticas de relajación oriental. En México convivían con sus dos hijos de 17 y 19 años de edad, es decir, que ambos nacieron después de que sus padres se fugasen.

Los dos acumulan una decena de asesinatos a sus espaldas según el historial de causas pendientes en los juzgados 1, 4 y 5 de la Audiencia Nacional. El Juzgado de Pablo Ruz investiga la participación de ambos en el asesinato del catedrático Manuel Broseta, quien recibió el 15 de enero de 1992 un tiro en la nuca cuando acaba de impartir una clase en la Facultad de Derecho de Valencia.

El Juzgado Central de Instrucción número 5 tiene además una causa abierta contra Alberdi por el paquete-bomba enviado en el verano de 1991 al Ministerio de Justicia y que fue devuelto a la empresa de paquetería. El 1 de julio, los agentes acordonaron la zona y tres de ellos fallecieron cuando el artefacto hizo explosión.

El Juzgado de Ruz tiene otro sumario declarado prescrito, mientras que el Juzgado Central de Instrucción número 1 abrió una causa contra Narváez por la colocación de un coche-bomba el 15 de abril de 1991 en el cuartel de la Guardia Civil de Torremolinos (Málaga), que causó heridas a dos mujeres, un hombre y una niña.

Por su parte, el Juzgado del que es titular Santiago Pedraz tramita otra causa contra Narváez y su compañera Alberdi por el envío de un paquete bomba desde Toledo hasta Madrid destinado al presidente de Construcciones Atocha S.A., Jesús Gallego.

Dos artificieros murieron ese 12 de junio de 1991 al desactivarlo y varias personas resultaron heridas con la explosión. La empresa era una de las adjudicatarias de la autovía de Leizarán.Además, el juez Fernando Andreu investiga a ambos por el asesinato en 1991 del delegado de Ferrovial en Valencia, José Eduardo Casall.

TRAYECTORIA EN ETA

Tanto Narváez Goñi como Alberdi Uranga fueron incluidos en la primera lista que elaboró la Unión Europea de los terroristas más buscados.

Narváez Goñi (1961) es un antiguo colaborador del comando Nafarroa de ETA y del Ekaitz. Interior le atribuye, además, entre otras acciones el atentado contra una tanqueta de la Policía Nacional el 17 de abril de 1982 con el resultado de un muerto y la colocación de un coche-bomba en Pamplona el 13 de abril de 1984 en el que murieron dos policías nacionales, así como el asesinato del capitán de la Guardia Civil Luis Ollo Ochoa el 27 de mayo de 1984.

Tiene un largo historial de huidas a países como Francia y también de detenciones y juicios. Integrante de los comandos itinerantes de ETA, fue identificado como uno de los dos terroristas que el día 13 de diciembre de 1991 entraron en una tienda del barrio de las Corts de Barcelona y acribillaron a balazos a los policías José Antonio Garrido Martínez y Francisco Javier Delgado González-Navarro.

Por su parte, Alberdi Uranga (1963), fue miembro del comando Madrid entre 1987 y 1990. Durante ese periodo se le atribuye su participación en numerosas acciones terroristas. Además, en 1991 formó parte del comando Ekaitz, al igual que 'Pajas', en el que participó entre otros atentados en el asesinato del catedrático Manuel Broseta Pons.