El Gobierno dispuesto a tomar más medidas adicionales para controlar el déficit

El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha afirmado que el objetivo de déficit del 6% para 2011 es "incondicional", por lo que si la evolución de la economía es "más negativa" de los previsto en el cuadro macroeconómico y lo pone en peligro, el Gobierno tomará "medidas adicionales".

En rueda de prensa para valorar el dato del IPC de julio, Campa respondió así a las palabras del miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, quien recomendó al Gobierno en una entrevista concedida a Europa Press que sea "relativamente conservador" en las previsiones para evitar "sorpresas negativas" y adoptar medidas presupuestarias adicionales.

Sin embargo, Campa aseguró que el Ejecutivo ya ha elaborado sus previsiones de crecimiento con "cautela", y reiteró que entre ellas está la de cerrar 2010 sin crecimientos intertrimestrales negativos.

No obstante, consideró, en relación a las últimas apreciaciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que ello es compatible con una caída de hasta dos décimas en el tercer trimestre, desde el 0,2% del segundo, que haga volver a la economía a un crecimiento cero.

HAY MARGEN PRESUPUESTARIO

Más aún, argumentó que el Gobierno prevé "una caída del coste de la deuda sostenido" durante los próximos 18 meses, que abrirá la puerta a "cierto margen" presupuestario para poder "reasignar" partidas, como el gasto en infraestructuras mediante la recuperación de algunos de los proyectos que se habían visto afectados por el recorte de 6.400 millones de euros para los próximos dos años.

Campa reiteró, en línea con otros miembros del Gobierno, que este margen "es pequeño" y que se trata de "reajustes finos", e insistió que en ningún caso supondrá una elevación del techo de gasto por encima de lo aprobado por el Congreso de los Diputados.

Así pues, el Gobierno confía en que el cumplimiento de los objetivos de déficit, la publicación de los test de estrés o las reformas estructurales acometidas sienten las bases para que la evolución de la prima de riesgo sea menor en el medio y corto plazo, más aún si se tiene en cuenta que los niveles actuales son, a su juicio, "excesivamente altos".