Cándido Méndez: Las anteriores fueron reformas laborales, ésta es "una demolición"

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, distinguió este sábado entre las 52 reformas laborales anteriores, que efectivamente "se podían llamar reformas", incluida la de José María Aznar, y la actual, que a su modo de ver es "una demolición" del sistema de relaciones laborales.

Méndez hizo esta precisión en su intervención en el congreso de Juventudes Socialistas, adelantada de mañana a hoy porque, según recordó a su auditorio, "mañana hay una manifestación". Los jóvenes socialistas aplaudieron esta mención, y también el recordatorio que el líder sindical les hizo de la huelga general convocada contra la reforma laboral del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Eso sí, Méndez distinguió entre todas las reformas anteriores, que, aun creando problemas, mantuvieron la negociación colectiva y la garantía judicial ante el despido fácil, y ésta, que ha borrado estos dos pilares. Además, dijo que tomaba nota de la promesa hecha por el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, de que los repondrá si los socialistas vuelven al Gobierno.

El líder sindical lamentó el "golpetazo" propinado ayer por la Encuesta de Población Activa, que registró 366.000 parados más en el primer trimestre del año, un dato que, dijo, es "puritito PP ya", consecuencia de la reforma laboral, a su juicio una "máquina mortífera de destruir empleo" que hace que la traducción de la recesión en paro en España sea muy superior al resto de países.

Méndez refutó la tesis de que para favorecer la contratación sea necesario bajar los salarios aludiendo a los casos del País Vasco y Navarra, que tienen el menor paro y los sueldos más altos, y al de Canarias, comunidad donde ocurre lo contrario.

"UN ARIETE IDEOLÓGICO"

Por eso, en su opinión la reforma laboral se desentiende del problema del paro ("ya ni se atreven a decir que la reforma valdrá para crear empleo", acusó) y es un mero "ariete ideológico", inspirado por la sección ultraliberal del Gobierno.

Según el diagnóstico de Méndez, a esa sección ultraliberal acompañan otra de representantes de derecha democrática "que hacen todo lo posible para que no se les perciba" y otra ultraconservadora que es la que quiere reformar la ley del aborto y ahora, dijo, el Código Penal.

Teniendo el cuenta el descenso de la criminalidad, se preguntó si el Gobierno no estará reforzando "un principio de autoridad propio de etapas anteriores" con el propósito de "desmoralizar a la población" y mantenerla callada.

"El Estado de Derecho está deteriorándose a ojos vista", alertó, acusando al Gobierno de "aprovechar de forma inmoral la coartada de la crisis" para recortar la educación y la sanidad. En relación a esta

última, defendió que hasta el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, debe tenerla gratis, porque es un derecho universal y porque ya contribuye a ella con sus impuestos.