El juicio del caso Nóos queda visto para sentencia

  • La defensa de la infanta atribuye gastos y contratos de Aizoon a Urdangarin

El tribunal del caso Nóos ha declarado este 22 de junio a las 12.59 horas visto para sentencia el juicio en el que están acusados la infanta Cristina, su marido Iñaki Urdangarin y otras quince personas, después de casi seis meses de vista oral. La presidenta del tribunal, Samantha Romero, ha declarado concluido el juicio, una vez cumplido el trámite final de conceder la última palabra a todos los acusados, uno por uno.

Ninguno de los procesados ha hecho uso de ese derecho y se han limitado a expresar que no tenían nada que añadir y dar las gracias al tribunal de la sección primera de la Audiencia de Palma, que junto Romero conforman Rocío Martín y Eleonor Moyà. El juicio comenzó el pasado 11 de enero en una sala especialmente habilitada para la ocasión en la Escuela Balear de la Administración Pública (EBAP) de Palma, con las cuestiones previas.

Se retomó el 9 de febrero, fecha en la que comenzaron las declaraciones de los acusados, empezando por el ex director general de Deportes y amigo de los ex

duques de Palma José Luis "Pepote" Ballester, uno de los cinco "arrepentidos" en esa causa que han confesado los hechos y han colaborado con la Justicia.

Urdangarin prestó declaración desde el 26 de febrero y a lo largo de tres jornadas, durante casi 16 horas efectivas de interrogatorio. Su mujer declaró el 3 de marzo, durante 66 minutos, y solo contestó a las preguntas de su abogado.

Posteriormente han ido declarando ante el tribunal 299 testigos y una veintena de peritos, antes de que las seis acusaciones y 17 defensas plantearan sus conclusiones e informes ante las juezas, en cuyas manos queda ahora la sentencia.

LA DEFENSA DE LA INFANTA ATRIBUYE GASTOS Y CONTRATOS DE AIZOON A URDAN

La defensa de la infanta Cristina ha atribuido hoy a Iñaki Urdangarin todos los gastos con fondos de Aizoon, incluidos los de la tarjeta a nombre de su esposa, y los contratos de empleados domésticos por parte de la empresa común.

El abogado Pau Molins, que expone su informe final en el juicio de Nóos ante la Audiencia de Palma, ha subrayado que la decena de compras con la tarjeta a nombre de Cristina de Borbón por escasos importes en un lapso de 7 años no fueron realizadas por la hermana del Rey.

Molins ha recordado que la Audiencia de Palma, al confirmar el procesamiento de doña Cristina a instancias del sindicato Manos Limpias, consideró ese uso de la tarjeta "un posible indicio del conocimiento de la infanta" del origen presuntamente ilícito de los fondos de Aizoon, la empresa de la que era cotitular junto a su marido.

Ha recordado que durante la vista, en la que se ha juzgado a la infanta por su colaboración en dos presuntos delitos fiscales, ha quedado de manifiesto que Cristina de Borbón tenía una tarjeta de Aizoon a su nombre por "un ofrecimiento comercial del banco", pero nunca estuvo en su poder.

La secretaria de Urdangarin, Julita Cuquerella, admitió que ella hizo algunos de los gastos que Manos Limpias atribuye a la infanta porque la tarjeta del antiguo duque de Palma estaba caducada.

"No existe ninguna prueba de que doña Cristina utilizara esta tarjeta", ha enfatizado Molins, el último letrado en realizar su informe en el juicio, que hoy quedará visto para sentencia.

Respecto a la contratación de empleados domésticos a cargo de Aizoon, el abogado ha señalado que es lógico que la esposa de Urdangarin "interviniera en alguna entrevista de selección", pero fue él quien tramitó los contratos a nombre de la empresa familiar.

"Ninguna prueba existe de que doña Cristina conociera que el servicio doméstico era pagado a través de la sociedad, pues de esos trámites siempre se ocupó su marido", ha recalcado.

5 AÑOS, 11 MESES Y 2 DÍAS DE NÓOS

El caso Nóos comenzó el 20 de julio de 2010, cuando se abrió la pieza separada sobre el instituto de Iñaki Urdangarin y Diego Torres dentro del proceso por presunta corrupción conocido como Palma Arena, y ha terminado hoy con el juicio visto para sentencia tras 5 años, 11 meses y 2 días. Casi seis años han pasado desde que el juez de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, dictó el auto que abrió esa pieza 25 hasta que la presidenta del tribunal de la sección primera de la Audiencia de Palma que ha juzgado el caso, Samantha Romero, ha dado por zanjada la vista oral.

Por medio ha transcurrido una intrincada instrucción judicial cuajada de registros, autos, imputaciones, recursos, informes, correos electrónicos y desfiles por la rampa de los juzgados de Palma en el juicio más mediático que se recuerda, por la histórica presencia de un miembro de la Casa Real, la infanta Cristina, en el banquillo de los acusados.

Todas las cifras del proceso son superlativas: si el sumario superó los 76.000 folios, el juicio ha alcanzado las 61 jornadas desde que empezó el pasado 11 de enero, en una vista oral que ha dejado centenares de horas grabadas en vídeo. Tras las declaraciones de los 17 acusados, un total de 299 testigos dieron su testimonio ante el tribunal, bien fuera en persona o por videoconferencias desde Houston, Florencia, Estrasburgo o Pozuelo de Alarcón (Madrid).

Acusaciones y defensas, a cada lado del tribunal, pusieron en aprietos a algunos testigos con poca memoria. Manos Limpias ha pedido al tribunal que se plantee si actúa contra once de ellos por posible falso testimonio. Por las pantallas de la sala han pasado centenares de facturas, decenas de fotografías y una docena de cartas que se mostraron a encausados y testigos, una y otra vez.

A continuación declararon una veintena de peritos, especialistas en distintas áreas, antes de que las acusaciones y defensas plantearan sus conclusiones e hicieran sus alegatos finales. Las penas que pide el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach para los 14 procesados a quienes acusa suman 76 años y 3 meses de cárcel. Las de Manos Limpias, que ejerce la acusación popular, superan los 120 años, incluidos 8 para la infanta Cristina.

Unos 590 profesionales de 84 medios de comunicación se acreditaron para cubrir el juicio, aunque el interés ha ido decreciendo a medida que avanzaba el proceso, con jornadas en las que los dedos de una mano sobraban para contar la presencia de informadores en la sala de prensa. Después de 2.164 días de proceso, los casi seis meses de juicio han terminado como empezaron: con los 17 acusados sentados en silencio frente a las tres juezas que decidirán su destino.