Cinco años de cárcel para la yihadista que incitó a su hijo a "degollar al policía"

  • Pacta con con la Fiscalía tras reconocer su intención inicial de integrarse en el DAESH y mostrar su arrepentimiento

La presunta yihadista Samira Yerou, en prisión condicional desde marzo de 2015, ha sido condenada por la Audiencia Nacional a cinco años y dos meses de prisión por el delito de pertenencia a organización terrorista tras un acuerdo de conformidad alcanzado con el Ministerio Público al que ha reconocido que viajó a Turquía con la intención de desplazarse a Siria y enrolarse en el Estado Islámico.

La acusada Samira Yerou, que llegó a obligar a su hijo a que pronunciara frases como "degüello al policía" y "quiero ir con los muyahidines", con el fin de demostrar su compromiso con el DAESH, ha reconocido los hechos ante el Ministerio Fiscal, que solicitaba para ella nueve años de prisión, y se ha mostrado "profundamente arrepentida" por ello.

Yerou, condenada también a quince años y dos meses de inhabilitación, ha confesado a preguntas de las partes ante la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal, que desde Rudí (Barcelona) lugar donde residía con su hijo de tres años y su segundo marido, comenzó a establecer contacto por las redes sociales con miembros del DAESH en territorios árabes y que viajó a Turquía con la finalidad de pasar la frontera a Siria e incorporarse al Califato.

La acusada ha explicado a preguntas del fiscal Vicente González Mota que, tras hablar con estos encargados del paso de personas en las fronteras, viajó desde Barcelona a Estambul --antes extrajo 4.500 euros de dos cuentas bancarias, una a su nombre y otra al de su hijo--, el 16 de diciembre de 2014, con el fin de participar en actividades de la organización en Siria, aunque nunca llegó a entrar en el país.

Al igual que hizo a su traslado en España en marzo de 2005 tras su detención por las autoridades turcas, Yerou ha vuelto a exponer que viajó a Turquía con la intención de casarse con un muyahidín y respaldar la lucha contra el presidente sirio, Bashar al Assad, aunque en la vista ha asegurado que no quiere saber nada del DAESH y que se arrepiente de "todo" lo que ha hecho.

DICE QUE SE "APROVECHARON" DE ELLA

Ha añadido que los yihadistas se aprovecharon de ella "en un momento en que estaba muy mal" y que lo único que desea es comenzar de cero con su hijo. Por ello, en el acuerdo de conformidad, se ha expuesto la intención de la condenada de rechazar "cualquier manifestación o participación en actos de violencia" y que con el reconocimiento de los hechos busca también "reparar el daño que haya podido causar y dar un ejemplo para que otros se aparten de este modo de cualquier relación" con el Estado Islámico.

A preguntas del representante del Ministerio Público la presunta yihadista ha explicado que durante su estancia en Barcelona comenzó a entablar contacto con radicales a través de las redes sociales y que, tras contactar con jeques extremistas, decidió partir para Siria ya que le dijeron que allí "viviría bien" y podría estudiar.

ADOCTRINAMIENTO Y RECLUTAMIENTO

También han confirmado en su declaración ante el tribunal que preside Angela Murillo, que le fue incautada una memoria interna de un aparato electrónico que contenía más de una treintena documentos relacionados con sus actividades de adoctrinamiento y archivos de contenido salafista-yihadista destinada a enaltecer las actividades del Estados Islámico.

Además ha explicado que, tras una primera fase de adoctrinamiento, se incorporó al grupo terrorista para las tareas de reclutamiento y control para el envío de mujeres a través de Turquía a Siria. Para ello, contactaba con responsables encargados de facilitar el paso de la frontera y de la recepción en Turquía de "elementos relevantes" y del desplazamiento de individuos captado a Siria, entre otros.

NUMEROSOS CONTACTOS Y DE CALIDAD

Al respecto uno de los peritos ha expuesto ante el tribunal que la condenada contaba con "numerosos contactos y de calidad", a diferencia de otros yihadistas, y que su estancia en Siria, país al que nunca entró, iba a ser diferente a la del resto de personas que se enrolan en el EI, puesto que tenía contacto directo con "emires pasadores" tal y como averiguaron al intervenir las llamadas.

El fiscal ya expuso en su escrito de acusación que su permanencia en el centro de detención de Turquía, Yerou realizó numerosas llamadas a dirigentes islamistas y mantuvo conversaciones con varios dirigentes de la organización, entre ellos una mujer, identificada como Madina, que le decía que "todas las hermanas en el Estado" había conseguido incorporarse al DAESH en Siria.

Tanto el Ministerio Público como la representación procesal de la acusada han basado el acuerdo de conformidad en que ésta ha reconocido los hechos que se le atribuyen y por tanto quedan probados. Además, su defensa ha expuesto en el turno de conclusiones que lo único que quiere su defendida es mejorar y recuperar a su hijo.