Torres: Urdangarin no quería dejar Nóos porque "no quería ser un florero"

  • El Instituto pidió al Gobierno valenciano anticipos de facturas para los Juegos Europeos

Diego Torres declaró el pasado sábado ante el juez que instruye el caso Nóos que su exsocio Iñaki Urdangarin se resistía a dedicarse a otras actividades porque "no quería ser un florero", una vez que la Casa Real le aconsejó dejar las labores de consultoría que llevaba a cabo el Instituto Nóos.

Torres relató que el asesor jurídico de la Casa del Rey, José Manuel Romero, conde de Fontao, recomendó que Urdangarin dejara su labor en el Instituto Nóos, investigado por el presunto desvío de fondos públicos, y que, en todo caso, se incorporase como consejero a una nueva entidad de la que no fuera fundador, según figura en la declaración.

Según Torres, para el asesor de la Casa Real lo importante es que no apareciera Urdangarin creando ni fundando nada, sino que fuera invitado a colaborar, pero este consejo era algo a lo que el duque de Palma "se resistía" y que era "muy duro y difícil de aceptar" por él.

"No quería ser un florero y lo que quería es poder tener un desarrollo profesional", declaró Torres ante el juez, según la transcripción de su comparecencia, que recoge que desde la Casa Real se le indicó a Urdangarin que no se preocupara porque se le conseguirían consejos de administración para que tuviera resuelta la parte económica.

Torres le explicó al juez que Urdangarin no contravino las indicaciones dadas por el asesor de la Casa Real en marzo de 2006 porque la recomendación era que se cuidaran las apariencias, pero se le prohibió participar en la entidad heredera de Nóos, que fue la Fundación Cultura, Deporte e Integración Social (Fdcis).

En opinión de Torres, la Casa Real aconsejó a Urdangarin alejarse de las actividades de Nóos porque la prensa criticaba sus negocios; además, según le comentó el duque de Palma, la infanta Cristina estaba informada de la situación y absolutamente de acuerdo con esas recomendaciones.

A lo largo de la declaración, Torres insiste varias veces en que el Instituto Nóos se creó para Iñaki Urdangarin, así como también su entramado internacional de empresas y la fundación que lo sucedió.

Urdangarin seguía siendo quien "tomaba la mayoría de decisiones" en Nóos después de la recomendación de la Casa Real, según Torres.

Acerca del gran entramado empresarial constituido en torno a Nóos, Torres lo justificó ante el juez por el hecho de que quería mantener separada cada especialización en una empresa para separar la naturaleza de los servicios.

Torres no explicó tampoco los motivos por los que crearon sociedades en Londres y Belice, con cuentas bancarias en Luxemburgo, Andorra y Suiza y alegó que se hizo porque así lo aconsejó su cuñado, Miguel Tejeiro.

En su declaración, Torres se refirió también a la ruptura de su relación con Urdangarin, que sobrevino a raíz de que este comenzará a trabajar en proyectos internacionales "muy frustrado" por tener que apartarse de Nóos, unas iniciativas en las que su hasta entonces socio no quería participar porque no tenía nada que "aportar".

Pero "el motivo principal", según precisó a preguntas del fiscal, es que el marido de la infanta le pidió el 50 % de la facturación de un proyecto para Aguas de Valencia que Torres hizo con su empresa Intuit.

Añadió que le "enfadaba" que Urdangarin la reclamara comisiones por futuros proyectos de Nóos cuando él ya se había desligado del instituto y había recibido por ello una compensación "a un precio de mercado". "No tengo que rendirle un 50 % de los beneficios de esta sociedad", declaró.

Su esposa, Ana María Tejeiro, que declaró después de él el pasado sábado, negó en todo momento haber trabajado para el Instituto Nóos ni conocer los detalles de las cuentas bancarias que poseía con su marido, entre ellas la de Luxemburgo con un saldo de un millón de euros."Yo no entiendo de cosas de dinero", contestó en varias ocasiones.

NOOS PIDIÓ ANTICIPOS DE FACTURAS A LA GENERALITAT

El Instituto Nóos pretendía que la Generalitat valenciana le facilitara una línea de anticipos de facturas a su favor con motivo de la celebración de los Juegos Europeos, según consta en algunos de los correos aportados al procedimiento que se sigue en Palma de Mallorca dentro del conocido como 'caso Nóos', en el que están imputados, entre otros, el duque de Palma Iñaki Urdangarin y su exsocio Diego Torres.

La Generalitat valenciana concretó en mayo de 2006 el convenio con Nóos y aportó 382.303,7 euros en dos pagos de 82.303,7 euros en junio de 2006, y 300.000 euros en agosto de ese año, para la celebración de estos juegos. Sin embargo, el Consejo finalmente desistió de este proyecto.

A la causa se han aportado diferentes correos, a los que ha tenido acceso Europa Press, relacionados con este convenio. Uno de ellos es de fecha de 11 abril de 2006, entre el exdirectivo del Instituto Nóos Antonio Ballabriga, y varios miembros del Instituto, entre ellos, Iñaki Urdangarin y Diego Torres.

El asunto de este correo era 'Plan financiero Juegos Europeos', y en el mismo, Ballabriga remitía el plan de facturación y pagos del proyecto para una reunión pendiente "con el vicepresidente": "No hemos desglosado qué parte irá a gastos corrientes y que parte a inversiones para disponer de mayor flexibilidad", asevera.

Seguidamente, en el correo, el exdirectivo indica que era "necesario" que la Generalitat facilitara en alguna entidad bancaria una línea de anticipos de facturas a favor del Instituto, "donde éste pueda presentar las facturas ya aceptadas por parte de la Generalitat o entidad que corresponda", mantenía.

Esta línea de anticipos, según especificaba Ballabriga, debía tener un tope máximo de hasta tres millones de euros, con el fin de poder disponer del montante suficiente que permitiera contemplar una posible demora significativa en el pago efectivo por parte de la Generalitat.

Otros correos aportados a la causa hacen referencia a las negociaciones para la celebración de Valencia Summit --jornadas sobre turismo y deporte-- entre 2004 y 2007 en la ciudad de Valencia. Esta actividad fue adjudicada al Instituto Nóos de Iñaki Urdangarin y Diego Torres.