Sánchez avisa a Podemos de que no negociará si no renuncia al referéndum

  • Los barones del PSOE apuestan por celebrar el Congreso del PSOE en febrero

El Comité Federal del PSOE ha aprobado este lunes la resolución política pactada entre el líder del partido, Pedro Sánchez, y los dirigentes regionales en la que se fija como "condición indispensable" para abrir negociaciones con otras formaciones políticas de cara a la posible formación de un gobierno "de cambio" que éstas renuncien a planteamientos que incluyan "consultas o separatismos" que sólo conducen a la división.

El texto ha sido aprobado con el único voto en contra de los cuatro representantes de la corriente interna Izquierda Socialista en el máximo órgano entre congresos, en el que, finalmente, sólo se sometió a votación ese documento, una vez que el acuerdo sellado este domingo entre Sánchez y sus 'barones' evitó que los dirigentes regionales presentaran uno alternativo al que preparaba Ferraz.

La resolución subraya que los españoles "pueden tener plena confianza en que el Partido Socialista estará, una vez más, a la altura de las circunstancias y asumiendo su responsabilidad" y que, como ha hecho históricamente, volverá a primar en sus decisiones "el interés general de la sociedad española".

Aun asumiendo que los socialistas cosecharon un "mal resultado" electoral que ha de llevarles a "abrir una reflexión profunda" para "mejorar" la organización, "su estrategia y sus políticas", el PSOE remarca que sigue siendo la segunda fuerza en votos y escaños, se reivindica como líder de "la alternativa a la derecha del PP" y saca pecho porque gobierna en nueve de las 17 comunidades autónomas y dirige "miles de ayuntamientos".

El PP NO PUEDE DESPLAZAR SU RESPONSABILIDAD A LOS DEMAS

"El PSOE mantiene anclajes firmes en la sociedad española y está dispuesto a servir al interés general de nuestro país", subraya, y, a la vez que hace hincapié en que "el voto de los españoles debe atenderse y debe cumplirse", explica que es el PP, como fuerza más votada, quien debe asumir su responsabilidad de formar gobierno.

En este contexto, la resolución remarca que, tras haber estado cuatro años "gobernando contra la mayoría, sin escuchar a nadie y sin acordar con nadie", son los 'populares', con Mariano Rajoy a la cabeza, los que han de intentar formar gobierno y que "no es aceptable que intenten desplazar esa responsabilidad hacia los demás".

"La responsabilidad de lo sucedido, de las actuales circunstancias en las que se desenvuelve la política española y de sumar los apoyos necesarios para su investidura es solo suya", enfatiza el texto justo después de remarcar que las políticas desarrolladas por el Gobierno de Rajoy y su forma de gobernar han contribuido a que los 'populares' estén "solos" y que "su continuidad suponga una amenaza para la estabilidad del país".

VOTAR CONTRA RAJOY ES APOYAR EL CAMBIO

Con estos argumentos el máximo órgano entre congresos del PSOE garantiza que votará en contra de la investidura de Rajoy "y de un nuevo gobierno del PP". "Ese es el mandato de nuestros votantes y de la mayoría de los españoles. Votar en contra del PP y de Rajoy es votar a favor del cambio que expresaron la mayoría de españoles el pasado 20 de diciembre", especifica un texto en el que se presenta al PSOE como "lo contrario del PP" y como "la primera fuerza del cambio en España".

La resolución contempla tres escenarios: que Rajoy logre ser investido para seguir en La Moncloa, que no consiga los apoyos necesarios para ello y el PSOE intente liderar "el cambio" o que haya que convocar nuevas elecciones. En el primer caso, el PSOE se compromete a liderar "una oposición exigente" con los derechos de la ciudadanía "y leal" al Ejecutivo en los grandes asuntos de Estado como la lucha antiterrorista y la defensa de la unidad de España.

Si Rajoy no es capaz de sellar ningún acuerdo para ser investido presidente, será cuando "el PSOE actuará como primer partido del cambio en aras del interés general y con sentido común y responsabilidad" porque, según destacan, "las nuevas elecciones deben ser la última opción, porque supondrían un fracaso colectivo".

"Los españoles nos han convocado para el cambio, para el diálogo y para el acuerdo. Y los representantes elegidos por los españoles tenemos que estar a la altura de este mandato popular, por encima de intereses de partido y personales", añade la resolución política. Ante este "complejo tiempo" para la sociedad española, el PSOE asegura que antepondrá siempre "el interés de España a cualquier otro objetivo".

NO A RUPTURAS QUE AMENAZAN LA CONVIVENCIA

Y precisamente, invocan "esa responsabilidad y ese interés general" para rechazar "de manera tajante", cualquier planteamiento que conduzca a romper el ordenamiento constitucional y "que amenace así la convivencia lograda por los españoles durante estos últimos 37 años".

"La autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan el enfrentamiento sólo traerán mayor fractura a una sociedad ya de por sí dividida. Son innegociables para el Partido Socialista y la renuncia a esos planteamientos es una condición indispensable para que el PSOE inicie un diálogo con el resto de formaciones políticas", puntualiza el texto aprobado en Ferraz.

En el documento no se cita a ninguna otra formación política más allá del PSOE o del PP, pero las condiciones que establece como líneas rojas para empezar a hablar con otros partidos señalan directamente a Podemos o a los partidos nacionalistas con los que Sánchez debería pactar si aspira a llegar a La Moncloa.

Además, la resolución indica que el PSOE y el PSC son "los únicos" que ha planteado una solución al problema ocasionado por el independentismo en Cataluña y que su alternativa pasa por buscar un nuevo acuerdo que se base en actualizar el vigente marco de convivencia constitucional.

Y también esboza las cinco "grandes transformaciones" que propugna la "alternativa socialista" para asegurar un futuro mejor a la inmensa mayoría de ciudadanos de nuestro país y que Sánchez ha resumido en su discurso inicial ante el Comité Federal.

"Los socialistas hacemos un llamamiento al diálogo, a la responsabilidad y a la altura de miras como guías de conducta para todos los interlocutores en este nuevo tiempo político. Esa ha sido la voluntad de la ciudadanía expresada en las urnas el pasado 20 de diciembre", concluye la resolución.

DIVISIÓN ENTRE LOS 'BARONES' DEL PSOE QUE PIDEN CONGRESO EN FEBRERO Y LOS QUE APUESTAN POR RETRASARLO

El Comité Federal que se reunió este lunes en la sede federal del PSOE, en Madrid, sirvió de marco para mostrar las diferencias entre los secretarios generales territoriales que apuestan por celebrar el Congreso del partido, en el que Pedro Sánchez optará a la reelección, según marcaría el calendario ordinario -febrero- o posponerlo.

Entre los que apuestan por celebrar el 39 Congreso "cuando toca" están las federaciones de Andalucía, Asturias, Castilla-La Mancha y Valencia, mientras que por retrasar la cita congresual se muestran mas partidarios otros líderes territoriales, ninguno de ellos presidente autonómico, salvo la balear Francina Armengol. El extremeño Guillermo Fernández Vara reconoció que tiene dudas sobre cuando conviene celebrarlo a tenor de la situación política del país, misma línea en la que se posicionó el primer secretario del PSC, Miquel Iceta.

El Comité Federal estaba convocado oficialmente sólo para hablar de los pactos del PSOE ante la posibilidad de formar Gobierno, en caso de que Mariano Rajoy fracase en su intento, pero el tema sobre el que versaban la mayoría de las conversaciones, dentro y fuera del cónclave, era sobre la fecha de la celebración del próximo Congreso.

El 'melón sobre la fecha del Congreso lo abrió' el pasado lunes la Ejecutiva cuando abordó una propuesta que quiere elevar al Comité Federal - en otra reunión - para posponer el periodo congresual hasta que termine la investidura del nuevo presidente del Gobierno. Además, en la misma reunión Sánchez comunicó su intención de presentarse a la reelección como secretario general.

Según varias fuentes consultadas por Servimedia, la mayoría de las intervenciones de las 49 personas que han pedido intervenir tras las palabras de Sánchez se han centrado en hacer balance de los resultados electorales y de las posibilidades de pacto.

No obstante, algunos destacados dirigentes han tenido unas palabras sobre el Congreso. Es el caso del presidente de Asturias, Javier Fernández, quién abiertamente dijo que el Congreso se debe celebrar "cuando toca", lo cual supondría entre febrero o principios de abril.

Dicho congreso tiene carácter ordinario por lo que el periodo congresual, tras el federal, tocaría a partir del próximo mes de febrero, ya que se celebran con carácter ordinario cada cuatro años y el último fue en febrero de 2012, en el que salió elegido Alfredo Pérez Rubalcaba, que se impuso a Carme Chacón. Después fue en el extraordinario de julio de 2014 en el que se ratificó la victoria de Sánchez tras ser elegido en primarias.

En la misma línea que Fernández se mostró la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, cuando apostó por celebrar el congreso en febrero. "Nosotros tenemos unos estatutos y el Congreso se hará cuando toque, cuando marcan los estatutos". Eso lo afirmó en declaraciones a los periodistas antes de participar en la reunión porque en su intervención -fue la primera tras Sánchez- no hizo mención alguna al asunto.

Situación parecida fue la del presidente valenciano Ximo Puig que, como miembro de la Ejecutiva, esta vez respetó la regla no escrita de no intervenir en el Comité Federal, pero sí lo hizo antes ante los periodistas y señaló que el Congreso se debe celebrar "cuando toque". El PSOE "estará a la altura de las circunstancias para dar la mejor respuesta a un momento tremendamente difícil", al tiempo que animó a los líderes de su partido a convertir este momento en "una oportunidad para el diálogo". En el Comité Electoral, el encargado de exponerlo fue el secretario de Organización del PSPV, Alfred Boix.

También el secretario general y presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, habló ante los periodistas y dijo que no es el momento de "especular" sobre el futuro del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, "porque la especulación debilita". "El problema" de su partido no es Sánchez, ya que se le va a encargar que intente alcanzar un acuerdo para formar gobierno. "Cuestionar su liderazgo, en un momento en que se le está encargando formar gobierno es, cuando menos, contradictorio". Los estatutos del partido establecen cuándo debe celebrarse, mostrándose partidario de que sea el Comité Federal el órgano encargado de fijarla. "Lo razonable es que nos reunamos próximamente para cerrar calendario".

No intervino en la reunión, pero sí lo hizo su número dos, José Luis Martínez Guijarro, quien señaló que esta cuestión es una decisión que se debe abordar en otro comité federal.

En la tesis de esperar a que se solucione el panorama político se posición el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, quien reiteró que Sánchez cuenta con el respaldo de los líderes territoriales pero que el congreso debe celebrarse "cuando el calendario político esté un poco más claro". Tanto a los periodistas como en el Comité Federal dijo que hasta que no se arregle la cuestión de la investidura, a su juicio, no debe abordarse un asunto interno.

Apoyando también la decisión de Sánchez y la Ejecutiva de posponer el 39 Congreso se posicionó la presidenta de Baleares y secretaria general de los socialistas baleares, Francina Armengol. Señaló que en el seno del PSOE no existe actualmente ninguna discusión "ni sobre el candidato ni sobre el secretario general de su partido". "Es evidente que el problema que tenemos ahora es España y su gobernabilidad", y dejó claro que debe ser el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, quien "lidere las conversaciones para formar un futuro gobierno".

En esta línea también se posicionaron otros líderes territoriales que no son presidentes autonómicos como la madrileña Sara Hernández, quién ante los periodistas dijo que "no es el momento de hablar de cuestiones internas". "Lo que tenemos que hacer es mirar el incierto panorama que tenemos en nuestro país tras las elecciones y ver cómo entre todos podemos resolverlo".

En el ambiente del Comité Electoral también se abordó en varias intervenciones la posibilidad de la celebración de unas nuevas elecciones generales y, por tanto, quién debiera ser el candidato del PSOE.