El juez Ruz centró sus pesquisas en el tráfico de llamadas entre los imputados del caso Faisán

  • Los tres imputados recurrirán el auto judicial

El auto del juez Ruz asegura que el tráfico de llamadas telefónicas entre los procesados el día del chivatazo apunta a que estaban implicados en el soplo. Considera además que fue el inspector Ballesteros la persona que facilitó a Elosua el teléfono con el que se produjo el chivatazo. El ex director de la Policía García Hidalgo, el jefe de la Policía en el Pais Vasco, Enrique Pamiés y el inspector Ballesteros recurrirán el auto dictado ayer por el juez.

El auto del juez Ruz revela numerosas cuestiones claves de la investigación que apunta a los tres procesados, una investigación que arranca cuando se conoce el chivatazo por la indiscreción de Elosua, que se lo cuenta a su yerno nada más producirse. Así la declaración de Elosua sobre la llamada apunta a una sola, la efectuada a las 11.23 de Ballesteros a Pamies, que dura unos ocho minutos. De las cerca de 2.000 llamadas registradas en la zona aquel día, solo 73 cuadran con lo declarado por Elosua, y solo una es entre policías. Además, el juez ve algo raro en las llamadas entre García Hidalgo y Pamies: dada la diferencia jerárquica entre ambos, ni antes ni después del chivatazo hablaron entre si tantas veces y tanto tiempo como el día del soplo.

La descripción de Elosua de la persona que le pasó el teléfono coincide con la del inspector Ballesteros, quien fue grabado varias veces cerca del Faisan. El propio Ballesteros terminó reconociendo que era él quien aparecía en las imágenes. El juez no cree verosimil lo declarado por Pamies; que Ballesteros estaba en la zona preparando un encuentro con un confidente de ETA.

Finalmente, dado el carácter secreto de la operación contra la red de extorsión de ETA, solo la policía podía saber la información que se facilitó a Joseba Elosua.