Rajoy sentencia al Gobierno y dice que sólo se espera la fecha electoral

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha recabado hoy el respaldo de los grupos del Congreso a las medidas aprobadas la pasada semana por los países del euro para lograr la estabilidad de sus economías, pero todos han asumido que ese objetivo aún llevará tiempo. Por su parte el presidente del PP, Mariano Rajoy, ha pedido al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que acorte su "epílogo" para permitir un nuevo Gobierno que pueda actuar "con determinación" y así "aprovechar" el respiro que supone para España el nuevo rescate griego y las decisiones aprobadas.

Zapatero ha comparecido ante el pleno de la Cámara Baja -el último antes de las vacaciones de verano- para detallar esos acuerdos de los líderes de los diecisiete países que comparten moneda y con los que pretendían una nueva ayuda a Grecia y poner fin a las turbulencias de los mercados y a los ataques a las deudas soberanas de varios socios, entre ellos España. A la vista de cómo evoluciona ese comportamiento y con algunas primas de riesgo bastante elevadas, tanto Zapatero como el líder del PP, Mariano Rajoy, y los representantes del resto de grupos han reconocido que la estabilidad no se logrará a corto plazo.

El presidente del Gobierno ha señalado que los acuerdos son sólidos y ha garantizado que los países de la eurozona van a seguir haciendo todo lo necesario, pero ha advertido de que "llevará tiempo". Lo que toca ahora, a su juicio, es implementar a la mayor brevedad esas medidas. "Deberían entonces dar los resultados esperados, y lo harán aunque no podemos esperar que la estabilidad, tras tantos meses de turbulencias, se recupere de un día para otro", ha puntualizado.

Rajoy ha dicho que le gustaría pensar que las turbulencias serán pasajeras, y ha aprovechado para acusar al Gobierno de carecer de capacidad para completar las medidas necesarias para la revitalización económica en España. Ha tildado de "crepuscular" al Ejecutivo y ha acusado a su presidente de gobernar con "los focos apagados", de modo que todo el país está paralizado y del Ejecutivo ya sólo cabe esperar la fecha de las elecciones.

Lo malo de los epílogos -señaló Rajoy- es que, como heraldos de un cambio necesario paralizan todas las actividades del país hasta que se produzca ese cambio, con lo que se completa el circulo vicioso iniciado por los desaciertos del gobierno. Y hay situaciones que, cuanto más breves sean, mejor parecen", ha espetado Rajoy.

Rajoy ha culpado a Zapatero, a su "despilfarro" y a sus "planes desquiciados" de las dificultades de financiación que ahora tiene España y del aumento de la prima de riesgo de su deuda.

Según Rajoy, "es natural" que Zapatero haya vuelto "muy satisfecho de Bruselas" porque las decisiones del Eurogrupo han dado a España "un respiro, aunque sea momentáneo", y ha advertido: "bienvenido sea ese respiro si sabemos aprovechar la oportunidad".

Para aprovechar esa oportunidad, el líder de la oposición ha subrayado que "lo obligado" es actuar "aquí y ahora con determinación" y eso no podrá hacerlo un "gobierno crepuscular, sumido en la nostalgia y del que no se espera más novedad que la fecha de las elecciones".

Esos ataques han servido a Zapatero para reprocharle que siempre exponga los mismos argumentos y para asegurar que, escuchándole, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, tiene cada vez más expectativas.

Además, ha afeado a Rajoy que pretenda que el Gobierno se salte la ley de financiación autonómica al permitir que las Comunidades no devuelvan el dinero de más que han recibido a cuenta y le ha exigido que deje de alarmar con el coste de la deuda española cuando es menor que el que hubo durante la etapa de José María Aznar en el Gobierno.

Rajoy ha reiterado el apoyo del PP al segundo rescate a Grecia por solidaridad con los griegos y para fortalecer al euro, que ha calificado de "la principal apuesta económica" de España.

ENTRE LAS TENSIONES Y LA INESTABILIDAD

El portavoz de Economía de CiU, Josep Sánchez Llibre, ha advertido de que el acuerdo de la eurozona no pondrá fin a las tensiones hasta que el conjunto de la misma garantice "globalmente la deuda soberana de todos sus países miembros".

Pedro Azpiazu, del PNV, ha defendido la emisión de eurobonos y ha señalado que el plan de recuperación económica no debería ser sólo griego sino que tendría que organizarse a escala europea.

Para el portavoz de ERC, Joan Ridao, "es evidente que la batalla del euro va a continuar" y por eso hay que "aparcar la euforia y el entusiasmo" del acuerdo, porque sólo ha servido para ganar tiempo "a la espera de futuros episodios especulativos".

El diputado de IU, Gaspar Llamazares, ha definido el acuerdo y el debate de hoy como una "metáfora de la impotencia de la política" no sólo en Europa sino en el propio Congreso de los Diputados.

En nombre del BNG, Francisco Jorquera, ha lamentado que el acuerdo del eurogrupo se decidiera en el "diván franco-alemán", y Ana Oramas, de Coalición Canaria, ha reprochado a Zapatero y a Rajoy que sean incapaces de lograr consensos para colaborar en España para la salida de la crisis.

Carlos Salvador, de UPN, ha advertido de que "sigue todo más o menos igual" porque la "inestabilidad, la incertidumbre y las vacilaciones" continúan "cuestionando la credibilidad del Gobierno y del país", y la diputada de UPyD, Rosa Díez, ha insistido en que Europa requiere de una fiscalidad propia y común.

El portavoz socialista, José Antonio Alonso, ha cerrado la intervención de los grupos con un reproche a Rajoy por no haber presentado ninguna propuesta para resolver las tensiones de la deuda o para el futuro de la gobernanza económica europea.