La decisión de Zapatero sobre su futuro político continúa suscitando reacciones. En el grupo socialista se interpreta como una fórmula de alentar las especulaciones sobre la sucesión. El Partido Popular ha reclamado de nuevo seriedad a Zapatero para no generar incertidumbre política e inseguridad económica.
Zapatero lleva camino de comerse el turrón sin decir a los españoles qué le ha salido al deshojar la margarita. Si se va a presentar a la reelección en 2012 o no. Lo sabe su mujer y otro socialista sin identificar. A la lista de los que dicen que no son los que guardan el misterio, el portavoz en el Congreso, José Antonio Alonso, o el vicepresidente tercero, José Blanco, se añade hoy al diputado y ex alcalde de Madrid, Juan Barranco. Barranco le dice a Zapatero que lo mejor para no alentar "especulaciones" sobre la sucesión es "no decir nada".
Así lo ha asegurado a Europa Press el veterano dirigente del Partido Socialista de Madrid y ex alcalde de la capital, Juan Barranco quien, amparándose en el mismo consejo que ha dado al presidente, ha rehusado ahondar en el debate sobre si el líder del PSOE debería repetir o no como cartel electoral en 2012.
"Creo que en estos casos es mejor no decir nada, pero allá él", ha comentado respecto a la 'confesión' realizada este lunes por Zapatero, quien desveló que sólo una persona del partido sabe cuál será su decisión sobre si volverá a presentarse a la reelección en 2012. "Yo no voy a entrar en el juego de las quinielas porque lo que sea, sonará", ha zanjado Barranco.
Por su parte, la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, que fue secretaria de Organización del PSOE hasta finales del pasado mes de octubre, ha insistido en que "el candidato del Partido Socialista" y también el suyo es Zapatero y ha defendido su derecho a no hacer pública todavía su decisión.
No obstante, los diputados del PSOE han eludido este martes dar alas al debate y varios de ellos consultados han señalado que no les sorprende lo dicho por Zapatero y que ello coincide plenamente con lo que ya esperaban que haría el presidente. No obstante, algunos han reconocido no atreverse a interpretar por qué el presidente hizo esta 'confesión'.
El futuro de Zapatero, aseguran los diputados, no es objeto de debate en el PSOE ni el tema más importante que les ocupa, que es la reforma de las pensiones. "No estoy en eso", ha dicho lacónico el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra preguntado por los periodistas a su llegada al hemiciclo.
Eso sí, el asunto ha estado presente en conversaciones informales y hasta se han hecho 'apuestas' sobre el nombre del conocedor de la decisión de Zapatero. Los socialistas apuestan, sobre todo, por el vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco; el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba; el ex presidente del Gobierno Felipe González; el presidente del partido, Manuel Chaves o el portavoz parlamentario socialista, José Antonio Alonso.
El sospecho principal de saber qué hará Zapatero sigue siendo el ministro de Fomento, José Blanco, que ni ha confirmado ni desmentido.
Entre tanto, el Partido Popular insiste en que todo este culebrón no es bueno para España. El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, ha emplazado al presidente del Gobierno a dejarse de "frivolidades" sobre si repetirá o no como candidato a las próximas elecciones generales porque con esas "especulaciones" sólo contribuye a aumentar la "incertidumbre" en la que ya está inmersa España por la crisis económica.
En declaraciones en el Congreso, el dirigente 'popular' ha remarcado que "hace mucho tiempo" que no entiende lo que hace el jefe del Ejecutivo, al que ha reprochado que haya reabierto el debate sobre su sucesión. "O está en su puesto de una manera frívola o lo está de manera innecesaria o no está demasiado atento a las cosas", le ha recriminado.
Desde su punto de vista, el presidente del Gobierno debería comportarse de un modo "más serio" porque España vive "una situación muy compleja" y no conviene añadir "más incertidumbre". "Cuando especulamos estamos añadiendo inseguridad a una situación económica que ya es de por sí muy insegura. Los cuatro millones y medio de parados se merecen un presidente que trabaje más y frivolice menos", ha sentenciado González Pons.
