Medio millar de personas piden el cierre inmediato de Garoña y Almaraz

Alrededor de medio millar de personas con máscaras y trajes antinucleares ha exigido hoy en sendas manifestaciones ante las centrales nucleares de Garoña (Burgos) y Almaraz (Cáceres), el cierre inmediato de ambas para evitar una situación catastrófica como la vivida en Fukushima.

En la central de Garoña los manifestantes han desplegado pancartas con los lemas "Garoña te queremos trincada", "Zapatero cumple, Garoña cierre ya" y han leído un comunicado en el que han pedido el "cierre inmediato" de la planta.

Asimismo, han recordado que hace diez días se ha cumplido el 40 aniversario de la central de Garoña, y que mañana se cumplen 32 del grave accidente de la central de Harrisburg (Estados Unidos); que el 26 de abril se conmemorarán los 25 años del accidente de Chernobil; y que hoy han pasado 16 días desde los graves accidentes, aún sin finalizar, de Fukushima (Japón).

Por otra parte, en la central extremeña de Almaraz, unas doscientas personas entre ecologistas y miembros del movimiento antinuclear, han expresado su oposición a la instalación nuclear en una protesta presidida por dos grandes pancartas en las que se podía leer "Cerrar Almaraz y todas las demás" y "Nucleares no, gracias".

El coordinador nacional del Área de Energía de Ecologistas en Acción, Javier González, presente en el acto ha señalado a Efe que "lo que está pasando en Japón es muy grave" y ha añadido que "la radiación es demasiado grande para que sea del edificio de contención secundario, seguro que es de la cuba del reactor".

González ha asegurado que el accidente nuclear de Fukushima "debería marcar un antes y un después", pero se ha mostrado escéptico porque "la industria nuclear sigue diciendo que no es para tanto y que va a tomar nota para que esto no vuelva a repetirse. Cuando vuelva a pasar otra cosa tomarán nota otra vez".

El responsable de energía del grupo ecologista ha afirmado que "las nucleares sobran, no son necesarias en absoluto, nacieron para abaratar el coste de la bomba atómica, no para producir electricidad, y aquí podemos prescindir de ellas en un plazo de 10 años".

En este sentido hay que recordar que a raíz del accidente de Fukushima, la Asociación de Autoridades Reguladoras de Seguridad Nuclear de Europa Occidental (WENRA) ha concretado cómo se llevarán a cabo las revisiones de seguridad de las centrales nucleares europeas para evitar "riesgos innecesarios" en cualquier central

De esta manera, los análisis de riesgos ("stress test") a los que

se someterá a todas la centrales fueron aprobados los días 22 y 23 de marzo en una reunión de este organismo europeo, en la que participó el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a través de su directora técnica, Isabel Mellado.

La WENRA considera que estas pruebas permitirán "analizar el comportamiento de las centrales ante una serie de situaciones extremas que pudieran poner en riesgo la seguridad de las mismas".

Para desarrollar las pruebas de resistencia, la WENRA ha identificado una serie de sucesos iniciadores, como terremotos e inundaciones, superiores a los de base contemplados en el diseño de las centrales, construidas entre los años 60 y 70.

Asimismo, se han definido situaciones que pueden ocurrir en el desarrollo de una emergencia más allá del diseño de cada central, con el fin de adoptar las medidas necesarias para afrontar sus posibles consecuencias.

El Consejo de Seguridad Nuclear en España ya ha iniciado una ronda de reuniones con los responsables de las centrales españolas para plantear el desarrollo de los "stress test".