Interior desacredita el informe policial que refleja como político el móvil del chivatazo a ETA

  • Cospedal: Rubalcaba "tarda demasiado tiempo en dar una explicación", sobre el chivatazo
  • Rubalcaba dice que el DAO "es un profesional como la copa de un pino" tras su informe contra el investigador

Tras el informe del policía Carlos Germán, que lleva investigando el chivatazo a ETA desde 2006 y que concluye que el soplo fue una decisión política en el marco de la negociación entre el Gobierno y los terroristas, el director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, Miguel Ángel Fernández-Chico, ha remitido al juez dos folios con su opinión personal, grapados a dicho informe, en que desacredita a su subordinado, poniendo en cuestión el trabajo de sus policías.

Fernández Chico, hombre de confianza de Rubalcaba, dice, por ejemplo, que la conclusión de que el chivatazo fue político, es aventurada porque no está sustentada en hechos concretos de la investigación, al igual que la conclusión de que los autores "inequívocos" del soplo fueron el jefe superior de Policía del País Vasco y el inspector Ballesteros, apreciaciones que "van más allá de lo que debe constituir la praxis policial en supuestos de esta naturaleza". Miguel Ángel Fernández Chico llegó a la cúpula policial en 2004, cuando empieza a gobernar el PSOE.

Precisamente, el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha descrito a Miguel Angel Fernández Chico, como "un profesional como la copa de un pino" tras ser preguntado acerca de su informe remitido a la Audiencia Nacional en el que rechaza algunas de las principales conclusiones de la investigación del 'caso chivatazo'.

El informe final del investigador, adelantado por el diario El Mundo, fue entregado al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que imputa un delito de colaboración terrorista y revelación de secretos al entonces director general de la Policía Víctor García Hidalgo, al jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamiés y al inspector de la Brigada de Información de Álava José María Ballesteros.

Para sustentar la afirmación de que la naturaleza del móvil es "política" y que el chivatazo "se articula en el marco del proceso de negociación", la Policía recuerda que el 'interlocutor" que alertó de la operación policial al dueño del bar Faisán -Joseba Elosúa- hizo constantes alusiones al "proceso de negociación" que estaba en marcha en ese momento.

Además, resalta que el propio Pamiés ratifica en una conversación telefónica que el fin era "hacerle un favor a Gorka Aguirre" y que, finalmente, se consiguió evitar la detención de este "miembro relevante" del PNV.

Miguel Ángel Fernández Chico, que accede a la cúpula policial en 2004, cuando llegó el PSOE al gobierno, en su contrainforme, además de desacreditar el informe del investigador, también echa un capote a los imputados en el caso. Dice que el informe del investigador Carlos Germán excede la praxis policial cuando señala como autores inequívocos al jefe de policía de País Vasco, Enrique Pamiés, o al inspector José María Ballesteros, que aparece en los videos grabados, entrando y saliendo del bar Faisán en el momento del soplo. Precisamente, el juez Ruz ha citado para el martes 26 dueño del Faisán Joseba Elosúa, para que diga si fue Ballesteros el que entró en el bar para darle el soplo.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, hoy ha aludido al caso Faisán. Cospedal ha mencionado al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de quien ha asegurado que "tarda demasiado tiempo en dar una explicación" y le ha urgido a "dejar de esconderse y explicar cómo es posible que se haya producido el chivatazo en el bar Faisán de manera acreditada y demostrada", lo cual es "uno de los mayores escándalos" de la democracia española.

"En cualquier país democrático el ministro del Interior o habría sido cesado o habría tenido que presentar la dimisión", ha sentenciado.