Imágenes inéditas de Felipe VI muestran a un Rey profesional y padre cariñoso

  • Cumple su primer año de reinado y logra mejorar la imagen de la Monarquía

Un Rey profesional y activo, que prepara a fondo su trabajo, cultiva el trato distendido con los ciudadanos y se comporta en familia como un padre cariñoso es el perfil de Felipe VI que muestran las imágenes inéditas difundidas por la Zarzuela sobre el primer año de su reinado.

Ante la cercanía del 19 de junio, día en que se cumple un año desde la proclamación de Felipe VI, la Casa del Rey ha puesto a disposición de los medios informativos 70 fotografías y un vídeo de más de 100 minutos de duración que contienen numerosas imágenes, hasta ahora desconocidas, de actividades llevadas a cabo por los Reyes en los últimos cinco meses.

Con uniforme de combate y a los mandos de un helicóptero militar, en mangas de camisa preparando en el avión oficial su visita de Estado a Francia o en una escena familiar en Zarzuela con la Reina y sus dos hijas nada más regresar de Aquisgrán, don Felipe aparece en facetas poco conocidas de su vida como Monarca.

"¿Por qué no te han dado a ti el premio?", le pregunta la Princesa Leonor a las puertas de su casa, cuando don Felipe, tras aterrizar en helicóptero, le explica a ella y a su hermana Sofía, ambas con mochilas y uniformes del colegio, que había asistido a la entrega del Premio Carlomagno al presidente del Parlamento Europeo en una ciudad alemana "muy cerca de la frontera francesa".

Momentos después de que la Reina y sus hijas recibieran al Rey en el helipuerto con besos y abrazos y tras caminar los cuatro de la mano por los jardines de entrada a su casa, Felipe VI aclara además a las niñas que Carlomagno reinó en el año 800 y responde con un gesto cómplice cariñoso a su hija mayor cuando ella bromea "¿Antes de Cristo?", escena que la Reina observa sonriente.

También revelan momentos inéditos de la actividad de doña Letizia, como la reunión preparatoria de su primer viaje de cooperación, en la que preguntaba al secretario de Estado todo tipo de detalles sobre la política de España en esta materia, o su forma de interesarse por el modo en que había mejorado la vida de la población rural de El Salvador gracias a su acceso al agua potable.

Otro episodio excepcional recogido por las cámaras permite ver al jefe del Estado al mando de otro helicóptero, rumbo a Madrid el 27 de mayo, serio y atento a los sistemas de navegación, hasta que se le escapa una sonrisa por la presencia del camarógrafo.

Muy serio y concentrado aparece también en el avión oficial de la Fuerza Aérea Española que le llevó junto a la Reina hasta París, repasando un discurso, o en su despacho oficial de Zarzuela, frente al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien le informa de los últimos detalles sobre el accidente aéreo de Germanwings.

El día del siniestro, se puede seguir, en primeros planos, la secuencia en la que los Reyes reciben en París los primeros datos sobre el desastre por boca del primer ministro Manuel Valls, comentan con el presidente Françoise Hollande el difícil acceso a la zona alpina donde ocurrió la catástrofe y participan en la reunión del gabinete de crisis constituido por las autoridades francesas.

Pero también son muchas las escenas en las que el Monarca ríe espontáneamente o se muestra especialmente cariñoso al besar a doña Letizia y a sus hijas, a las que no para de hacer carantoñas nada más bajar del helicóptero al que llega a Zarzuela de su viaje a Aquisgrán o cuando atiende a ciudadanos que quieren estrechar la mano de los Reyes o les piden hacerse una foto con ellos.

Al acceder a reuniones celebradas a puerta cerrada, las cámaras enseñan a un Monarca bromista, que no tiene reparo en reprochar a unos estudiantes becados -"Me habéis dejado sin discurso", les dice- que hayan ocupado buena parte del tiempo de su audiencia en Zarzuela en leerle un escrito.

O que toma el pelo a un cantante y bailarín de "El Público" -durante su saludo al elenco tras la representación de la obra de Lorca, convertida en ópera en el Teatro Real- por llevar una barba que contrasta con su larguísima cabellera blanca, antes de escuchar complacido junto a la Reina el cante flamenco que él les dedica espontáneamente.