Golpe en Madrid y Valencia a dos bandas que robaban metales, con 13 detenidos

La Policía Nacional ha desmantelado en Valencia y Madrid sendas organizaciones delictivas dedicadas al robo de cable tanto en infraestructuras ferroviarias como en subestaciones eléctricas, fincas o estaciones de bombeo de agua, y ha detenido a trece personas.

Ambos grupos, según ha informado la Dirección General de la Policía, estaban formados por ciudadanos de nacionalidad rumana, y en el caso del de Valencia contaban con la connivencia de responsables de un centro de reciclaje en la localidad valenciana de Manises, que compraba la mercancía sustraída.

Según las investigaciones, a los arrestados se les imputan 15 robos en infraestructuras ferroviarias y otros 9 en naves industriales, fincas e instalaciones de regadío y bombeo de agua.

La comisión de múltiples robos en instalaciones del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) dio origen a las pesquisas, que permitieron determinar la existencia de dos grupos afincados en Madrid y Valencia.

En el grupo asentado en Madrid la Policía identificó a varias personas, todas de origen rumano, a los que se pudo relacionar con robos de cobre en naves industriales, fincas e instalaciones de riego y suministro de agua.

Este grupo vendía el cable robado en chatarrerías y centros de reciclaje de un polígono de Leganés y en Yuncos (Toledo), aunque por el momento no se ha podido determinar la connivencia o no de los responsables de los establecimientos con los investigados. Tras ello, los agentes arrestaron a siete personas -seis en Madrid y una en Yuncos-.

Entre los robos perpetrados por esta banda destacan los graves perjuicios ocasionados en instalaciones de riego y suministro de agua, como los ocurridos en instalaciones de la Confederación Hidrográfica del Tajo en la localidad de Olías del Rey (Toledo) en agosto. Los daños han sido valorados en unos 310.000 euros.

Otro de los robos afectó en octubre a instalaciones de captación de agua de Villarejo de Salvanés, pertenecientes a la Comunidad de Regantes del Canal de Estremera, con una valoración del cable sustraído de 75.000 euros.

Según recuerda la Policía, en caso de haberse producido en otra época del año, hubiera supuesto la imposibilidad de riego con la consiguiente pérdida de cultivos.

Respecto al grupo de Valencia, los agentes lograron identificar a cuatro de sus miembros, todos naturales de Rumanía, y relacionarlos con robos de cable de cobre en instalaciones ferroviarias. Además, se averiguó que el establecimiento que compraba el metal sustraído era un centro de reciclaje ubicado en Manises, cuyo dueño y un empleado actuaban en connivencia.

La Policía detuvo a los cuatro rumanos y a los responsables del centro de reciclaje por receptación del metal robado. También se practicaron dos registros en Valencia, en los domicilios de los arrestados, donde se halló gran cantidad de herramientas utilizadas para los robos, así como en el centro de reciclaje, donde se hallaron piezas reconocidas por Adif como propias de sus instalaciones.

Se intervino asimismo toda la maquinaria de la empresa con el objeto de cubrir la responsabilidad civil que pudiera derivar de los delitos imputados, subraya la Policía. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha resaltado hoy la preocupación internacional por este tipo de delitos que afecta a miles y miles de usuarios y a la normalidad de la vida diaria.

Fernández Díaz se ha referido también a Cataluña, una comunidad afectada por estos delitos, como el recientemente ocurrido que afectó a 60.000 usuarios, y ha dicho que el porcentaje de robos en este territorio, tanto en instalaciones ferroviarias como eléctricas, es "muy superior" al que le correspondería por población y densidad de esas infraestructuras.

Ha hecho alusión al plan nacional contra estos delitos puesto en marcha por el Ministerio en todo el territorio salvo Cataluña y País Vasco porque cuentan con policías propias integrales y ha dicho que ha tenido un "notable éxito".

Un éxito que "no se ve en Cataluña", ha añadido antes de recordar que la Generalitat acusó "insistentemente" al Gobierno central de no invertir en su red de Cercanías y que, por ello, se producían averías. "El tiempo y los hechos acreditan que no es así y que el origen de esas anomalías son los robos", ha concluido el ministro, quien se ha puesto a disposición de la Generalitat para colaborar en la lucha contra estos delitos.