El Gobierno se prepara para hacer frente al partido que presente Batasuna

El Gobierno ha comenzado esta misma semana a preparar la estrategia para hacer frente al próximo partido político que presente la izquierda abertzale con el fin de concurrir a las elecciones municipales y forales de mayo, según informaron fuentes del Ejecutivo.

Entre los preparativos, se está estudiando la opción de presentar una 'demanda incidental' --o incidente de ejecución de sentencia--, que tiene como precedente la presentada contra ASB en 2007 y que se saldó con la decisión del Tribunal Supremo de impedir el registro de ese partido en el Ministerio del Interior, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.

El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, así como el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, se han reunido en los últimos días con los representantes de las Fuerzas de Seguridad, el CNI, la Fiscalía General y la Abogacía del Estado.

La inminencia de la presentación del nuevo partido por parte de la izquierda abertzale, que se prevé para primeros de febrero --algunas fuentes apuntaban que sería antes del día 5--, y la acumulación de datos y pruebas de las maniobras de Batasuna, que han ido recopilando los cuerpos policiales desde julio pasado, han propiciado que el Gobierno comience a prepararse para la eventualidad de tener que recurrir a los tribunales con el objetivo de frenar la pretensión de la izquierda abertzale de estar presente en las instituciones.

El Gobierno trabaja con la hipótesis de que la izquierda abertzale presente un partido "a las claras" --aunque entre los promotores legales no aparezcan personas 'contaminadas'-- y con el respaldo de los mismos que formaban parte de Batasuna y sus sucesivas marcas ilegalizadas, tal y como han venido anunciándolos los propios integrantes de la izquierda abertzale en los últimos meses.

Este hecho situaría la carga de la prueba en los dirigentes de la izquierda abertzale que estén detrás del partido que presenten, quienes, según fuentes del Ejecutivo consultadas por Europa Press, deberán demostrar que se han desvinculado de ETA si quieren estar presentes en las elecciones.

Estas mismas fuentes señalaban que, si finalmente la presentación del partido se hace así -con luz y taquígrafos-- el procedimiento que previsiblemente se abrirá cuando la izquierda abertzale presente su nueva marca no irá enfocado a la ilegalización de un partido, sino a probar la continuidad de Batasuna con esa nueva marca, salvo que sus integrantes puedan demostrar que la banda no está detrás. De hecho, se trata de un partido no inscrito que aspira a inscribirse, por ello no se puede ilegalizar sino tratar de impedir su inscripción.

EL PRECEDENTE DE ASB

En este mismo sentido se expresaban las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, quienes explican que hay un precedente de un caso similar, que es el de Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB). La marca que presentó la izquierda abertzale en 2007 con el objetivo de concurrir a las elecciones municipales y forales que se celebraban en mayo de aquel año.

En ese momento la Fiscalía y la Abogacía General del Estado presentaron sendas 'demandas incidentales', o incidentes de ejecución de sentencia del procedimiento que declaró ilegales a Batasuna, HB y EH, por entender que ASB suponía una continuidad o sucesión de estos partidos políticos disueltos.

Las citadas demandas fueron presentadas ante el Tribunal Supremo el 3 de abril de 2007. Posteriormente el 22 de mayo -- mes y medio después-- la llamada Sala del 61 del TS falló declarando la improcedencia de la constitución del partido político denominado 'Abertzale Sozialisten Batasuna', por entender que era continuidad del declarado ilegal y disuelto Batasuna y declaró también que no procedía la inscripción en el Registro de Partidos Políticos del citado partido.

Este, aseguran las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, podría ser el camino más lógico a seguir, dado, además, según aseguran, que no se trata de una ilegalización como tal, ya que el partido que presente la izquierda abertzale aún no está inscrito, sino que de lo que se trata es de impedir que se inscriba en el Registro de Partidos.

Desde el punto de vista jurídico, las fuentes consultadas precisan que lo primero que tendrán que analizar serán los estatutos, que ya prevén impecables, y quiénes son los promotores del nuevo partido, para contrastar si están 'contaminados' en otros procedimientos de ilegalización o impugnación, si tienen vínculos con ETA, o si están 'limpios'. No obstante, advierten, que estos nos son los únicos factores a tener en cuenta, sino que también estarán todos los informes policiales sobre las maniobras de la izquierda abertzale de estos últimos meses para poder colarse en los comicios, así como de las vinculaciones con la organización terrorista o con su estrategia de las personas que están detrás de la nueva marca.

Además, recuerdan que también hay que tener en cuenta la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que declaró pertinente la ilegalización de Batasuna y sus marcas, cuando dice que "los estatutos y el programa de un partido político no pueden ser tomados en cuenta como el único criterio con el fin de determinar sus objetivos e intenciones. Hay que comparar el contenido de este programa con los actos y tomas de posición de los miembros y dirigentes del partido en cuestión".

Estas mismas fuentes también ponen el acento en la necesidad de que los integrantes del nuevo partido hagan una declaración de clara y fehaciente desvinculación de la banda terrorista ETA, alegando que no sirve una simple declaración genérica de rechazo a la violencia. También en este caso, apelan a la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En esta, cuando señala que "el rechazo a condenar la violencia" se puede interpretar como una "actitud de apoyo tácito al terrorismo", también precisa que "el comportamiento de los hombres políticos engloban de ordinario no solamente sus acciones o discursos, sino igualmente, en algunas circunstancias, sus omisiones o silencios, que pueden equivaler a tomas de posición y estar también hablando de toda acción de apoyo expreso".