ETA expulsa del Colectivo a tres disidentes más de Nanclares

ETA sigue respondiendo a las disidencias internas de sus reclusos con la expulsión del Colectivo de Presos (EPPK). Durante el último verano la banda ha decidido apartar a otros tres históricos etarras que cumplen condena en la cárcel alavesa de Nanclares de Oca a los que acusa de actuar "fuera de la disciplina" etarra: Aitor Bores, Caride Simón y Koldo Carrasco, informaron a Europa Press fuentes penitenciarias.

Estas mismas fuentes confirmaron que, mientras tanto, en estos dos últimos meses, el Ministerio del Interior ha acercado al menos a otros dos internos a las cárceles vascas de Martutene (Guipúzcoa) y la propia Nanclares de Oca (Álava). Se trata del dirigente 'batasuno' José Luis Elkoro y Sagrario Yoldi Múgica, condenada por los secuestros del abogado Cosme Delclaux y el empresario, José María Aldaya.

Desde hace ya meses, entrar en la cárcel de Nanclares es motivo de sospecha por parte de la banda. Es el lugar en el que el Ministerio acerca a los presos que han mostrado su disposición a abandonar la banda y su rechazo de la violencia. Fue el propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien aseguró que en ese penal no hay presos de ETA.

Así, de los cerca de 25 internos que cumplen condena en Nanclares de Oca, tan sólo tres se mantienen aun en la nómina del Euskal Preso Politikoen Kolektiboak (EPPK). Se trata de Joseba Arizmendi; Iodia López Riaño, alias 'la Tigresa' o 'Margarita' y Sagrario Yoldi Múgica. No obstante, como ha sucedido en las ocasiones anteriores, podrían ser expulsados también próximamente una vez se acredite su distanciamiento de la banda.

Aitor Bores es uno de los presos de ETA que ha seguido el camino habitual de quienes demuestran su ruptura con el terrorismo. Llegó al penal alavés el pasado abril después de pasar unos meses en la cárcel de Zuera (Zaragoza), donde ingresó el 9 de julio de 2009, procedente de Murcia. Detenido el 19 de marzo de 1998, fue condenado por el atentado contra la base militar de Araca (Álava) en mayo de 1997 y por constituir en 1996 el 'comando Araba'.

AUTOR DEL ATENTADO CONTRA HIPERCOR

Trayectoria similar ha protagonizado Rafael Caride Simón, uno de los autores del atentado contra el Hipercor de Barcelona. Llegó a Nanclares de Oca en febrero después de pasar dos años en la cárcel de Zuera (Zaragoza). Hoy está fuera de la banda terrorista pese a haber participado en el atentado más brutal de su historia.

Por su parte, Koldo Carrasco ha sido uno de los disidentes más activos en los últimos meses al firmar una carta, junto a otros siete presos --Caride Simón entre ellos-- en la que, por primera vez, llegaban a plantear la posibilidad de pedir perdón a las víctimas de sus atentados. Accedió a Nanclares el pasado febrero tras unos meses en A Lama (Pontevedra), donde llegó después de pasar años cumpliendo condena en Almería.

La sangría de miembros de ETA que han manifestado su alejamiento de la disciplina etarra en los últimos meses llevó a la banda a plantearse dejar de expulsar a sus disidentes para evitar ofrecer una imagen de debilidad entre sus bases y entre el propio colectivo que ve como desde el Estado se responde con premios a los gestos de distanciamiento.

PROFESOR DE ESPAÑOL Y ABOGADO COMÚN

Cada vez son más los presos que cumplen condena sin someterse a las directrices de la banda y Nanclares ejerce de vanguardia. Según informaron fuentes penitenciarias, Andoni Altza imparte clases de español a extranjeros del Centro Penitenciario para poder pagar la responsabilidad civil con sus víctimas. Asimismo, otros presos como Koldo Carrasco, Aitor Bores o Josu García Corporales comparten desde el verano un abogado personal ajeno a los que impone la banda terrorista.

Pero si el capítulo de expulsiones no cesa, el de acercamientos tampoco. En los dos últimos meses han sido al menos dos los presos por pertenecer a ETA acercados a sendas cárceles del País Vasco. Así, a la cárcel de Nanclares ha llegado recientemente Sagrario Yoldi Múgica, condenada por colaborar junto a su pareja sentimental, Francisco José Ramada Estévez, en los secuestros del abogado Cosme Delclaux y el empresario José María Aldaya.

En concreto, en mayo de 2004 fue condenada a ocho años de cárcel por el secuestro de Aldaya, quien permaneció en poder de ETA desde el 8 de mayo de 1995 hasta el 13 de abril de 1996. Asimismo, Yoldi recibió una pena de otros ocho años de prisión por el secuestro de Delclaux, que duró 232 días hasta que fue liberado el mismo día que el funcionario de prisiones también secuestrado José Antonio Ortega Lara.

Yoldi fue detenida en el año 2001 en México donde se encontraba huida junto a su pareja. Llega a Nanclares procedente de Villabona (Asturias) --junto a Zuera, el principal banco de pruebas de Interior sobre su política de acercamientos y alejamientos--.

Por su parte, José Luis Elkoro, condenado en el proceso 18/98 a 24 años de cárcel, ha sido trasladado en la cárcel donostiarra de Martutene, procedente de la cárcel de Dueñas (Palencia).